VALÈNCIA. Es el segundo debate del Estado de la Ciudad de València. Es el que marca el inicio del tercer año de la legislatura y hay muchas claves en él que evidencian que las miras ya están puestas en la próxima campaña. A falta de 20 meses para los comicios, los partidos políticos comienzan a desvelar las líneas maestras de su propuestas día a día, y el debate se convertirá en el escenario idóneo para ir apuntando sus objetivos venideros.
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Con todo, aún tiene un interés municipalista. Y es que “el duro será el del año que viene”, tal y como comentan desde uno de los partidos que conforman el Govern de la Nau. El de éste aún tiene hueco para tratar los asuntos del día a día, los problemas, propuestas y soluciones que se ofertan para resituar la ciudad. Tasa turística, apartamentos ilegales, inversiones, empleo… la batería de temas aún es amplia.
No se trata de un acto de agenda, mero protocolo y ya está. El alcalde Joan Ribó habló este martes en la inauguración de la Feria Habitat de la importancia que le da a este foro e insistió en que entre sus planes se encuentra lograr que sea anual por ley, porque cree que les ayuda a reflexionar sobre la ciudad. Desde la “tranquilidad” aludió a que tenía “muchas cosas que resumir, muchos proyectos desarrollados y muchas cosas que contar”, al tiempo que aseguraba que también tenía mucho que “aprender” de las entidades ciudadanas que, afirmó, “aportarán sus críticas y sus propuestas, que nos parecen muy importantes”. Estas ya han manifestado su deseo de tener una mayor participación en el futuro. Las 12 entidades que estarán en el hemiciclo (vecinos, comercios,consumidores…) cuentan con tres minutos de intervención cada una, un tiempo que les parece insuficiente.
Ribó abrirá con una intervención sin límite de tiempo para dar cuenta de la acción de su gobierno y anunciar propuestas del ejecutivo local para el próximo año. Seguidamente será cuando se escuche la voz de las entidades que han presentado su solicitud para participar y será después cuando intervengan los portavoces de los diferentes grupos políticos municipales, en dos turnos: el primero, de 15 minutos; y el segundo de 8; y por orden de menor a mayor representatividad. La sesión concluirá con la intervención del alcalde, que pondrá punto final.
María Oliver debutará como portavoz de València En Comú tras la marcha de Jordi Peris. Tanto desde el PP y como desde Ciudadanos sus respectivos portavoces, Eusebio Monzó y Fernando Giner, coincidirán en combinar cuestiones nacionales y locales. El referéndum del 1 de octubre por la independencia de Catalunya se dará cita con otros asuntos como La Marina o el Parque Central. Ambos también coincidirán en criticar el bajo nivel de gasto en inversiones. Las diferencias irán en que en el caso del PP plantearán sus dudas sobre la tasa turística así como incidirán en criticar la subida de impuestos.
Mientras, desde Ciudadanos ampliarán la nómina de asuntos también a la transparencia y las críticas a la situación del Empleo en la ciudad, una crítica que les ayudará a su doble objetivo: por un lado marcar diferencias con el PP, que se atribuye parte de la recuperación del mercado laboral por las políticas nacionales, y por el otro focalizar sus críticas en la portavoz socialista, Sandra Gómez, a la que muchos ven como el rival a batir.
Gómez, por su parte, tiene previsto reivindicar el peso de su formación dentro del Govern de la Nau partiendo del hecho de que las áreas que gestionan los socialistas (Empleo, Turismo, Policía y Bomberos, Urbanismo, Hacienda…) son “los pilares que sostienen cualquier ayuntamiento”, según los socialistas. Igualmente tiene previsto hacer gala de que en València “se vive mejor” tras dos años de Govern de la Nau y hará mención a “las 18.000 personas que han encontrado trabajo” o la reactivación urbanística. Entre los retos Gómez aludirá a la consolidación de la franja marítima, desde la Malvarrosa hasta Nazaret, uno de los caballos de batalla de los tres partidos que conforman el gobierno municipal, aludirá a la conexión a través de la Línea 2 de Nazaret con el centro, y apostará por apoyar el crecimiento económico de la ciudad “en la innovación tecnológica”. E igualmente está previsto un anuncio interesante, según fuentes socialistas.
A Pere Fuset, como portavoz de Compromís, le corresponderá la parte más amable. Más allá de los números, que pasarán a ser propiedad del alcalde, Fuset tiene previsto apostar por un discurso en el que se den ejemplos de cómo la ciudad ha cambiado en estos dos años. Por encima de cualquier otra cuestión, el concejal de Cultura Festiva apostará por un “toque humano” para expresar cuál es el nuevo modelo de ciudad que plantean desde su partido, qué es lo que buscan, poniéndole “cara” a su relato. Un relato que se encuentra a mitad de narración, pero que inicia este curso su parte final. El Rubicón está cruzado.