VALÈNCIA. La empresa valenciana Tecnidex incrementó su facturación un 4,7% en el segundo año completo tras la compra de AgroFresh de un 75% de su capital. Así lo recogen las cuentas de la compañía de 2019 depositadas en el Registro Mercantil, y que refleja una facturación de 15,5 millones.
La empresa química con sede en Fuente del Jarro (Paterna), fundada por Manuel García-Portillo, es especialista en "alargar la vida de la fruta" y pasó en diciembre de 2017 a pertenecer a la sociedad americana. Respecto a los beneficios, la compañía cerró 2019 con algo menos de medio millón de euros de beneficios, un importe ligeramente inferior al del año anterior.
Respecto a la situación provocada por la covid, el informe de gestión señala que la sociedad ha puesto en marcha un plan de contingencia con el objetivo de garantizar la seguridad y salud de sus empleados, colaboradores, clientes y proveedores. "Las posibles consecuencias derivadas del covid-19 se consideran un hecho posterior que afectará alas cuentas anuales del ejercicio 2020, por lo que no requiere modificar las cuentas anuales del ejercicio 2019, sin perjuicio de que deban ser objeto de revelación en estas cuentas anuales", señalan.
A la fecha de formulación de las cuentas apuntan a que es prematuro realizar una valoración detallada o cuantificación de los posibles impactos que tendrá el covid-19 sobre la Sociedad, debido a la incertidumbre sobre sus consecuencias, a corto, medio y largo plazo. "Si bien debido a que nuestra actividad se ha considerado actividad esencial, no se ha producido interrupciones significativas en la actividad", reconocen.
En este sentido, la compañía no ha registrado problemas de suministro ya que sus principales proveedores están próximos a su ubicación. Además, desde la compañía no han presentado ningún ERTE hasta la fecha ni tenían previsto presentarlo. Tampoco planes de reestructuración que conlleven el cierre de ninguna línea de negocio.
Dejó Moixent para abrirse paso como empresario. Emprendió con éxito Tecnidex y su figura fue reconocida en el sector. Ahora, a sus 67 años, tiene otra quimera: devolver la vida a este territorio rehabilitando masías y cultivando vides y olivos. Con ello, el ‘Mahoma de Moixent’ regresa a sus raíces