VALÈNCIA. Un poco de chapa y pintura a las tensas relaciones que viven los dos socios de gobierno en el Ayuntamiento de València, Compromís y PSPV. Las formaciones escenificaron unidad este jueves en el último pleno municipal del año al presentar una moción conjunta acerca de la ampliación del Puerto, uno de los principales motivos de desencuentro en los últimos meses entre la formación de Joan Ribó y la de Sandra Gómez.
La moción aprobada por el equipo de gobierno con el voto en contra de la oposición acuerda remitir los informes municipales enviados a la Autoridad Portuaria también a "los ministerios competentes" para que diriman, "bajo criterios técnicos (...), la necesidad de una nueva declaración de impacto ambiental" (DIA). La coalición valencianista ha estado defendiendo que es imprescindible esta nueva DIA dado que el proyecto inicial de la ampliación del Puerto ha variado sustancialmente desde que se presentó.
De hecho su postura, antes de tener los informes técnicos municipales, ya era la exigencia de esta nueva DIA. Con los estudios técnicos en la mano, los votos de los ediles de Compromís aprobaron el pasado viernes en la Junta de Gobierno una moción para instar a la Autoridad Portuaria a llevar a cabo este trámite. Lo hizo con la abstención de los socialistas, cuya postura se remitía a someterse a las valoraciones técnicas del ministerio responsable.
En este sentido, el acuerdo alcanzado este jueves entre ambas fuerzas es sobre un texto "de mínimos", tal y como admitió el portavoz de Compromís, Pere Fuset, dado que su formación siempre ha ido más allá que los socialistas. El pacto se ha fraguado después de que el PSPV amenazara con presentar una moción propia en la que se pedía "al órgano competente" evaluar técnicamente la necesidad de una nueva DIA.
En ese sentido, el nuevo texto especifica que los informes municipales deberán trasladarse "al ministerio competente" para que se pronuncie al respecto. Una modificación que en Compromís ven clave ya que consideran que, en la práctica, se trata de la petición de una DIA. Algo que las interpretaciones socialistas niegan: "Lo lógico es que sean los técnicos, y no los políticos, los que decidan", explican. Y es que, ni reflejándolo en un papel, ambas formaciones no coinciden en la interpretación.
Es más, las posturas en el debate plenario también fueron diferentes. Mientras que el portavoz de Compromís, Pere Fuset, mantuvo la irrenunciabilidad de la declaración de impacto ambiental, la portavoz socialista, Sandra Gómez, insistió en la necesidad de que fueran los equipos técnicos de las administraciones los que dirimieran, más allá de la opinión de los partidos.
Por otro lado, el texto inicial de los socialistas pedía instar a la Autoridad Portuaria a aplicar "medidas correctoras y compensatoria" de las "posibles externalidades negativas" de la construcción de "cualquier infraestructura". En ese sentido, la negociación con la coalición valencianista tuvo como fruto la introducción de una sentencia de mayor contundencia: "Rechazar un modelo de crecimiento depredador como el que impulsaron las anteriores administraciones valencianas".
El acuerdo incluye, asimismo, "instar a todas la administraciones competentes a vigilar por el estricto cumplimiento de las normas, evaluando las consecuencias que cualquier obra a ejecutar y su consecuente explotación puedan provocar en el medio ambiente". La moción de la Junta de Gobierno Local que exigía la declaración de una nueva DIA decaerá en favor de esta, al ser esta última de mayor rango que la aprobada por los ediles de Compromís en el seno del gobierno municipal.
La portavoz del PP, María José Catalá, manifestó su rotundo rechazo a los postulados de las formaciones de gobierno y censuró lo que considera "incoherencias" de Compromís y PSPV. Asimismo, les acusó de generar "dudas sobre una inversión" que supone "puestos de trabajo" y "liderar" a través del puerto. "Usan este tema para postureo y decir a los suyos: mira que verdes somos", subrayó, además de apuntar que los socialistas de València "ceden al caudillismo de Compromís" y se desmarcan de sus compañeros provinciales y autonómicos.
Ciudadanos había presentado una moción en la que daba apoyo a la ampliación del Puerto de València. Es por ello que el acuerdo del equipo de gobierno empujó al portavoz naranja, Fernando Giner, a asegurar que el PSOE de la ciudad es el "más débil de toda España" porque "siempre cede ante Ribó". "Durante 24 horas hemos tenido la esperanza de que el PSOE apoyara la moción de Ciudadanos, que es igual a la PNL que enmendó el PSOE en Les Corts Valencianes”, criticó.
El concejal de Vox Vicente Montañez dijo no entender "los planteamientos del alcalde y del equipo de gobierno" y lamentó que Compromís apueste "una vez más por rendir pleitesía al gran amo catalán" y así por el puerto de Barcelona frente al de València. "Ustedes buscan algún motivo para colapsar una gran inversión y lo hacen hablando de ecología", aseguró.