Las formaciones empiezan a preparar sus candidaturas, y en ella es fundamental la persona que las lidere
VALÈNCIA. Queda un año para las próximas elecciones municipales, que se celebrarán el último domingo de mayo. En el caso de 2023, el día 28. Joan Ribó, alcalde de València, centra los focos al dilatar hasta después del verano la respuesta a las continuas preguntas que le lanzan sobre su futuro y, más en concreto, respecto a si volverá a optar a la alcaldía al frente de Compromís.
Su caso resulta el más visible por constituir el primer munícipe de la capital; no obstante, ni mucho menos constituye el único. Existen decenas de ellos en la provincia de Valencia. Se trata de alcaldes veteranos, o no tanto, con tirón entre el electorado. ¿Qué ocurrirá con ellos? Y, si generalizamos la pregunta, ¿qué sucederá en los 266 municipios del ámbito provincial?
Tanto desde las cúpulas autonómicas de PSPV como de PP, las formaciones con más varas de mando en posesión de sus candidatos, recalcan que “de momento, nadie nos ha dicho que se quiera ir”. Implícitamente, esa contestación supondría que todos desean repetir. Coinciden en la respuesta y en la confianza en que primeros ediles referentes y con una dilata carrera que los ratifica, como Jesús Ros (Torrent), Ramón Marí (Albal), Carmen Martínez (Quart de Poblet). Miguel Chavarría (Alboraia) o Joaquín Segarra (Benaguasil) por poner algunos ejemplos, opten de nuevo en 2023 a esos cargos.
En ambas formaciones dan preferencia a sus líderes en corporaciones municipales para continuar como abanderados locales. Mientras que en el caso del PP prácticamente los designa automáticamente, en el del PSPV evita hacer primarias donde tiene la alcaldía, un método en el que suele coincidir con Compromís.
En el caso de esta coalición, no siempre es así en teoría, porque abre la posibilidad a quien quiera competir; no obstante, en la práctica no suelen presentarse rivales contra alcaldes. El principal estandarte compromisario en la provincia se asienta en la capital de la Ribera Baixa, Alzira. Se trata de su primer edil, Diego Gómez, que amplió su caudal de votos en los últimos comicios.
Compromís tendrá que enfrentarse al reto de optar en otras dos localidades clave: Oliva y Tavernes de la Valldigna, con candidatos nuevos, ya que sus cabezas de lista y alcaldes al inicio del mandato -David González y Jordi Juan respectivamente- renunciaron tras ser investidos del cargo para ocupar otros de designación autonómica. Sus sustitutos, Yolanda Balaguer en Oliva y Sergi González en Tavernes, afrontan la tentativa de igualar los buenos resultados de sus predecesores si finalmente también encabezan la candidatura.
Una situación similar afecta el alcalde socialista de la segunda ciudad –después de la capital- más populosa de la provincia -prácticamente igualada con Torrent en esa clasificación-, José Manuel Prieto, que accedió al cargo el pasado mes de julio en sustitución de Diana Morant, actual ministra de Ciencias e Innovación. Por lo que a él respecta, en su calidad de máximo edil y, además, secretario general local, tendrá el camino expedito para el primer lugar en la candidatura del PSPV.
Y sobre la antes citada Torrent, la dirección socialista confía en el tirón del primer concejal, Jesús Ros, que mejoró resultados en 2019 respecto a 2015 después de volver a la política local tras su etapa como diputado autonómico. Da por seguro que volverá a presentarse y espera incluso que logre mayoría absoluta restando más a Compromís y absorbiendo a Ciudadanos, formación con la que en la actualidad dirige el municipio.
Siguiendo la enumeración por partidos citados, el problema del que preside a escala nacional Inés Arrimadas consiste en que sus actuales siete primeros ediles en la provincia quieran volver a concurrir bajo la marca Cs. Prácticamente todos han comenzado a recibir ofertas (en algunos casos en forma de insinuaciones todavía), ya sea de formaciones comarcales como Ens Uneix (Antonio Vicente Lluch, en Llanera de Ranes), del PSPV (Miguel Donet, en Barx) o del PP (como Salvador Honrubia, en Cofrentes, entre otros). Si la intención de voto de Ciudadanos continúa a la baja, posiblemente más de uno y de dos prefieran encabezar una candidatura bajo otro nombre con más tirón. En los próximos meses quedará claro.
Y si existe un independiente con ofertas es el alcalde de Alberic, Toño Recatalá, que dirige el municipio con una holgada mayoría absoluta de 11 ediles sobre un total de 17. En 2019 se presentó con la denominación Ciutadans per Alberic. Lo haga con la que escoja, concita un enorme respaldo popular que provoca que nuevos partidos que buscan expandirse, algunos de la órbita valencianista, le tienten. Un caso similar, aunque a menor escala por la dimensión de su término municipal (Gátova), lo supone Manuel Martínez, que se presentó por Contigo Somos Democracia en 2019 y ganó sumando cinco de siete concejales en liza.
Aunque el ejemplo prototípico, demostrado con resultados, de alcalde que atrae votos vaya con quien vaya se asienta en la Vall d´Albaida, y más en concreto en su ciudad más habitada, Ontinyent. Jorge Rodríguez no solamente repetirá como cartel electoral de Ens Uneix (antes, La Vall Ens Uneix), sino que persigue expandir la marca a todo el sur de la provincia de Valencia, como ya explicó Valencia Plaza.
Retornando al PSPV, una de las singularidades en alcaldías la constituye el máximo munícipe de la capital de la Ribera Baixa, Sueca. Dimas Vázquez sufrió la apertura de un expediente en 2019 por no permitir que Compromís, el más votado, con ocho ediles, levantara la vara de mando. Esto provocó que su anterior alcaldesa y ahora consellera de Educación y Cultura, Raquel Tamarit, la tuviera que ceder.
El afortunado fue el propio Dimas Vázquez, con el apoyo de PP y Cs. El expediente, como ocurre cuando la formación que lo abre tiene escaso interés en que prospere, se ha eternizado en el tiempo. El primer edil goza del respaldo de la agrupación local socialista, que recientemente apoyó mayoritariamente su gestión y oscureció las voces críticas. ¿Volverá a presentarse dentro de un año Vázquez al frente de las siglas del PSPV? Se trata de una de las muchas incógnitas que quedará resuelta en los próximos meses.
El Partido Popular, por su parte, enarbola 62 alcaldías, en la mayor parte de los casos en municipios con menos de 10.000 habitantes. Por el tamaño de la localidad que dirigen, y por su capacidad para mantenerse en el cargo en la época de peor reputación de la marca PP y lograrlo incluso con mayoría absoluta, sobresalen su ex presidente provincial Juan Ramón Adsuara (Alfafar) y Joaquín Segarra (Benaguasil), ambos diputados provinciales. La dirección provincial que encabeza Vicent Mompó (también alcalde con amplia ventaja en Gavarda) da por descontado que los dos repetirán en lista, al igual que alcaldesas pujantes como Sandra Turégano (Pedralba) o Teresa Cervera (Bugarra).
En esa misma línea, y con más motivo por acumular un mayor número de varas de mando, se encuentra el PSPV. La cúpula autonómica parte de la premisa del enganche de sus primeros ediles con el electorado, sobre todo en poblaciones populosas como Quart de Poblet, Mislata, Paterna o Cullera, donde la candidatura socialista obtuvo en 2019 abultadas mayorías absolutas que dejaron en ridículas las cifras de todos sus contenientes políticos.
El área metropolitana en general, con bastiones socialistas consolidados en los últimos comicios como los antes citados o los de Burjassot, Benetússer, Xirivella, Aldaia, Sedaví o Silla, entre otros, resulta básica para el impulso autonómico y nacional de la formación que secretaría Ximo Puig a escala autonómica.
En este contexto comienza el último año de mandato. Los partidos políticos inician una especie de precampaña electoral en la que en la inmensa mayoría de los casos, y salvo alguna sorpresa, cuentan con sus alcaldes para que encabecen las candidaturas locales allí donde ocupan el sillón presidencial.