VALENCIA. La pieza separada de la Operación Taula que hace referencia a los conocidos como zombies, personas que cobraban dinero público sin ir a trabajar, empieza a tomar forma. Este viernes debían declarar seis personas. De ellas, cinco se acogieron a su derecho a no declarar, entre ellas el exjugador del Olimpic de Xàtiva que cobró como asesor de Imelsa.
Pero según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes de toda solvencia, una de las personas citadas a declarar, un extrabajador de la empresa de comunicación que trabajaba habitualmente para el Partido Popular, dio la campanada.
Este hombre, trabajador de una de las empresas vinculadas al grupo de comunicación Engloba, afirmó que el dueño de dicha empresa, José Adolfo Vedri, le pidió que aceptara cobrar de la empresa pública Imelsa durante varios meses.
De hecho, el investigado afirmó, tal cual ya hiciera ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que su trabajo habitual se desempeñaba en una gráfica propiedad del empresario, también investigado por estos hechos, aunque su sueldo durante tres meses provenía de Imelsa porque su jefe así se lo pidió. Dicho sueldo era de 2.700 euros netos al mes.
Con esta declaración, ya son tres las personas que han confesado ante el magistrado instructor, Víctor Gómez, y el fiscal Anticorrupción Pablo Ponce ser zombies, pues además del trabajador de Engloba, otro hombre y una mujer también reconocieron haber cobrado de Imelsa sin “haber pisado nunca las instalaciones de dicha empresa pública”.
Ahora solo faltan por declarar los principales investigados dentro de esta pieza, entre los que están el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus, el empresario José Adolfo Vedri o el autodenominado yonki del dinero, Marcos Benavent.
Es Benavent quién más explicaciones deberá dar, ya que dos de los tres imputados que han confesado apuntan hacia él como responsable de su contratación ‘ficticia’ dentro de la empresa pública, que pagaba con dinero público, Imelsa. Ambos declararon que entraron allí por ser conocidos de Benavent, uno era amigo y la otra conocida que “tenía problemas económicos y a la que el yonki del dinero le hizo un favor”.
Y además, las personas que prestaron declaración por haber cobrado finiquitos por despido desproporcionados también apuntaron hacia Marcos Benavent como máximo responsable.
Las declaraciones de estos primeros espadas se prevén para los próximos días, ya que según ha podido saber Valencia Plaza, los investigadores quieren dejar lo más cerrada posible esta parte del sumario de la Operación Taula, ya que todavía quedan varias piezas secretas.
En esta pieza separada continúan como investigadas 13 personas como presuntos zombies, otra por los finiquitos, así como Rus, Vedri y Benavent, además de el Olimpic de Xàtiva y Engloba.