VALÈNCIA. Lo venían advirtiendo desde hace años los promotores y finalmente sus peores augurios se han hecho realidad: València se queda sin oferta de obra nueva y solo tiene en estos momentos 185 pisos disponibles a la venta, mínimo histórico desde que se tiene registros. Y, mientras tanto, la demanda sigue al alza, propiciada por la llegada de profesionales desplazados, estudiantes y extranjeros atraídos por las bondades de una ciudad que no para de ser puesta de ejemplo como una de las mejores del mundo para vivir.
Consecuencia de esta situación, los precios siguen en niveles altos, aunque bajan levemente respecto al tercer trimestre de 2023. Así consta en el último informe elaborado por la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV, correspondiente al cuarto trimestre de 2023 y que refleja que el valor medio de la obra nueva en el 'cap i casal' en los últimos meses de 2023 llegó a los 2.889 euros por metro cuadrado. Ante esta situación, los expertos que componen la Cátedra reclaman a la Administración la puesta en marcha de VPO para rebajar el estrangulamiento en el mercado valenciano.
"No insistiremos en los avisos y alertas que venimos lanzando desde hace más de seis años y que anticipaban este preocupante escenario", señala el informe, que lamenta que esta fotografía ha llegado a este extremo dado que "lamentablemente las administraciones no activaron acciones correctoras", afirma la Cátedra, de la que son patronos la Asociación de Empresas Promotoras de Valencia (Aprova), el Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia (CAATIE Valencia), así como empresas como Edicover, Dasha Living Space, el HUB Inversión Inmobiliaria, Urbania Developer o White Investing, entre otros.
Para los expertos, lo "más alarmante" es la velocidad con la que disminuye la oferta de obra nueva en la ciudad, ya que se ha perdido un 23% en solo tres meses al pasar de las 243 unidades disponibles entre julio y septiembre de 2023 a las 185 que había en los últimos meses del pasado año. No obstante, si se compara con otros años, el panorama es aún más grave: a cierre de 2019 había 780 viviendas, a finales de 2020 se bajó a 565, en 2021 fueron 400, mientras que en 2022 descendió a las 300. Por tanto, como viene alertando el sector, la tendencia ha ido a la baja de forma constante.
Un dato revelador es que en el cuarto trimestre del pasado ejercicio en 60 de los 88 barrios de la ciudad de València no había promociones de vivienda nueva a la venta, es decir, en dos de cada tres. Los precios más elevados continúan registrándose en los distritos de Campanar, Ciutat Vella y Algirós, con valores medios por encima de los 4.000 €/m2. A nivel general, según el documento, solo se registraron durante ese periodo siete nuevas promociones, de las que tres eran para vivienda protegida, VPO, y otra mixta, es decir, una parte de renta libre y otra de protección.
Las causas de este descenso han sido variadas en estos años, pero principalmente son la falta de suelo en la ciudad y los largos procesos administrativos para conseguir una licencia de obra, dos problemas a los que el consistorio valenciano busca dar solución. A ellos, se ha sumado la actual coyuntura económica y la inflación, que ha disparado los costes de construcción y ha provocado un aumento de los tipos de interés.
De hecho, el sector valenciano ya avisaba hace años que la actividad promotora y constructora se estaba ralentizando en el 'cap i casal' porque no tenían margen de actuación por la falta de suelo. En este sentido, ya en 2022 los promotores alertaron de que solo quedaban solares por desarrollar para "dos o tres años", lo que supondría unas 7.000-9.000 viviendas en València dado que la actual demanda absorbe 3.000 unidades al año. El propio presidente de la asociación de promotores a nivel nacional, Juan Antonio Gómez-Pintado, aseguraba, en una entrevista con este diario, que aunque la falta de solares afecta a la mayoría de ciudades españolas, la capital del Turia tiene una "parálisis importante".
La situación en el área metropolitana no difiere de la de la capital del Turia. Así, el precio medio de la vivienda también aumentó en el último año en la mayoría de municipios. En este sentido, en l'Horta Nord subió en los últimos tres meses del año un 7% en comparación con los tres meses anteriores hasta los 2.667 euros por metro cuadrado; en l'Horta Sud, en cambio bajó un 2%, con una media de 1.796 euros por metro cuadrado; y en l'Horta Oest se mantuvo en los 1.800 euros por metro cuadrado.
Asimismo, la oferta también va a la baja: en l'Horta Nord, un 21% menos de vivienda de obra nueva en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con los tres meses anteriores; en l'Horta Oest, un 7% menos; mientras que en l'Horta Sud "no se observan variaciones significativas", señala el documento.
En este contexto, la Cátedra vuelve a incidir en la edificación de vivienda protegida, que considera "la solución necesaria más evidente, que ayudaría a rebajar la tensión de los precios y, sobre todo, permitirá el acceso a la vivienda a quienes ahora lo tienen imposible, los jóvenes y las rentas medias y bajas".
En cualquier caso, aseguran estar "esperanzados" porque "la administración autonómica ha escuchado" sus propuestas de generar el soporte normativo para movilizar el suelo público mediante colaboración público-privada y conseguir disponer de viviendas en alquiler social, pero también a la venta; las fórmulas de derecho de superficie y las de adquisición por permuta permitirán ampliar nuestro parque de viviendas sin descapitalización pública, aliviando así los precios y abriendo una solución para habitar a los que más lo necesitan.
"La coyuntura es, por tanto, compleja. Pero anticipamos que vienen tiempos de esperanza, con la irrupción de promociones de vivienda protegida en los próximos meses que, junto al resto de medidas con carácter administrativo, podrán ir revirtiendo la tendencia", concluye el infome.