El sector reacio al pacto con Podemos e impulsor de los manifiestos plantea que Morera abandone la secretaría general de la formación nacionalista
VALENCIA.- El malestar que generaba el pacto con Podemos y otras formaciones políticas de ámbito estatal ha sido evidente en el Bloc desde el principio. Parte de la formación nacionalista ya impulsó un manifiesto en el que mostraban su rechazo a someterse a un partido con sede en Madrid y reivindicaban una voz valenciana en el Congreso.
El proceso desde las conversaciones al pacto no fue sencillo en el seno de Compromís y no cesaron de aparecer voces críticas mientras se gestaba. Ya sellado el acuerdo, estas voces hablan y apuntan aún más alto.
Tras las dimisiones escalonadas y la difusión del manifiesto 'Més Compromís' - similar al promovido en 2014 y de idéntico nombre por Fran Ferri y Vicent Marzà el pasado año y que fue rechazado entonces- el sector más crítico de la formación nacionalista dirige sus críticas contra su secretario general, Enric Morera.
Durante la rueda de prensa en la que el eurodiputado Jordi Sebastià presentaba el manifiesto, se planteó que deberían desligarse los cargos institucionales de los cargos orgánicos del partido. Es decir, que un diputado, eurodiputado, alcalde, no capitanee el Bloc. Y tampoco el presidente de les Corts, "como segundo cargo más importante" de la Comunitat.
Simbólicamente o no, la comparecencia se celebró en la sala de la societat coral del Micalet, a escasos metros de la sede de Compromís y lugar en el que se han llevado a cabo otras reivindicaciones de la izquierda valenciana.
Sin llamar a las cosas por su nombre, el frente más crítico del Bloc vuelve a pedir la salida de Morera. El argumento bajo el que se esconde esta exigencia es que un cargo institucional no puede ejercer correctamente la dirección del partido. "La idea es que quien tenga que capitanear el Bloc no tenga cargos institucionales que les quiten mucho tiempo" dijo Jordi Juan, alcalde de Tavernes y uno de los impulsores del manifiesto crítico.
No se pide su abandono inminente del cargo, pero sí que tras el congreso del Bloc (otra de las reivindicaciones del manifiesto) se replantee esta compatibilidad. "Queremos que el partido tenga unas instituciones fuertes" añadió el alcalde de Tavernes.
Además, consideran que el actual líder de la formación valencianista tiene una cara demasiado "insitucional" y se necesita una faceta más agresiva para hacer declaraciones políticas. "Tiene mucha dificultad por el cargo -como presidente de les Corts- para tener una postura política muy fuerte. Es difícil imaginarlo por la mañana así y por la tarde haciendo declaraciones politicas".
Entre los críticos con el qué y el cómo se encuentran el eurodiputado de Compromís y otros dirigentes del Bloc como las diputadas en les Corts Mónica Àlvaro y Teresa García, Consol Castillo, Jordi Juan (alcalde de Tavernes), Quico Fernández (alcalde de Sagunto), Ricard Chulià, Eva Sanchis, Oscar Peris, Josep Melero y Tomás Ferrandis (alcalde de Xeresa).
Este sector carga contra la cúpula del partido, a cuyos miembros acusa de haber hecho las cosas mal en el proceso de confluencia. Aunque no sólo Morera es quién recibe los golpes, sino que estos también se reparten hacia Àgueda Micó, secretaria de organización del partido y una de las caras visibles del sector renovador de la formación nacionalista.
A lo largo de toda la semana este frente del Bloc ha presionado para la dimisión de los que consideran responsables de haber marginado a las bases."Se ha tomado un pacto a última hora que no respeta ningún acuerdo de los que se habían tomado. Ni el referéndum, ni el Consell Nacional... ni ninguno que se hubiera tomado por las bases" criticó el alcalde de Sagunto.
Con las sucesivas dimisiones y a través del manifiesto, los dirigentes reclaman un congreso extraordinario del Bloc para fortalcer el partido, enfocándolo a una formación unitaria y no una coalición de distintas fuerzas, tal como está pensado Compromís ahora. Los críticos consideran que con unas instituciones más reforzadas se evitarían estos errores por los que las bases y los independientes (agrupados en Gent de Compromís) se han sentido "marginados" en el proceso del pacto.
Las dimisiones se han utilizado como instrumento de presión ya que, según los estatutos del Bloc, si dimite una mayoría de la Ejecutiva, se convocará el Congreso Nacional Extraordinario, aunque de momento no ha obtenido éxito, puesto que necesitarían al menos 13 renuncias.
El próximo Consell Nacional está previsto que se celebre el 9 de enero y este órgano tiene potestad para convocar el congreso extraordinario, como demanda este sector, aunque no parece ser una voluntad mayoritaria. Las reivindicaciones, por el momento, se quedan en que una gestora cierre la fecha del congreso extraordinario.
Sin embargo, y pese al ruido generado, los presentes recalcaron que no pretenden plantear una candidatura a la dirección del Bloc."Nosotros vamos a muerte con Baldoví" -el actual representante de Compromís en el Congreso número 1 por Valencia- "es uno de los principales valores que tiene Compromís y nos vamos a dejar la piel en esta campaña".
Los críticos con Morera aseguraron que esta revindicación se pospondrá hasta después de las elecciones generales y que se volcarán en hacer campaña y fortalecer Compromís. Insisten desde este sector del Bloc en que no se va a boicotear la campaña electoral y que esperan que los resultados, pese a estar descontentos con la decisión finalmente tomada, sean los mejores posibles.
Sebastià reiteró además que no quieren que este manifiesto, ni las dimisiones, ni las exigencias, sean consideradas como una lucha de minorías ni una guerra de organizaciones en Compromís. "Pensamos que la ejecutiva ha tomado una decisión y no ha escuchado a las bases" añadió.
Mientras, el actual secretario del Bloc, junto a la portavoz de Iniciativa, Mónica Oltra y otros líderes de Compromís respaldaban en el jardín de Presidencia de la Generalitat la candidatura de Joan Baldoví, actual representante de la formación en el Congreso de los Diputados.
Allí Morera y el resto de líderes abogaron por "hacer piña" y tratar estas cuestiones tras las elecciones generales. Baldoví manifestó -igual que el sector reacio al pacto- que las diferencias se "aparcan" con la campaña electoral y añadió que una vez pasados los comicios, "tendremos que replantearnos muchas cosas" en la coalición.
Así, Compromís asegura que cierra sus debates internos y que aplazarán el "Cal repensar Compromís", como piden muchos sectores, hasta después del proceso electoral. Ara no és el moment.