La sede de Mota del Cuervo no estaba incluida en el plan de liquidación inicial de la herencia del magnate valenciano Francisco Ros Casares
VALÈNCIA (VP). La subasta de una nave industrial en Mota del Cuervo (Cuenca), originariamente propiedad del grupo empresarial Ros Casares, supone la venta de uno de los últimos bienes del imperio siderúrgico que llegó a estar extendido por más de media España. La herencia del conocido empresario Francisco Ros Casares, fallecido en 2014, salió a subasta en el año 2015 tras decretarlo un juzgado de Valencia. Siete años después, profesionales y particulares tienen la posibilidad de pujar por uno de los últimos bienes que no se habían vendido todavía al no estar incluido en el plan de liquidación inicial. La nave, un almacén de 3.160 m2 situado junto a la autopista Madrid-La Roda, está disponible para admitir pujas hasta el 3 de noviembre en la página web de Subastas Trademat (subastastrademat.com), especializada en liquidaciones concursales. El precio de salida es de 1.001 euros.
En concreto, la nave industrial de Mota del Cuervo está compuesta por dos fincas, una con una superficie construida de 2.756 metros cuadrados y otra de 426, ambas unidas de manera interna, de manera que forman un único espacio amplio. Se encuentra ubicada en la Carretera de Pedro Muñoz, en el centro del polígono industrial de la localidad, y con salida directa a la AP-36.
El grupo siderúrgico valenciano Ros Casares, que centró su actividad en la segunda mitad del siglo XX y alcanzó su época dorada en los primeros 2000, entró en concurso de acreedores en el año 2014 y en la actualidad se encuentra en la fase final de su proceso de liquidación. Tras la venta de su fábrica más importante en Valencia, la compañía trató de dar salida a los numerosos activos de los que disponía por toda España, entre inmuebles y centros de producción. Precisamente, en el año 2020 Subastas Trademat también participó en la venta de otra nave del grupo en Córdoba.
Además de la Comunidad Valenciana, por donde más se expandió, parte de su medio centenar de sedes estaban establecidas en Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia, Murcia, Navarra y el País Vasco. En su conjunto, estos centros de producción, distribución o almacenamiento dieron trabajo a más de un millar de empleados en su mejor momento.
La popularidad del grupo alcanzó también el panorama deportivo, ya que dio nombre uno de los equipos más importantes del baloncesto femenino español y europeo. Además, el fundador del imperio, Francisco Ros Casares, llegó a ser presidente del Valencia Club de Fútbol.
Trademat nació el año 2008 con el objetivo de facilitar las liquidaciones concursales y evitar esta carga de trabajo a las compañías inmersas en el proceso, ayudando a los abogados y administradores a solucionar las ventas de los activos. Especializada en la venta de bienes procedentes de concursos de acreedores, por su experiencia es también un referente en subastas de todo tipo.
Uno de los aspirantes, Gedesco, tiene intención de pleitear si la decisión de los administradores no se ajusta al conjunto de activos por los que pujó