Rafa Carbonell en la presentación de su candidatura antes del VIIé Congrés. EVA MÁÑEZVALENCIA. El pasado 22 de mayo, tras una dura pugna interna y tensas negociaciones, se llegó a un pacto en el VIIé Congrés del Bloc para que Àgueda Micó fuera la coordinadora general de la formación y Rafa Carbonell, el otro aspirante a líder, se convirtiera en el portavoz nacional del partido. Ambos, y ese fue uno de los puntos clave del pulso, gozarían del mismo rango a nivel orgánico.
Más de cinco meses después del cónclave, esta equiparación de ambos líderes realizada sobre el papel en el VIIé Congrés no es la que se aprecia en la proyección mediática. Las apariciones de Carbonell han sido más bien escasas desde que tomara la portavocía en mayo: bien es cierto que aguantó hasta el final del verano la Jefatura de Gabinete de la Conselleria de Economía, pero tampoco después de abandonar este puesto el dirigente ha tenido actuaciones destacadas.
En este sentido, las ruedas de prensa e intervenciones públicas ante los medios de comunicación por parte de Carbonell han brillado por su ausencia. Lo cual no significa que el portavoz no haya comparecido en actos del Bloc: recientemente tomaba la palabra en el tradicional Aplec celebrado en el Puig y sí viene participando, así lo señalan fuentes del partido, en reuniones de carácter interno.
No obstante, la exposición pública es muy limitada. Una situación que contrasta con la cada vez más intensa proyección mediática que tiene su compañera Àgueda Mico quien, por ejemplo, fue la encargada de transmitir a los medios recientemente la renovación del Pacto del Botánico. Una cita en la que no participó Carbonell dado que no se encuentra integrado en la comisión negociadora del acuerdo.
Así pues, el balance externo que puede realizarse del Bloc surgido del VIIé Congrés de la formación nacionalista parece inclinarse cada vez más claramente a favor de Micó y su entorno, que también dominó el Consell Nacional en el que se definieron, entre otras cuestiones, los miembros integrantes del órgano superior de Compromís.
Mientras, por parte de Carbonell y los suyos, su actuación más destacada se limitó a un polémico comunicado en el que cuestionaron a sus compañeros en la dirección por el nombramiento como secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, una maniobra que provocó un fuerte malestar interno en el Bloc y también en la propia conselleria que dirige Rafael Climent.
En este sentido, tanto en ese comunicado público como en privado, desde la corriente liderada por Carbonell han dejado entrever su malestar al considerar que la dirección de Micó se está valiendo de su mayoría en la cúpula para sacar adelante sus posiciones para, en ocasiones, "no respetar el consenso".
