VALÈNCIA. En abril de 2019, València sumaba una nueva propuesta a su efervescente agenda cultural: la familia del director Bigas Luna -fallecido en 2013- elegía la ciudad para presentar una obra inédita que se estrenaría de manera póstuma, Mouche d’amour. Lo haría en un macroevento bajo el título El Ojo que Mira, que en enero de 2020, se concretaría en una batería de anuncios que implicaba prácticamente todas las instituciones y contenedores culturales de la ciudad. Centre del Carme Cultura Contemporània, MuVIM, Atarazanas, el Edificio del Reloj, el Palacio de Congresos o l’Hemisfèric serían algunas de las sedes de este proyecto, que además de la proyección del film de Bigas Luna, traería a València foros internacionales, encuentros de periodistas, performances, espacios de edición, retrospectivas y una alfombra roja con personas del mundo del cine “de primerísimo nivel”.
Un año después, estas propuestas han caído una a una hasta quedar en prácticamente nada. Este diario ha ido contrastando, en los últimos días, como todas las instituciones implicadas se han ido retirando del proyecto. Todas confirman que se sentaron en un primer momento en la comisión formada para el evento por los impulsores de este, Gala Cultural Consulting, una agencia de eventos y representación que gestiona el legado del realizador fallecido, así como la obra de su hija, Betty Bigas.
Varias fuentes consultadas explican a este diario como, la falta de concreción de algunas propuestas, una cierta sombra de duda, o directamente, la no reserva de los espacios por parte de la organización ha ido apartándolas de este proyecto. Ni el Centre del Carme, ni el MuVIM, ni las Atarazanas, ni el Edificio del Reloj, ni el Palacio de Congresos ni l’Hemisfèric albergarán acto alguno. Tampoco el IVAM, ni la Filmoteca, ni ningún espacio público salvo la Beneficiència y el edificio Veles e Vents. Ni las Film Offices, ni Turisme, ni las universidades apoyarán de manera alguna el evento.
Las razones son diversas, pero según explican diferentes fuentes implicadas, tanto en el Palacio de Congresos como en la Ciutat de les Arts i les Ciències se preguntó por unas fechas, pero al consultar precios, “nunca se supo más ni se concretó una prerreserva”. Algo llamativo cuando el evento se dibujó en enero, estando previsto su inicio en abril, y se canceló -en principio- por la pandemia sanitaria. A un par de meses de su supuesta puesta en marcha, el Año Bigas Luna no tenía ninguno de estos espacios reservados. La mayoría de administraciones coinciden también en explicar que no se les pedía una subvención directa, sino una cesión de espacios.
Esta cesión de espacios permitiría a la agencia, que está especializada en artistas del New Media Art, organizar, bajo el paraguas del evento dedicado al realizador, un puñado de exposiciones y una feria dedicada a esa tendencia artística, en el que participarían una parte muy importante de su cartera de artistas, aunque desde esta también prometían "grandes nombres de este movimiento a nivel mundial", haciendo que la FINMAE (Feria Internacional New Media Art España) "se convirtiera en una de las más importantes de Europa".
Este diario ha podido contrastar esta información con la propia organización. Xavier Martorell explica que el comité de expertos en el que estaban representadas las administraciones y las universidades empezó con entusiasmo pero se fue desinflando “hasta llegar a reunir a solo dos personas”. Fue entonces cuando -explica- empezó a buscar otras ciudades que acogieran mejor la propuesta, como parece que ha sido en Barcelona y en Madrid, donde ahora se desarrollará -en principio- el grueso de su programación. La feria de New Media Art, además de la proyección del cortometraje Mouche d’amour, se trasladará a Madrid y el Museu del Disseny de Barcelona acogerá una exposición de la obra gráfica de Bigas Luna, según explica el organizador.
Martorell apunta a un momento de inflexión: la creación y promoción del Año Berlanga, que según él ha desviado la atención de todas las instituciones; de paso, denuncia excesivas similitudes entre la batería de propuestas que él presentó para el Año Bigas Luna en 2019 y las que se desarrollarán en honor al realizador valenciano. Según confirman varias fuentes y el propio Martorell, este propuso que se declarara conjuntamente el “Año Berlanga-Bigas Luna”, aunque las administraciones rechazaron de todas maneras esta posibilidad. Tan solo Ciudadanos impulsó, a través de Les Corts, la declaración del Año Bigas Luna. “Nosotros estamos aquí para sumar y no para restar, y como así lo pensamos, damos un paso al lado y buscamos otras ciudades que acojan mejor nuestra propuesta. Las instituciones valencianas no han sabido ver el potencial que hubiera tenido la celebración de dos eventos de tanta envergadura como son el Año Berlanga y el Año Bigas Luna”, opina Martorell.
La administración pone en duda también el dossier que se les entregó, que según ellas “prometía grandes patrocinadores del Ibex-35 pero no concretaba un solo nombre”, y proyectaba una serie de invitados e invitadas a la gran gala “como Javier Bardem, Penélope Cruz y hasta Yoko Ono” que no creyeron realista.
Los entes, a los que se les consultó y que constituyeron la comisión en un primer momento siguen apareciendo en su web como patrocinadores o colaboradores oficiales, aunque nunca se firmó ningún tipo de colaboración. En este sentido, la UPV ya ha contactado con la organización para que retiren su logo. También siguen apareciendo las fechas de celebración de un foro internacional en el Palacio de Congresos o una retrospectiva de la filmografía del director en la Filmoteca agendados para mayo de 2021 que los espacios implicados niegan tener ni siquiera previstos. Martorell, por su parte, explica que están actualizando la página y pronto aparecerán los nuevos mecenas del proyecto, entre los que se encuentra -por ejemplo- El Corte Inglés, sede única actualmente del evento, que alberga dos exposiciones en su sexta planta.
Finalmente, la falta de compromiso por parte de las instituciones, según explica el director del evento, ha hecho desinflar la participación en la ciudad de València, aunque espera poder anunciar alguna propuesta más para esta ciudad.
Culturplaza también ha podido saber que, a pesar del entusiasmo con el que la familia Bigas Luna se refería a la celebración de este proyecto en la ciudad, València no fue la primera opción para desarrollarlo, sino San Sebastián en el marco de su festival de cine. Según explica Xavier Martorell, “por cuestiones logísticas” no se pudo llevar a cabo, y “como valenciano” propuso entonces València como sede. La realidad es que ninguna de aquellas promesas se han cumplido y ahora buscan acogida, en su tercer intento, en Madrid o Barcelona. Tras los fuegos artificiales de hace unos meses, Bigas Luna pasa de largo por València y queda relegado a un papel secundario en la agenda cultural.
Desde el Año Bigas Luna, tras la publicación de este artículo, han querido apuntar que no consideran que el evento haya “desaparecido” de València y aducen a la crisis sanitaria como el motivo principal de las modificaciones en la batería de propuestas para la ciudad. Además, pone en valor las que ya se estás llevando a cabo, como las dos exposiciones y la presentación de un libro de Santiago Fouz sobre el cineasta en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés o las actividades ya previstas y confirmadas en La Beneficència y en el edificio Veles e Vents.
Por otro lado, Xavier Martorell ha querido matizar sus declaraciones negando su argumento sobre la relación entre el año Berlanga y el Bigas Luna y apuntando que “públicamente me he alegrado y considero que es positivo para Valencia que se sumen e incrementen los eventos de este tipo”. Si bien, fuentes de toda solvencia apuntan a este diario que la idea de generar un proyecto común estuvo sobre la mesa. Finalmente, destaca “el buen trato con la corporación local, con el concejal de turismo” y el “buen entendimiento” que “no ha restado ilusión o ganas de continuar” y anunciar que “se está a punto de firmar un acuerdo para celebrar la más importante de las actividades, y será en València”.
Por último, a pesar de que las fuentes oficiales de comunicación de las diferentes universidades no reconocen relación con la iniciativa, desde la organización destacan varios proyectos que estarían en marcha con algunos profesores y catedráticos de la UV y la UPV, como un documental o un proyecto relacionado con el new media art.
Conmemorando la exitosa obra de teatro de Bigas Luna en la que participó Francis Montesinos como diseñador de vestuario
Está compuesto por entrevistas a personas de su entorno, piezas audiovisuales y material recuperado de la trayectoria del director