VALÈNCIA. La catástrofe provocada por la Dana ha alterado los proyectos previstos por el Ayuntamiento de Riba-roja para esta legislatura. Hasta el momento, el consistorio ha destinado 2,2 millones de euros para sufragar los efectos del temporal, aunque ha estimado la magnitud de los daños en más de 12 millones de euros, sobre todo, en las áreas industriales de l'Oliveral y Entrevies. Así, las consecuencias económicas de esta tragedia han forzado al ayuntamiento a replantear su hoja de ruta y priorizar otro tipo de infraestructuras.
Entre los proyectos estrella de esta legislatura, destaca el nuevo acceso al polígono de Masía Baló, una obra esencial para mejorar la conectividad entre el municipio, las áreas industriales y la autovía A-3. Según fuentes municipales consultadas por Valencia Plaza, desde 2015, esta infraestructura ha estado marcada por los retrasos, las replanificaciones y un aumento significativo de su presupuesto, que ha pasado de cuatro a ocho millones de euros. En la actualidad, el proyecto se encuentra en la fase de retasación de cuotas, registro y expropiación de terrenos.
"Nuestro objetivo es licitar las obras en 2025 y adjudicarlas este mismo año", afirman desde el Ayuntamiento de Riba-roja. Asimismo, el proyecto busca descongestionar el tráfico pesado que afecta a los empresarios locales de los sectores XII y XIII, así como a los vecinos de la zona residencial La Reva, quienes en la actualidad dependen de una conexión insuficiente con la capital entre las autovías A-3 y A-7. De este modo, la ejecución de esta obra en el municipio será "clave" para optimizar el flujo vehicular, así como para potenciar la actividad económica de este área.
Por otra parte y, pese al impacto de la Dana, el Ayuntamiento de Riba-roja mantiene como prioridad el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la Generalitat Valenciana. En el ámbito sanitario, se avanza en la construcción de un nuevo centro de salud en el municipio, un proyecto que se encuentra en fase de licitación. Según fuentes municipales, dicha obra responde a una necesidad urgente de reforzar los servicios sanitarios locales.
Tampoco peligra la construcción de dos residencias -una para mayores y otra para personas con diversidad funcional- prometidas por la Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda. Ambos espacios serán financiados mediante un modelo de colaboración público-privada, un convenio que el departamento encabezado por la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, ya ha puesto en marcha con éxito en otros municipios.
En el caso de Riba-roja, la cesión de terrenos para construir ambas residencias ya está completada y el consistorio trabaja en garantizar que esta modalidad de financiación cumpla con los estándares de transparencia y calidad.
Más allá del puente y los dos edificios sociales, el Ayuntamiento de Riba-roja también intenta avanzar en dos proyectos importantes para el municipio: el acondicionamiento de la Casa del Abogado, considerada Bien de Relevancia Local, para su puesta en marcha como nueva sede del Museo Visigodo de Pla de Nadal; así como la construcción de una vivienda tutelada para personas con discapacidad.
Ambas obras cuentan con financiación parcial de programas externos, lo que ha permitido continuar con su planificación a pesar de los ajustes presupuestarios provocados por la Dana.
La Dana del pasado mes de octubre provocó graves inundaciones en las áreas industriales de Riba-roja, paralizando la actividad de empresas estratégicas para la provincia de Valencia, con lo que la vulnerabilidad de las infraestructuras locales quedó en evidencia.
En ese sentido y, según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), se ejecutan obras de emergencia por valor de 57 millones de euros en toda la región, aunque las zonas afectadas por el temporal, como Riba-roja, deben asumir gran parte de los costes derivados de los daños en su término municipal.
En respuesta, el consistorio ha priorizado actuaciones urgentes en núcleos residenciales de la localidad como la urbanización Els Pous de Martí, La Reva o la pedanía de l'Oliveral, con el único objetivo de mitigar los efectos de futuras inundaciones.
De este modo, el Ayuntamiento de Riba-roja ha encargado a la empresa Tipsa un estudio técnico para encontrar soluciones a largo plazo a esta problemática, al mismo tiempo que ha retomado conversaciones con la CHJ para completar los proyectos de drenaje pendientes desde el año 2009.
Estas iniciativas buscan no solo proteger las inversiones, sino también ofrecer garantías a los vecinos de que el municipio está preparado para enfrentar desafíos climáticos a largo plazo.
No obstante, desde el consistorio advierten del esfuerzo que todo ello supone para las arcas municipales: "Todos nuestros compromisos contemplados para este año no se podrán ejecutar porque el impacto económico de la Dana es muy importante, pero seguiremos trabajando para realizar el máximo posible".
A pesar de las dificultades, el Ayuntamiento de Riba-roja se muestra firme en su objetivo de equilibrar las necesidades inmediatas con las prioridades estratégicas de la legislatura, adaptándose al nuevo escenario presupuestario y fortaleciendo su resiliencia ante un futuro climático incierto.