El equipo de trabajo ve "inviable" la organización de la gala en pocos meses, pero no le hacen feos a poder traer los premios de la crítica otros años
VALÈNCIA. La ciudad de València tiene un objetivo entre ceja y ceja, celebrar el centenario del nacimiento del realizador Luis García Berlanga: ser la capital del cine español. Esto implica algunas aspiraciones más que ambiciosas que pueden acabar de poner a la ciudad en el mapa de la cinematografía española. El pasado mes de febrero, pocos días después de la celebración de la gala de los Goya, el ayuntamiento lanzaba un órdago a la Academia para poder acogerlos en los próximos años. En Madrid no se habían planteado ni siquiera la manera en la que asumir esa candidatura, pero pocas semanas después, desde la organizadora de los premios nacionales encauzaron las ofertas de las diferentes ciudades y el Consistorio creó un grupo de trabajo con diferentes actores del sector a través de su film office para preparar la candidatura. De aquella reunión salió una hoja de ruta: traer a València los premios para poder exhibir el músculo audiovisual de la ciudad y la Comunitat. Esta idea no ha caído en saco rato, y la ciudad se postula claramente como una de las opciones más claras para acoger los Goya en 2021 (hace unos pocos días se decidió que en 2020 los premios se entregaran en Málaga).
Pero aunque esta sería la punta de lanza, no es el único objetivo. Otra de las posibilidades es la de acoger también los Premios Feroz, un certamen organizado por la Asociación de Informadores Cinematográficos de España, que con solo seis ediciones se ha posicionado como la segunda gala de premios de cine y televisión española mediáticamente. Según ha podido saber Culturplaza, la posibilidad de que la próxima edición de estos galardones se celebrasen en la ciudad pasó de las intenciones a ser una opción bastante avanzada, que sin embargo, en las últimas semanas se ha descartado de manera definitiva.
¿Las razones? Principalmente, el calendario. Ante un posible cambio de fechas de los Premios, el Ayuntamiento recién formado y con agosto como mes prácticamente inhábil, no tendría capacidad logística de responder convenientemente a un evento de estas características. También entra en la ecuación el gasto público que supondría traer la entrega de los premios, que pasaría inevitablemente por una coordinación entre la Generalitat y el propio Ayuntamiento. Con todo esto, las dificultades que se planteaban no querían desviar al grupo de trabajo del objetivo principal: los Goya.
Pero la renuncia de este año no significa ni mucho menos quitar de la mesa de proyectos a los premios de los críticos. Desde el Ayuntamiento aseguran que "València es el sitio ideal para acoger este tipo de eventos" y no descartan postularse para la próxima edición o posteriores. Las infraestructuras, la capacidad de logística y los espacios disponibles para la celebración de este tipo de premios ponen a la ciudad en el mapa por sí sola.
La tercera pata de esta hoja de ruta es el encuentro de las academias de España y Portugal, que reúne a las diferentes entidades para debatir sobre el estado de los cines periféricos -geográficamente hablando- y que en su segundo edición celebrada en Zaragoza este año ya estuvo invitada la Acadèmia Valenciana de l'Audiovisual. En esa primera reunión de trabajo de la film office de València, la AVAV propuso traer el encuentro a València y la solicitud formal se habría hecho hace meses. Sería una sorpresa que no acabara celebrando en la ciudad, porque según fuentes cercanas a la AVAV, siempre se ha recibido con buenos ojos esta propuesta.
De esta manera, el curso 2020-2021, podría acabar con València en la pomada cinematográfica, con la organización del Encuentro de Academias, los premios Goya, la celebración de los III Premis de l'Audiovisual (que van rotando entre Castelló, Alicante y València, y sería el turno de esta última) y -por qué no- los Feroz. Una centenario de Berlanga por todo lo alto que no deja de ser un escaparate del cine valenciano. Por ahora, parece que el glamour lo tendremos, ahora solo faltan las películas.