VALENCIA. La multinacional alemana ThyssenKrupp AG disminuyó sensiblemente las reservas de la filial a través de la que gestiona parte de sus negocios metalúrgicos en España, Grupo ThyssenKrupp SL, entre 2012 y 2013, justo durante los meses en los que la compañía cerró su planta de galvanizados Galmed, con sede en Sagunto. El cierre de la factoría, ejecutado en agosto de 2013, supuso el despido de 165 trabajadores. El propietario lo justificó por el descenso de la demanda de planos de acero en España.
La cebecera del holding controlaba el 75% del capital de ThyssenKrupp Galmed a través de la mercantil española Grupo ThyssenKrupp SL (TK SL) y el 25% restante a través de su fabricante de bobinas de acero Thyssenkrupp Steel Europe, domiciliado en Alemania. Las cuentas de TK SL del año 2013 reflejan varios movimientos aparentemente encaminados a vaciar los recursos de Grupo TK SL.
Meses antes de formular las cuentas de ese año, la multinacional alemana llevó a cabo un cambio relevante en su estructura societaria en España. Desde su llegada a España en 1964, Grupo TK había tenido como socio único a la cabecera germana del holding. Esto cambió en septiembre de 2012, cuando el 100% de Grupo TK SL fue traspasado a la sociedad holandesa ThyssenKrupp Nederland BV, con lo que se convertía en socio único y dominante de la filial española.
La memoria que acompaña a las cuentas de Grupo TK SL refleja cómo ésta pasó de tener unos recursos propios de 509 millones de euros a 30 de septiembre de 2012 a 311 millones a 30 de septiembre de 2013. Esta notable reducción de los recursos propios de la empresa se explica por el reparto de dividendos aprobado por el socio único, la holandesa ThyssenKrupp Nederland BV. Esta firma se embolsó 245 millones de euros en concepto de dividendos con cargo a reservas de la filial española, que ese mismo año declaró unos beneficios de 47 millones de euros.
El traspaso en la titularidad de las acciones de Grupo TK SL a una sociedad holandesa, previo a la aprobación del reparto de dividendo con cargo a reservas, habría permitido a ThyssenKrupp AG beneficiarse de un mejor tratamiento fiscal.
En paralelo, las cuentas de ese ejercicio también reflejan una drástica disminución de los activos financieros de TK SL en 2013 por la reducción de los créditos a la cabecera alemana del grupo, ThyssenKrupp AG. Hasta ese año, Grupo TK SL prestaba los excedentes de tesorería a la matriz del holding industrial, pero en 2013 optó por transferir los recursos mediante el reparto de dividendos con cargo a reservas.
Como consecuencia de esa política, a 30 de septiembre de 2012 -cuando acaba el ejercicio- la alemana ThyssenKrupp AG tenía contraída una deuda a corto plazo de 183 millones de euros con la española Grupo TK SL. Coincidiendo con el reparto de dividendo a la sociedad holandesa, la empresa matriz devuelve la mayor parte de ese préstamo a la española. Las cuentas de Grupo TK SL reflejan cómo un año después, el saldo de crédito con la cabecera germana se había reducido a 18 millones de euros.
Por otro lado, la empresa valenciana ThyssenKrupp Galmed, que cerró su fábrica de Sagunto en agosto de 2013 por decisión de su propietaria al 100%, la multinacional ThyssenKrupp AG, recibió ese año una inspección de la Agencia Tributaria relativa al IVA por la que le levantó, ya en 2014, un acta de 7,35 millones de euros. Según las cuenta anuales de la compañía correspondientes al ejercicio finalizado en septiembre de 2014, esta deuda y sus intereses -casi 400.000 euros- no se habían pagado al cierre del ejercicio, ya que el acta había sido recurrida.
Dado el importe reclamado por Hacienda y la facturación de ThyssenKrupp Galmed -30,6 millones en 2013/2014-, todo indica que la filial valenciana vendía sus productos a otra compañía del grupo alemán sin IVA, motivo por el cual Galmed ha repercutido la deuda con Hacienda en la empresa que debería haberle pagado el impuesto. Galmed está participada en un 75% por Grupo Thyssenkrupp SL, con sede en España, y el 25 por ThyssenKrupp Steel Europe, con sede en Alemania.
Al margen de su participación en Grupo TK SL, la compañía alemana también está presente en el accionariado de Thyssen Ros Casares, dedicada a la transformación de aceros en bobinas y chapas con factorías en El Puig y Sagunto. El capital de esta sociedad se distribuye a partes iguales entre Corporración Ros Casares SL y Thyssenkrupp Sthal Service Center Gmbh, con sede en Alemania.
Ambos socios están enfrentados judicialmente como consecuencia del supuesto incumplimiento de unos acuerdos de suministro suscritos entre Galmed y Thyssen Ros Casares que han conducido a esta firma al concurso de acreedores, según denuncia el grupo metalúrgico valenciano.
El concurso se encuentra en su última fase, ya que está previsto que el juzgado en el que se ha desarrollado el concurso adjudique en breve los activos en los que han sido troceadas las unidades productivas del grupo.
Uno de los aspirantes es precisamente el grupo alemán, que ofrece 7,5 millones de euros por las dos plantas de la empresa. La propuesta fue presentada formalmente el pasado mes de octubre por el Grupo Thyssenkrupp SL.
No es la primera vez que la firma pujaba por estos activos. Meses antes, el grupo alemán ya hizo una oferta por las dos plantas, pero lo hizo a través de la firma Thyssenkrupp Sthal Service Center Gmbh en lugar de mediante Grupo TK SL.
Ese cambio en la titularidad de la oferta obedecería a su intención de evitar tener que asumir el pasivo de 47 millones de euros de la empresa en liquidación, algo a lo que sí estaría obligado si la ofertante fuera la matriz.