VALÈNCIA. Hace poco más de un mes el president de la Generalitat, Ximo Puig, sellaba en Sevilla con su homólogo andaluz, Juan Manuel Moreno, un pacto en torno a la reforma de la financiación que prendía, por fin, la mecha del debate en el ámbito nacional. El encuentro y sus reacciones otorgaron una visibilidad casi inédita al problema, uno de los grandes caballos de batalla de los sucesivos gobiernos de la Comunitat desde que el actual modelo, muy perjudicial para los intereses valencianos, caducara en 2014. No obstante, y pese a los últimos hitos políticos, la ciudadanía valenciana sigue sin reservarle a la financiación el lugar que se le concede desde el Consell como gran solución a los problemas estructurales.
Así lo revela el barómetro que la Dirección General de Análisis y Políticas Públicas de la Generalitat, dirigida por Ana Berenguer, publicó este mismo jueves, y en el que se desvela que solo un 1,2 % de los valencianos sitúa a la financiación entre los tres principales problemas de la Comunitat Valenciana. El estudio, realizado presencialmente en el domicilio de los ciudadanos y a cargo de la empresa GFK-Emer con un coste de 86.773 euros, consta de 4.000 entrevistas repartidas en 182 localidades del territorio valenciano. En sus conclusiones, se aprecia que de los más de treinta problemas que mencionaron los encuestados, la financiación autonómica ocupa, junto con la falta de ayudas a empresas, un llamativo último lugar.
En el lado opuesto, el desempleo, la sanidad o la situación económica figuran entre los grandes problemas a los que la ciudadanía valenciana alude como prioritarios para la Comunitat, pero se sigue sin asociar, como sí se hace continuamente desde la tribuna política, a la financiación como solución central a todos los asuntos anteriores. De hecho, y pese a que el interés en el denominado problema valenciano ha crecido respecto a 2019, cuando sólo un 0,7 % de los encuestados lo señalaba, se ha producido un retroceso respecto al barómetro publicado en febrero de 2018, meses después de la multitudinaria manifestación por la financiación autonómica que congregó a alrededor de 60.000 personas según los organizadores y a 17.000 según la Delegación del Gobierno.
Entonces, hace ya casi cuatro años, un 2,1 % de la población valenciana mencionaba la financiación como un reto de gran relevancia para la Comunitat. Un porcentaje más elevado pero que, puesto en contexto, tampoco evidencia un gran resultado, ya que se mantenía a la cola de los problemas autonómicos. El problema sanitario, por su parte, sí ha experimentado un crecimiento mayor sobre 2019 debido, evidentemente, a la crisis de la covid-19. De hecho, y aunque ya un 26,2 % de los encuestados apunta a la cuestión sanitaria como prioritaria, un 18 % más menciona, directamente, a la pandemia del coronavirus.
Aun así, la financiación autonómica no es el único de los asuntos clásicos del debate político que está lejos de ser crucial para la ciudadanía valenciana. En la encuesta, publicada ahora pero elaborada entre junio y julio, no aparecen bien posicionadas cuestiones como la lengua o el agua, dos puntos recurrentes del discurso de la derecha valenciana. En el primer caso, solo un 2,1 % de la población tiene a ese problema entre sus tres retos principales para la Comunitat, mientras que en el segundo se reduce al 1,8 %. Tampoco la inmigración es una cuestión especialmente inquietante para la ciudadanía, aunque en esta ocasión el porcentaje se eleva ya al 4,5 % y cae en más de 2 puntos respecto a 2019.