El "nuevo modelo de organización" será presentado en el próximo congreso del sindicato, y consistirá en pasar de las seis federaciones actuales a sólo tres
VALENCIA. El secretario general del UGT-PV, Gonzalo Pino, prepara una auténtica revolución en el sindicato. "La UGT de dentro de 4 años no se va a parecer en nada a la que hemos conocido durante más de 100 años", advierte a Valencia Plaza el dirigente, que ha emprendido un largo y complejo proceso para reducir el número de federaciones y cargos a la mitad.
La medida es tan llamativa como los argumentos que la justifican. "Los recursos que recibimos han de acabar volviendo a los trabajadores y trabajadoras, no destinarse a pagar salarios de los dirigentes del sindicato", espeta Pino en un profundo ejercicio de autocrítica.
El "nuevo modelo de organización" será presentado en el próximo congreso del sindicato en mayo y consistirá en pasar de las seis federaciones actuales a sólo tres. En concreto, la intención de Pino es emparejarlas por afinidad.
Así, según los planes del secretario general, la federación de Metal Construcción y Afines (MCA) se fusionará con la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (Fitag); la Federación de Servicios (FeS) hará lo propio con la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo (FSMC), y la Federación de Servicios Públicos (FSP) se unirá a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE).
los fondos de formación hicieron crecer nuestra estructura, pero en el futuro los recursos han de venir de los afiliados
El objetivo es "tratar de aprovechar mejor los recursos" en una organización que ya ha sufrido cinco EREs. Pero no sólo eso. El viraje responde, en esencia, a una "nueva filosofía" de funcionamiento.
"El sindicato tiene que reencontrarse con las empresas. Todos los recursos han de dedicarse a las empresas, a la función sindical. El objetivo es estar en los centros de trabajo y atender aquello por lo que nace el sindicato, que son los trabajadores y trabajadoras. Sólo recuperando eso estaremos recuperando el sindicato que necesitan los trabajadores y trabajadoras", explica.
Pino añade que la organización se encuentra ahora inmersa en un profundo proceso de diálogo "para que la fusión no se produzca de una forma traumática", y aclara que será un proceso "largo". No obstante, el dirigente tiene bien claro cuál ha de ser el resultado del cambio de modelo. "Los secretarios generales se reducirán a la mitad y todas las comisiones ejecutivas se tendrán que ir reduciendo", concreta.
"Quizá la organización llegó a pensar que los recursos venían por la formación, de la participación institucional... eso nos ayudó a crecer como estructura, pero nuestros recursos han de venir de los trabajadores y trabajadoras que son afiliados y afiliadas", destaca.
Además, Pino advierte que la nueva y reducida estructura de la formación premiará a los sindicalistas que partan de las bases. "Los dirigentes del sindicato han de venir de las empresas, no pueden venir de otro lugar", apunta.