VALENCIA. El modelo de gestión público-privado de la sanidad en la Comunitat Valenciana ha sido cuestionado por muchos tras su puesta en marcha en 1999. Desde su primera concesión con el Hospital de La Ribera se ha puesto en duda si el modelo Alzira realmente ocasionaba un ahorro para las arcas, a lo que se suma que algunos partidos políticos, concretamente los que están al frente del Consell, critiquen la ‘mercantilización’ de la sanidad y la consellera Carmen Montón abogue por no renovar ninguna de las concesiones.
Ahora, un estudio de investigación multinacional que se está desarrollando en la Universidad de Berkeley (EEUU), liderado por Richard M. Scheffer -catedrático de la Salud y Políticas Públicas en la Escuela Goldman y titular de la Cátedra de Mercados de la Salud y Bienestar- y que en España se ha centrado de forma concreta en el Hospital Universitario de La Ribera, arroja luz. Y es que, los resultados preliminares de esta investigación arrojan en el año 2012 un ahorro para el Consell de alrededor de un 30% por cada uno de los 250.000 habitantes que atiende este hospital, concretamente un 29,7%.
Según estos datos, un ciudadano costaba a la administración pública 1.324 euros en departamentos de gestión pública directa mientras que en la concesión administrativa ese mismo ciudadano costaba a la administración 931 euros. A nivel nacional, el estudio “La integración de los sistemas sanitarios en España y alrededor del mundo: nuevas pruebas científicas” ha sido liderado por Félix Lobo, catedrático de Economía y Director del Seminario de Estudios Sociales de la Salud y los Medicamentos de la Universidad Carlos III de Madrid y Nuria Mas, investigadora del IESE. No obstante, también se estudian otros modelos como el de la Clínica Mayo o la Clínica Cleveland.
La base de este estudio es el ‘Triple Aim’. Los autores parten de la idea de que es posible lograr un servicio de salud mejor y más completo mejorando tres aspectos de la sanidad: incrementar la satisfacción de los pacientes, mejorar los resultados de salud y reducir o contener costes. A partir de ahí empezaron a estudiar el modelo Alzira para ver si suponía un modelo de éxito. En cuanto a los resultados en salud, también sale ganando al ser comparados con la media de la Comunitat Valenciana.
Justifican como un modelo de integración entre Hospital y Atención Primaria, con las herramientas de gestión que permite la iniciativa privada, mejora los resultados en salud. Concretamente, se centran en indicadores como la eficiencia en urgencias y hospitalizaciones evitables. Unos datos que mejoran, según el estudio, gracias a la integración entre Hospital y Atención Primaria, ya que mejora la capacidad de resolución de Atención Primaria y permite controlar a los enfermos en todas sus fases controlando mejor el envejecimiento y las enfermedades crónicas. Esto repercute en aumentar un 40% la tasa de admisiones en la sala de emergencias.
Este estudio se puso en marcha en 2013, cuando la delegación de Berkeley visitó el hospital de La Ribera. Estos datos de salud también son respaldados por los informes de los gerentes, que se extraen de datos recogidos en el sistema Alumbra, donde se vuelca toda la información en tiempo real. Concretamente, los datos de junio destacan que el Hospital de Alzira tiene mejores resultados, 20 días, que la media de Conselleria, 39 días, en el tiempo de espera para primeras visitas. También en intervenciones quirúrgicas, que es de 40 días en Alzira o 57 en los departamentos de la Conselleria.
También es menor la estancia media en Alzira,4,64 días, que la media de Conselleria, 5,74. Las tasas de consulta de enfermería a domicilio de Alzira son mayores mientras que la tasa de consultas totales sobre la población es menor. Es destacable que la diferencia que en la tasa de fracturas de cadera intervenidas con más de dos días de retraso, que en el caso de Alzira es de 20,74% mientras que la media de Conselleria es 49,10%. La tasa de pacientes atendidos en tiempo de urgencias es del 93,78% mientras que la media de Conselleria es del 81,11%. Entre los indicadores en los que Alzira salen perdiendo sería, por ejemplo, el porcentaje de pacientes hiperfrecuentadores mayores de 15 años. Aunque estos son los datos del Hospital de La Ribera, lo cierto es que las medias de estos ratios para el resto de concesiones también son mejores que los gestionados totalmente por la administración pública.
Este martes, una delegación internacional de la consultora internacional Deloitte también visitaba este martes el Hospital de La Ribera para estudiar de primera mano su modelo de gestión. La comitiva estuvo integrada por consultores sanitarios de esta compañía procedentes de Australia, Estados Unidos y Reino Unido. Entre los puntos de trabajo estaban la integración entre los niveles asistenciales, la atención basada en la eficiencia y las políticas de formación e incentivación de los profesionales.
También analizaron la gestión del personal, las medidas que garantizan la calidad asistencial, los indicadores de control por parte de la Administración, la tecnología y los Sistemas de Información, la importancia de la fidelización y satisfacción de pacientes, y la promoción de la salud.
Actualmente, los contratos por los que la Generalitat tiene cedida la asistencia sanitaria de cinco departamentos de salud a concesionarias privadas -concretamente de Alzira, Torrevieja, Dénia, Elche-Vinalopó y Manises-, tienen una vigencia de 15 años que podría ser prorrogables otros cinco. La cuestión es que aún queda demasiado tiempo para que terminen las concesiones. Concretamente el fin de la del Hospital de Alzira es en 2018, misma fecha que el de las resonancias magnéticas. Después será el turno de Torrevieja en 2021, Dénia en 2023, Manises en 2024 y Elche en 2025.