VALÈNCIA. La alianza entre Compromís y Sumar para las elecciones generales del pasado año se vivió, en líneas generales, con cierta ilusión y entusiasmo en el seno de la coalición valencianista. Bien es cierto que no a todos apasionaba la alianza con una formación incipiente y de ámbito nacional, pero pocos dudaban de que el acuerdo sería la manera más efectiva para situar a más representantes en el Congreso de los Diputados.
A todo ello hay que añadir las imágenes y sonrisas entre referentes de Compromís y la impulsora de Sumar y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Primero había sido el gran acto celebrado en València en 2021 con Mónica Oltra como maestra de ceremonias, junto a otras políticas reconocibles como Ada Colau, Mónica García o Fátima Hamed.
Posteriormente, ya con las elecciones más próximas, recogieron el testigo Joan Ribó y Joan Baldoví -Oltra ya se había apartado de la política-, que alimentaron la relación y la alianza con Sumar y Yolanda Díaz, algo que también venían haciendo los que habían sido sus aliados en las anteriores elecciones, Más País de Íñigo Errejón y la citada Mónica García. De hecho, en Compromís, especialmente de cara a la ciudad de València, mostraron su interés en que Díaz contribuyera especialmente en la campaña municipal. Y así lo hizo.
La líder de Sumar aprovechó la invitación de la Comissió Ciutat-Port para, a tres días de las elecciones, dar su respaldo a Ribó con el objetivo de que lograra repetir como alcalde de València. Una muestra de apoyo que realizó en presencia de la candidata de Podem, Pilar Lima, algo que no se sentó demasiado bien a los 'morados', dado que Díaz formaba parte del Gobierno de España bajo el paraguas de esa marca. En la otra orilla, en Compromís se celebró esta visita con satisfacción y optimismo: Díaz atravesaba un buen momento político y su respaldo a Ribó talaba las opciones de un rival directo en la lucha por el espacio electoral.
No obstante, las elecciones autonómicas y locales se saldaron con la salida de la izquierda de la gran mayoría de las instituciones. Posteriormente, la alianza en los comicios generales dio mejores frutos: sin conseguir resultados espectaculares, el pacto con Sumar proporcionó a Compromís dos representantes, Àgueda Micó (Més) y Alberto Ibáñez (Iniciativa).
A partir de ese momento, la relación ha ido evolucionando. La negociación entre Sumar y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez incluyó algunas reivindicaciones valencianas, aunque también se generaron ciertas dudas sobre el peso de Compromís en la alianza. Por ejemplo, desde la coalición valencianista se daba mucha importancia al rechazo sobre la ampliación del Puerto que, aunque Díaz había respaldado públicamente, no se tradujo en una posición firme a la hora de negociación.
De la misma manera, también propició cierta inseguridad la redacción del acuerdo PSOE-Sumar a la hora de especificar que se reformaría el sistema de financiación autonómica -esto sí aparecía- y mientras tanto se habilitaría un fondo de nivelación -esto se reflejaba de una manera mucho menos clara-. De hecho, la propia vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya se encargó recientemente de desmarcarse de esa promesa, lo que también dejó en Compromís un regusto amargo.
De esta manera, se han ido intercalando distintas situaciones que han ido mutando del amor inicial a una relación más protocolaria entre los dos partidos. Micó, por ejemplo, fue designada como portavoz adjunta del grupo de Sumar, pero Compromís ha rechazado el ofrecimiento de tener dirigentes dentro de la dirección orgánica del partido de Díaz. También en Sumar se apostó por designar a una ex alto cargo del Consell, Irene Gavidia, como directora general del Imserso, y Compromís, concretamente Iniciativa, se encargó de frenarlo.
Ahora, Sumar ha dado el paso de empezar a expandirse territorialmente por diferentes comunidades autónomas, entre ellas la valenciana. Esto ha despertado recelos en aliados como Más Madrid, aunque en Compromís insisten en quitarle importancia al asunto. "Tenemos un acuerdo firmado con Sumar en el que se reconoce que el sujeto político en la Comunitat Valenciana es Compromís y así será", sentenció el portavoz en Les Corts, Joan Baldoví, al ser preguntado este lunes por las asambleas de Sumar celebradas este fin de semana en la autonomía.
De hecho, tal y como informó este diario, algunos referentes de la coalición valencianista aseguran que les preocupan más alianzas como la forjada por partidos locales independientes en la llamada Unión Municipalista, donde participa entre otros el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, con su partido Ens Uneix, que el aterrizaje de Sumar. "No tienen estructura, cuadros, censos... y las asambleas que están celebrando así lo evidencian. Parece un error estratégico", comentaba a este diario un dirigente de Compromís. Otros, desde la parte de Més, incluso veían un lado positivo en este intento de implantación territorial de Sumar, al considerar que se ponía todavía más de manifiesto que el de Díaz es un proyecto distinto al de Compromís, algo que apuntala la decisión de la coalición valencianista de no haber entrado en la dirección de Sumar
ni tampoco en el Gobierno de España.
Eso sí, públicamente, las reacciones de Compromís ante este la llegada de Sumar a la Comunitat es calmada. El partido de Díaz, en reuniones previas, les aseguró que no podían armar un partido de ámbito nacional sin tener una mínima estructura en tierras valencianas, Cataluña, Aragón... etc, y la propia Díaz recalcó públicamente que no competirían y que la referencia electoral en esas autonomías serían sus socios.
Más allá de lo que confíen en Compromís en estas afirmaciones, lo cierto es que este aterrizaje se produce también en los albores de la negociación para concurrir conjuntamente a las elecciones europeas, donde la coalición valencianista espera obtener un puesto teóricamente de salida (se habla del número tres o cuatro). Una razón que puede contribuir a que el tono o las reacciones sean más comedidas.
De hecho, este martes El Confidencial publicó que Sumar apoyó en el Consejo de Ministros la aprobación de la ampliación del Puerto, dado que en el acta pública no se reflejaba ausencia alguna de los representantes de Sumar respecto a ese punto.
Desde el partido de Díaz rechazaron esta visión y aseguraron haber defendido "dentro y fuera del Gobierno" el "no" a la ampliación del puerto. Ahora bien, al ser las deliberaciones secretas, la única manera de haber evidenciado un desacuerdo visible habría sido ausentarse al abordar esta cuestión, puesto que de lo contrario la aprobación, como órgano colegiado, se produce, aunque haya discrepancias, con la aparente conformidad de los presentes. Sobre esto, Compromís se posicionó del lado de Sumar y echó tierra sobre el asunto, remitiéndose a la reacción del partido de Díaz: "La posición de Sumar ha sido clara, no tenemos más que añadir", aseguró Baldoví preguntado por esta cuestión, para zanjar que las ministras de sus socios "no apoyaron" la ampliación del Puerto en el Consejo de Ministros. Preguntado por si se habían opuesto activamente en aquella sesión a la aprobación de ese punto, Baldoví respondió: "Sería una magnífica pregunta para hacérsela a los ministros de Sumar", comentó, pero reiteró remitirse a la "rotunda" reacción oficial del partido de Díaz sobre esta cuestión.