Un pacto para las europeas o la última llamada para 'salvar' la relación Sumar-Compromís

VALÈNCIA. Las conversaciones entre Sumar y Compromís para confluir conjuntamente a las elecciones europeas siguen encalladas después de que esta semana ambas partes negociadoras vieran muy lejos el acuerdo. La falta de un entendimiento, especialmente en cuanto al reparto de las plazas en los puestos de salida de la candidatura, ha constatado no sólo que las relaciones entre la plataforma de Yolanda Díaz y la coalición valencianista ya no pasaban por su mejor momento, sino que los comicios europeos pueden suponer un punto de inflexión.

No son pocas las voces en el seno de la coalición valencianista, conformada por Més, Iniciativa y VerdsEquo, que evidencian cierto hartazgo para con la formación fucsia. Ya no sólo en la gestión diaria del gobierno y la desatención de importantes intereses valencianos, sino porque, afean varias fuentes de Compromís, Sumar se vendió como una plataforma para impulsar el carácter plurinacional y descentralizado del estado pero su ejercicio práctico se asemeja, en algunos aspectos, al de la centralista dirección de Podemos, con la que acabó manteniendo grandes diferencias pese a haber confluido en coalición electoral.

En dicho contexto, las conversaciones para concurrir conjuntamente a las europeas no han fructificado y lo cierto es que las posiciones están bastante enconadas sobre las plazas de la candidatura, principal obstáculo para el acuerdo. Sin ir más lejos, según fuentes de Més, el partido de Joan Baldoví y Águeda Micó habría acordado este jueves exigir la tercera plaza de la candidatura como condición sine qua non para cerrar un pacto. Algo que quedaría bastante lejos de la posición de los de Díaz.

Este viernes, la vicepresidenta del Gobierno visitó el Ayuntamiento de València con motivo de la inauguración de la Capitalidad Española de la Economía Social que ostenta este año el Cap i Casal, dirigido por la popular María José Catalá. Una cita en la que Díaz aprovechó para recordar públicamente y con cariño al anterior alcalde, Joan Ribó, y donde resaltó la necesidad de "acordar entre diferentes", pese a las dificultades que parece haber para acordar con quienes parecen próximos a nivel programático.

Con todo, y aunque la portavoz de Compromís en València, Papi Robles, se desmarcó de las negociaciones, tanto ella como Díaz protagonizaron un abrazo en el vestíbulo municipal. La idea con la que se trabaja es poder alcanzar un pacto durante la próxima semana, si bien este viernes todavía no se había fijado fecha para una próxima reunión. Desde Compromís no se descarta todavía un pacto e intentan no generar excesivo dramatismo, lo cual, insisten, no resta firmeza a sus exigencias.

La conclusión de estas negociaciones no es baladí; puede resultar determinante. Iniciativa ya aprobó su voluntad de confluir con Sumar en las europeas mientras que Més, la pata mayoritaria de Compromís, debe refrendarlo por su parte si hay acuerdo. Pero desde varias corrientes internas se habían fijado las elecciones europeas como momento a partir del cual repensar o reconfigurar su relación con la plataforma de Díaz y quién sabe si seguir la línea del BNG gallego.

En ese sentido, desaires del gobierno central ya no sólo con la infrafinanciación, asunto que se arrastra ya durante años y para el que el ejecutivo central ha rechazado una solución como el fondo de nivelación transitorio que pedía Compromís, sino también respecto a infraestructuras como el Tren de la Costa o la aprobación de la ampliación del Puerto de València han erosionado con el tiempo una relación que, si en un principio pudo gozar de buena salud, hoy apenas se despacha en saludos protocolarios y negociaciones por puestos de salida.

Pero a ello se suma la estrategia del partido de la vicepresidenta del Gobierno de mostrar una inequívoca voluntad de implantarse en la Comunitat Valenciana, con la organización de diferentes mítines de partido en territorio valenciano de manera independiente a Compromís. Un movimiento que, si bien no se ha criticado públicamente desde las filas de la coalición valencianista, tampoco ha agradado en demasía. Por todo ello, el fracaso de una candidatura conjunto para las europeas puede suponer la enésima evidencia del distanciamiento y un punto de partida para rediseñar las relaciones entre ambas fuerzas.

No hay factor Oltra

La coincidencia temporal de las negociaciones con el sobreseimiento provisional de la causa que mantenía imputada a la exvicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, había dejado vía libre a que la lideresa de Compromís, uno de los principales rostros de la coalición, pudiera volver a la primera línea política. Sin embargo, y aunque no son pocos los que tanto en público como en privado han mostrado su deseo de recuperarla, lo cierto es que, por el momento, parece haber más de sueño que de realidad.

Más allá de lo precipitado que sería un vuelta de cara a formar parte de la candidatura europea, a la postre, tal como se reconoce en la coalición, depende de su voluntad. Y aunque tanto desde Sumar como desde Compromís se hayan congratulado del archivo provisional de la investigación, no es oro todo lo que reluce. Sin ir más lejos, uno de los altos cargos que estaban imputados con Oltra, Francesc Gamero, se sinceró en redes sociales este viernes, en un hilo al que la propia Oltra dio 'me gusta'.

En él, y tras agradecer el apoyo recibido tras el archivo, dijo no entender por qué "hay quien, dentro y fuera de Compromís", en claro guiño a miembros de Sumar entre otros, "insiste en seguir hablando de Mónica". "No es ahora el momento de hablar, reconocer y dar apoyo en público [...]. El momento ha sido a lo largo de estos dos años", señaló, para afear "la distancia" con Oltra y su equipo durante la campaña. Buena muestra de que, pese a las celebraciones, no todo está bien, no todo está como antes.

De este modo, la vuelta de Oltra no parece tan sencilla. Pero en todo caso, según señalaron fuentes conocedoras de las conversaciones, en ellas no se ha hablado de ninguna 'cláusula Oltra' para las listas europeas en el caso de que se acordara su vuelta a la primera línea, como sí añadió Compromís para su candidatura a la Generalitat Valenciana.