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los alemanes se quedarán con una de las dos plantas a las que suministraba

ThyssenKrupp reabre Galmed tras provocar la asfixia de Thyssen Ros Casares

16/04/2016 - 

VALENCIA. ThyssenKrupp reabrirá Galmed. Casi tres años después del cierre de la planta de galvanizados de Sagunto, que estaba en beneficios y contaba con carga de trabajo, la multinacional ha trasladado al Consell su intención de recuperar la actividad antes de que finalice el año.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, interpretó el cambio de postura de la compañía alemana como una muestra de confianza en la Comunitat y un espaldarazo para la reindustrialización de la región, pero la reapertura, que no implica obligación de readmitir a sus 165 trabajadores al haber pasado más de tres años, se produce justo cuando el grupo alemán acaba de alcanzar un acuerdo para quedarse una de las dos plantas de Thyssen Ros Casares dentro de la liquidación ordenada de los bienes del grupo Ros Casares.

La familia Ros, enfrentada desde hace años con la multinacional alemana por el control de la firma Thyssen Ros Casares, en la que son socios al 50%, siempre ha sostenido que el cierre de Galmed causó problemas de suministro a las dos plantas de Thyseen Ros Casares en Sagunto y El Puig hasta el punto de contribuir de manera decisiva a la entrada en concurso del grupo industrial valenciano.

De hecho, uno de los frentes que ha mantenido enfrentados a la familia Ros y a ThyssenKrupp hasta el acuerdo alcanzado recientemente para desbloquear la adjudicación de los activos del grupo en el marco del concurso tiene que ver con el supuesto incumplimiento por parte de los alemanes del acuerdo entre accionistas en Thyssen Ros Casares.

La valenciana reclamó a la multinacional alemana 26 millones de euros por el daño causado con el corte de los suministros de tras el cierre de Galmed en Sagunto, que proveía de acero galvanizado a las plantas de planos (plancha) para la industria de la automoción de El Puig y Sagunto. La Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Valencia falló a favor de los alemanes.

ThyssenKrupp siempre ha estado interesada en el negocio de planos, por lo que ha realizado varios intentos por hacerse con el control total de la sociedad Thyssen Ros Casares. El último movimiento ha sido su participación en la puja de los activos de la sociedad en la que eran socios de Ros Casares, en la que compite con el grupo valenciano Gedesco por los mismos bienes.

ThyssenKrupp sacó 245 millones de su filial española mientras cerraba la planta de galvanizados de Galmed

A la reclamación por el perjuicio en el suministro se sumó una demanda por la dimisión de los representantes de la multinacional alemana en el consejo de Thyssen Ros Casares en un intento por bloquear el funcionamiento de la compañía, ya que el órgano quedaba sin el quorum necesario para tomar decisiones. El enfrentamiento se recrudeció en los últimos meses con sendas querellas cruzadas por delitos societarios.

Además, tal y como publicó Valencia Plaza, la multinacional alemana ThyssenKrupp AG disminuyó sensiblemente las reservas de Grupo ThyssenKrupp SL, la filial a través de la que gestiona parte de sus negocios metalúrgicos en España. Lo hizo entre 2012 y 2013, meses en los que la compañía sacó 245 millones de su filial española mientras cerraba la planta de galvanizados de Galmed.

Una reapertura justificada por la planta de El Puig 

La familia Ros y la multinacional alemana han llegado a un acuerdo en la última junta para poner fin al enfrentamiento al asumir que ésta era la única vía para desbloquear la adjudicación de los bienes del grupo a subasta, en particular de las plantas de El Puig y Sagunto.

Tras el pacto, sólo resta que el juez valide la propuesta que los administradores concursales, partidarios de asignar a Gedesco el centro de Sagunto y dejar para Thyssen la planta de El Puig. Los administradores prevén que el magistrado ratifique ese reparto salomónico en pocos días.

El compromiso de ThyssenKrupp consiste en reabrir Galmed antes de final de año, una vez confirmada la toma de control de una de las dos plantas de Thyssen Ros Casares. Fuentes del sector explicaron a este periódico que, una vez transcurridos tres años desde el cierre -que se produjo en agosto de 2013- la multinacional no tendría que afrontar la devolución de las ayudas comunitarias que hubiera podido recibir ni tampoco tendría obligación de readmitir a los empleados al extinguirse cualquier tipo de responsabilidad.

Existen, no obstante, otros factores coyunturales que explican la marcha atrás de ThyssenKrupp con Galmed al margen de la adjudicación de la planta de El Puig que antes compartía son Ros Casares. Entre ellos están las medidas antidumping de la UE contra supuestas prácticas desleales por parte de las empresas chinas del sector del acero o la recuperación de los precios de las materias primas.

"La planta reabre cuando interesa"

A juicio de Francisco Ros, con la reapertura de Galmed ha quedado acreditada la "honorabilidad de la familia Ros Casares", ya que se habría demostrado que la planta "se cerró cuando interesó y se abre cuando interesa". El empresario reiteró que la clausura de la factoría tuvo un impacto "sustancial" en los suministros a Thyssen Ros Casares. 

Pese a todo, consideró que la reapertura de Galmed es una buena noticia para la economía de la comarca y resaltó que la familia Ros ha abierto una fase "constructiva" en la que busca "el beneficio de todos por encima de la revancha".

El empresario también destacó la "contribución" de su familia y la de sus empleados para la reapertura de Galmed, pero lamentó el escaso apoyo de la administración. Como ejemplo, destacó que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no haya accedido a su petición para mantener un encuentro y que el conseller de Economía tampoco le haya dado una respuesta desde que el pasado mes de diciembre le expuso la situación del grupo Ros Casares en el concurso de acreedores.

Por otra parte, el sindicato CCOO celebró el anuncio de la reapertura de Galmed porque permitirá la "activación" del sector industrial y la economía en la comarca de Camp de Morvedre. Mientras, la concejala de Sagunto Teresa García se felicitó por el hecho de que todas las gestiones, "no solamente del gobierno de la Generalitat sino también del Ayuntamiento de Sagunto" puedan llevarse a cabo en el mínimo tiempo posible para "readmitir a los trabajadores de Galmed despedidos sino para crear nuevos puestos de trabajo en la comarca".

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