The Ocean Race, cada vez más en entredicho 

VALÈNCIA. Tiemblan las estructuras de The Ocean Race, la antigua Volvo Ocean Race, que ve cómo a falta de un año para la salida de la vuelta al mundo desde Alicante con escalas, tripulación y ayuda exterior, no tiene ningún equipo asegurado para participar. Para esta próxima edición, que se celebrará en el mismo año que la llegada de la Vendée Globe —verdadera vuelta al mundo de vela— , The Ocean Race cuenta con dos clases: los VO65 antiguos de los que hay construidas ocho unidades y los IMOCA 60. Los ocho VO65 están ahí, pero ninguno con claras intenciones de volver a navegar por el mundo en una vuelta absurda y con poco interés mediático, en la que abundan los accidentes con resultado de muerte.

La organización de The Ocean Race filtró primero a sus medios afines —los ingleses— que está pensando en retrasar la salida un año a causa de la pandemia de la covid-19 —la noticia llegó a España a principios de mes— pero la realidad es que no tiene actores para su obra de teatro. El formato de la regata cada edición es peor y sigue convertida en una vuelta por el mundo en vez de ser una competición seria. Eso de que comience y termine en el Mediterráneo se antoja como un postureo exagerado, al igual que esa etapa que toca tierras chinas, con la que, la mayoría de los patrones no está de acuerdo por la peligrosidad de sus aguas.

En octubre de 2020, a un año de la salida de The Ocean Race, comenzará la Vendée Globe, la vuelta al mundo en solitario, sin escalas ni ayuda exterior: máximo exponente de marketing y publicidad de la náutica mundial. Para la Vendée hay inscritos 36 equipos, uno de ellos español con Didac Costa como patrón, con barcos IMOCA 60 de varias generaciones, algunos de ellos dotados de los modernos foils, que les dan más velocidad a causa de que el rozamiento con el mar es menor. Esta regata concluirá en Les Sables D’Olonne en febrero de 2021, por lo que no es muy probable que alguno de sus patrones esté por la labor de darse dos vueltas al mundo en un año.

* Lea el artículo completo en el número de julio de la revista Plaza