VALÈNCIA. ¿Cómo recuerdas los veranos de niño? Imagino que en tu localidad donde ahora eres alcalde.
Así es, eran veranos de pueblo, eternos, duraban mucho, muchísimo, desde que acababa la escuela hasta que volvía. En aquellos años aún había pocos espacios públicos y una de las actividades que más nos distraían era hacer excursiones por Les Valls, por ejemplo, entre Faura y Benifairó, de hecho, recuerdo que sólo había un puente y tenías que cruzar por el barranco. También me viene a la memoria como dedicaba una parte del tiempo a ayudar a mi abuela para las fiestas del pueblo, pintar la casa y arreglar todo para que estuviera perfecto en los días de fiesta.
La inmensa mayoría de municipios en España, celebran sus fiestas patronales en agosto. Cuéntame como las recuerdas.
Estaba siempre en las fiestas de los dos municipios, Faura y Benifairó, de donde eran naturales mis abuelas. Las fiestas de Faura a mediados de agosto y las de Benifairó en septiembre. Algo que tengo grabado es que justo cuando acababan tocaba ir a por los libros para el colegio que los vendían y se hacían largas colas. Una peculiaridad es que cuando acaban las fiestas, todos damos por hecho que se ha acabado el verano. Sólo recuerdo un año donde no estuve, en 1986 porque murió mi abuelo y la familia estábamos de luto y nos fuimos a Canals, y en este año 2020 tampoco la veré porque no habrá Baixà de Santa Barbara a causa de la suspensión por la pandemia.
“Mi verano tiene un centro, las fiestas de mi pueblo Faura donde soy alcalde”
Háblame de tus veranos de adolescencia
Recuerdo que varios años iba a campos de trabajo, realizábamos actividades de todo tipo. Recuerdo un año que estuvimos restaurando la portada del Castillo de Mora de Rubielos, otro año estuvimos en Zamora. A mi me gustaba mucho el mundo de la restauración y disfruté mucho el año en que trabajamos en ese lugar de Mora con tanta historia y belleza.
Entonces siempre has veraneado en el interior, pero estás muy cerca de la costa, también iríais a la playa.
Mis playas son las de Canet y la de Almardá, pero siempre me dicen que soy poco de playa. Te contaré una anécdota que recuerdo perfectamente. Un domingo a las 11h de la mañana, subíamos en el 131 Supermirafiori de mi padre de camino a la playa, mi abuela se quedaba preparando la paella. En el trayecto cruzábamos la N-240 por las vías de tren y cada paso tenía su espera, luego aparcar y dejar el coche al sol que a la vuelta estaba ardiendo y lógicamente no había aire acondicionado. En resumen, para mi era un drama ir a la playa con mis padres, mis dos hermanos y el perro de broma que iba en la bandeja trasera. Creo que ese recuerdo que me quedó grabado a fuego hizo que le cogiera cierta manía al hecho de ir a la playa.
Eres una persona muy vinculada a tu tierra, pero imagino que habrás hecho algún viaje a las zonas de costa más populares, como las Islas Baleares.
Por costumbre y porque me gusta, en agosto siempre he estado en Faura y he disfrutado de las fiestas del pueblo. Si bien, algunos años hice viajes con amigos, pero siempre en julio. Recuerdo que en uno de esos viajes descubrí Formentera, un lugar que me impactó por su belleza natural, sus paisajes y sus calas, sinceramente me sentí triste al abandonarla. Y si hay una zona que atrapa de nuestra Comunitat, sin duda la Marina Alta, sus calas y playas no tienen nada que envidiar a cualquier lugar del mundo. Me gusta decir que el Móngó es algo más que una montaña.
Cuántos recuerdos de los veranos, campo, fiestas, familia y también los tradicionales bous al carrer (como presidente de la Diputación gestiona la Plaza de Toros).
Sin duda, los veranos son la muchedumbre de la gente, ir con mi padre a ver el bou en Benavites, Quartell y Faura, también ir a ver las partidas de pelota y de la misma manera que la parte festiva era muy importante, también debía ayudar a mi padre en la labranza de las tierras.
Tengo la sensación de que los valencianos sentimos un gran apego a la tierra, la huerta, pese a tener el mar tan cerca.
Yo también lo creo, como te decía, ayudaba a mi padre en tareas como quemar la leña de la poda, pulverizar, tirar abono. Y curiosamente mi padre acabó deshaciéndose de todas las tierras y ahora a veces lamento no tener un terreno donde cultivar. También algunos años trabajé como regante, gestionaba el agua de las acequias para regar unos campos durante 12 horas, me llevaba la guitarra y libros para no aburrirme.
¿Y alguna escapada para desconectar?
Gracias a la actividad que desempeño como presidente de la Diputación de Valencia tengo la suerte de conocer nuestro territorio y sinceramente creo que tenemos que visitar y descubrir la cantidad de sitios increíbles que hay en nuestra provincia. Me gusta visitar nuestros pueblos de interior y descubrir las magníficas casas rurales que existen y que ofrecen un trato exquisito.
Olores, sabores, sensaciones de verano….
Sin duda, el jazmín de mi abuela, recuerdo que se barría varias veces al día cuando caían las flores. También para mi el verano era preparar la conserva de tomates debajo de ese jazmín. Nos juntábamos toda la familia, los niños con la caña presionando para llenar los botes, otros pelando tomates y los mayores poniéndolos al baño maría. El olor del tomate es parte de mis veranos, de ese bello recuerdo que con los años aún cobra más valor en nuestra memoria.