Entre el G-7, el llamado grupo de renovadores, el nombre que suena con fuerza sigue siendo el de la actual secretaria de Organización, Àgueda Micó. En cuanto a Enric Morera, no aclara si se presentará aunque algunos ya le atribuyen el papel de "árbitro"
VALENCIA. Los días 21 y 22 de mayo se celebrará el VI Congrés del Bloc. Un cónclave que será determinante para el futuro de la formación nacionalista, que ha sufrido fuertes tensiones internas en los últimos meses por los equilibrios de poder dentro de la coalición Compromís, especialmente a raíz de la redacción de reglamentos para las elecciones primarias en los diferentes comicios y, sobre todo, a la hora de decidir el acuerdo con Podemos de cara a las elecciones generales.
En la recta final de esta travesía, el liderazgo del actual secretario general de la formación, Enric Morera, ha ido debilitándose. Tras casi 13 años al frente de la nave, en distintos sectores del partido se opina que el actual presidente de Les Corts -si bien no ha hecho público su futuro- no optará a la reelección.
En este sentido, su esfuerzo por ensamblar el pacto con Podemos fue objeto de reproches por el sector más próximo al histórico Pere Mayor, que se mostraba reacio a un acuerdo con la formación morada y que, en el pasado, también ha expresado un intenso recelo al avance de la marca de Compromís, así como el crecimiento mediático de Iniciativa y, en especial, de Mónica Oltra.
Las críticas arreciaron y, hasta ese momento aliados de Morera, salieron al paso durante las negociaciones del pacto y promovieron una crisis dentro de la formación nacionalista inmediatamente posterior al acuerdo. Algunos de los que mostraron públicamente su malestar fueron el eurodiputado Jordi Sebastià o el parlamentario autonómico Jordi Juan. Tras el lance, que se resolvió con algunas dimisiones y la promesa de la convocatoria del congreso del Bloc tras el 20D, las relaciones entre Morera y varios de sus antiguos colaboradores quedaron maltrechas.
Así, y pese al protagonismo de citados dirigentes como Sebastià o Juan, fuentes de la formación nacionalista apuntan a que desde este sector se baraja impulsar como candidato a liderar el partido a Rafael Carbonell, actualmente jefe de Gabinete del conseller de Economía, Rafael Climent, y ex vicealcalde de Alcoi entre el 2011 y 2012. En este sentido, dirigentes del Bloc aseguran que, en las últimas semanas, está intensificando sus movimientos y convocando reuniones en varias comarcas.
En la otra orilla, la corriente renovadora o también conocida internamente como G-7 empieza a su vez a calentar motores para el congreso. Algunos de sus integrantes, como el conseller de Educación, Vicent Marzà, o el portavoz del grupo parlamentario en Les Corts, Fran Ferri, ya dieron un paso adelante meses atrás para exponer en un artículo de opinión su visión de futuro de Compromís y el propio papel del Bloc. Aunque no se descarta que alguno de estos dos dirigentes pudiera optar a liderar la formación nacionalista, precisamente uno de los puntos de debate de cara al congreso se encuentra en si el futuro secretario general del Bloc podrá o no compatibilizar ese puesto con un cargo público.
En cualquier caso, fuentes de esta corriente apuntan a que la favorita para encabezar una candidatura desde este grupo es la actual secretaria de Organización del Bloc, Àgueda Micó, quien ha sido una de las dirigentes que ha cobrado protagonismo en los últimos meses en momentos clave como la negociación del Pacto del Botánico o el citado acuerdo con Podemos.