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entrevista con el ministro de cultura y deportes

Rodríguez Uribes: "Hay que acortar la brecha presupuestaria entre unos centros culturales y otros"

18/10/2020 - 

VALÈNCIA. Fue en enero de este mismo año cuando se anunció que José Manuel Rodríguez Uribes sería el nuevo ministro de Cultura. El valenciano llegaba en cierta medida como un desconocido para las industrias culturales, tras haber tenido como capitán al exdirector del Museo Reina Sofía y de La Casa Encendida, José Guirao. En apenas dos meses se ha tenido que enfrentar a una fotografía que pocos podían imaginar. Teatros y cines cerrados. Conciertos y festivales cancelados. La crisis sanitaria ha dibujado un panorama más que complejo y que todavía no ha despejado todas sus incógnitas, un golpe para el que el Ministerio movilizó en mayo hasta 80 millones de euros. Entretanto, también debe tomar el testigo de unos deberes que repiten curso, cuestiones a solventar que pasan por el Museu de Belles Arts al Palau de Les Arts. Aprovechando su reciente visita a València, Culturplaza habla con Rodríguez Uribes sobre algunas de estas cuestiones. 

-La conselleria de Cultura habla de un Ministerio que no trata bien a la cultura valenciana, que no tiene un trato "justo”.
-Vicent Marzà no me ha dicho eso nunca. Nosotros colaboramos. De hecho, voy a volver a València pronto. A La Mostra, a Les Arts, al IVAM, al Museu de Belles Arts, etc. Estoy volcado. Vamos a poner también toda la carne en el asador con el Año Berlanga. Estoy comprometido, tenemos voluntad de colaborar. Por ejemplo, estaría muy bien que en el Palau de Les Arts avanzáramos en una presencia mayor nuestra. Lo que nosotros podemos hacer es colaborar y me parece que lo estamos haciendo bien. 

-Hablemos del Palau de Les Arts. En su última visita reconoció la "infrafinanciación" del coliseo, ¿cuál es la solución?
-Hay que seguir trabajando en esa dirección de fortalecer el Palau de Les Arts. Es un lugar de cultura, además, que puede abrirse, he oído al director decir que quiere abrirse a nuevas músicas y eso es muy positivo. Por cierto, otra de las iniciativas que hemos tomado en estos tiempos difíciles de pandemia es mi voluntad de reconocer a las sociedades musicales de la Comunitat Valenciana, y ya se está tramitando el expediente, como Patrimonio Inmaterial. 

"Es evidente que 600.000 euros es una cantidad insuficiente [para les arts]" 

-¿Quiere decir que subirá el presupuesto?
-Mi voluntad es que suba y que fortalezcamos al Palau, dentro de los límites presupuestarios que siempre habrá [...] Es evidente que 600.000 euros es una cantidad insuficiente. 

-Todavía están por ocupar las sillas del Ministerio en el patronato. 
-Nuestra voluntad está toda. Tendré que repasar esa cuestión concreta, pero nosotros ya hemos expresado nuestra voluntad de estar en el Patronato. Para mí, como valenciano, es un honor, en caso de que sea el ministro. Por nuestra parte está despejada esa cuestión. Queremos estar si quieren que estemos. 

-Se ha demandado también un aumento de la partida del Ministerio al IVAM, aunque sea un museo de gestión autonómica. 
-Voy a visitar el IVAM y quiero conocer de primera mano en conversación con el director su situación y ver cómo podemos colaborar. Hay muchas formas de hacerlo, no siempre necesariamente financiar. Yo querría seguir avanzando con una mejor financiación a las instituciones culturales, sobre todo las que están peor financiadas. Es verdad que en esta ultima década se han producido brechas y, cuando uno lo ve, no tiene mucha justificación. Hay que acortar esa brecha entre unos centros culturales y otros, sobre todo si funcionan bien. Eso es una condición necesaria. Cuando las cosas se hacen bien, hay que apoyar. 

Foto: KIKE TABERNER.

-El Museo de Bellas Artes -de titularidad estatal y gestión autonómica-, recibió en septiembre a un nuevo director, Pablo González Tornel, el cuarto en dos años, ¿ha tenido la oportunidad de hablar con él? 
-Le veré el 29 de octubre. Quiero verle con calma y que me cuente las cosas y que yo pueda también poner deberes a mi equipo, aunque son conscientes de la realidad del museo.

-Una de las cuestiones pendientes es la licitación del plan museográfico, pendiente desde hace años, ¿qué nos puede decir de esto?
-Todo esto son deberes que me he puesto para el día 29 de octubre. Quiero concretarlo ese día. 

-Una cuestión que también esta desde hace años sobre la mesa en la fórmula de gestión del museo. Desde la conselleria se han planteado fórmulas como el consorcio, fundación o cesión de titularidad para lograr una mayor "autonomía". Aunque en su día se enterró la fórmula del consorcio, ¿con qué ojos ve usted estas fórmulas?
-Todo eso merece una sesión monográfica e integral para ver cuáles son los caminos más coherentes y mejores para el museo. Al final, de lo que se trata es de que funcione bien. ¿Cuáles son las fórmulas idóneas? Eso es lo que tenemos que cerrar. Son viejas cuestiones que son anteriores a mi mandato, pero es el momento de retomarlas. 

-¿Quiere decir que está dispuesto a volver a la casilla de salida y tener en cuenta todas las opciones?
-Por supuesto. No tengo prejuicios. Puede entender, cuando me las den, las razones a favor o en contra de un modelo o de otro. Se puede, y se debe, hablar de todo. Hay que estar abierto a analizar las distintas opciones.  

"es muy difícil imaginar ahora un macroconcierto en un estadio de fútbol con 60.000 personas"

-Este verano no son pocos los grandes festivales han cancelado o aplazado, ¿habrá macrofestivales en 2021?
-No me atrevo siquiera a dar una respuesta para más cerca. Sería poco responsable en este momento, hoy hemos conocido unos datos muy serios de avance del virus. A pesar de las dificultades, hemos triplicado las ayudas para la música respecto al año pasado, de 5 a 16 millones de euros. También nos hemos coordinado con Consumo para que se diera flexibilidad en estos meses difíciles a las empresas que organizan macroconciertos. Los festivales de música se han celebrado, los que se han podido planificar. La clave en este contexto es poder organizar las cosas. Por eso las salas de conciertos pueden ser salas de cultura si se organizan como tal. Encuentran una dificultad cuando se sitúan en el ámbito del ocio nocturno, por eso yo he pedido a los consejeros de todas las comunidades autónomas -ya lo han hecho en Baleares- distinguir a aquellas salas de música que reunían las condiciones y que por tanto iban a celebrar conciertos solo -sin barra o una posible aglomeración de personas descontrolada-, reconocidas como salas de cultura. Es verdad que es muy difícil imaginar ahora un macroconcierto en un estadio de fútbol con 60.000 personas. Muchos de los jóvenes o no tan jóvenes que van a este tipo de conciertos han optado por conservar la entrada y que se celebre dentro de un tiempo, cuando se pueda. 

Con el Real Decreto del 5 de mayo pusimos 80 millones de euros y sacamos créditos blandos para liquidez de todos los sectores culturales, también de la música. También 800 millones de euros a través de CREA SGR complementarios al ICO, porque veíamos que el ICO no terminaba de llegar a algunos sectores culturales, por ejemplo a las artes escénicas. Hicimos algunas cosas importantes desde el punto de vista fiscal, bajamos el IVA del libro electrónico, que además ha supuesto una subida del 50% de los e-books; pusimos desgravaciones para los rodajes, etc. Y, quizá lo más importante de todo, el subsidio por desempleo para los artistas de espectáculos públicos, que era una demanda histórica. Vamos a incorporar a los técnicos, que es una demanda de Alerta Roja, y también a los trabajadores de la tauromaquia, a las cuadrillas, a las personas que han visto que no tienen ningún ingreso desde que en marzo se suspenden las Fallas.

Foto: KIKE TABERNER.

-¿Qué nos puede contar del Año Berlanga?
-Me parece muy bien que el año Berlanga culmine en València. Tenemos pendiente una reunión con [Mariano] Barroso para diseñar algunas cosas. Hay una dimensión no solo material sino también de reconocimiento a un gran heterodoxo, un valenciano universal, que merece ser recordado. Al año siguiente tenemos el Año Bardem, con el que hizo la película Esa pareja feliz. Uno, Berlanga, que estuvo en la División Azul; y Bardem, que era del Partido Comunista. Eso también tiene un valor de concordia que hay que resaltar. 

-Es una cuestión histórica: la Dama de Elche. La administración valenciana ha pedido en numerosas ocasiones que regrese, aunque está adscrita al Museo Arqueológico Nacional (MAN). Aunque se ha negado ese traslado anteriormente, ¿cuál es su sensibilidad sobre este tema?
-La respuesta hay que explicarla, porqué se dice que no. No solo con la Dama de Elche, con muchas grandes obras que son vindicadas por sus lugares de origen. Me han llegado a pedir el Guernica. Normalmente, los expertos en arte son muy reacios a que las obras salgan del lugar en el que están. No por razones conceptuales, sino de protección. Se puede siempre trabajar colaboraciones, presencias... podemos darle una vuelta. Pero es verdad que las obras constituyen la razón de ser de muchos museos. La Dama de Elche es una de las joyas del Museo Arqueológico Nacional... Estoy abierto a hablar, siempre que el interés de la obra esté por encima siempre. Vamos a ver. 

Segunda parte de la entrevista

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