VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València parece estar entre la espada y la pared por el concurso del alumbrado público. Por un lado, las empresas energéticas recurrieron los pliegos porque incluían la subrogación de los 58 trabajadores de este servicio. El Tribunal de Recursos Contractuales, dependiente del Ministerio de Hacienda, les dio la razón, pero ahora son los sindicatos CCOO y UGT los que han impugnado los nuevos pliegos porque, como consecuencia, no recogían dicha subrogación obligatoria. Con todo ello, la licitación, que asciende a unos 16 millones de euros, lleva más de un año en el limbo.
Ahora, los segundos pliegos están de nuevo en el Tribunal de Recursos Contractuales, que ha suspendido cautelarmente el concurso público hasta que resuelva si cumplen la ley o no. El consistorio se ha lanzado a evitar la cancelación definitiva y ha remitido al organismo sus alegaciones, en un intento de no demorar más la adjudicación de una de las contratas importantes del municipio.
Uno de los argumentos que aportan los sindicatos para frenar la segunda licitación es que el litigio por la primera no ha finalizado, dado que cuando el Tribunal de Recursos Contractuales dio la razón a la Asociación de Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese), UGT y CCOO recurrieron el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia. Así pues, como no hay resolución al respecto, las organizaciones sindicales consideran que el consistorio no puede cerrar el expediente y abrir un nuevo concurso.
Sobre ello, el consistorio subraya en su escrito de alegaciones que la normativa de contratación recoge expresamente que cuando se acepte un recurso que conlleve la anulación de una cláusula -como el de Anese-, se determinará "la anulación de los actos del expediente de contratación". También la ley ampara la finalización de un procedimiento "antes de la formalización" del nuevo contrato "siempre que esté fundada en una infracción no subsanable".
Así, el Ayuntamiento inició el nuevo procedimiento de contratación dado que "las necesidades a satisfacer [...] permanecen vigentes" y porque el desistimiento del anterior procedimiento "no impide la iniciación inmediata" de otro nuevo. Motivo este por el cual el consistorio no está de acuerdo con las aseveraciones de los sindicatos y pide, por esta parte, desestimar su recurso.
Por otro lado se encuentra la cuestión de fondo: la posibilidad o no de que el Ayuntamiento incluya en los pliegos de la licitación la subrogación obligatoria del personal. Lo hizo la primera vez y el Tribunal Administrativo lo tumbó. Ahora ha retirado este punto y los sindicatos lo han vuelto a recurrir. En ese sentido, el consistorio se remite a las aseveraciones del Tribunal, cuya resolución no puede poner en juicio el Ayuntamiento.
El convenio sectorial de la industria, tecnología y servicios del metal, en el que se enmarca el servicio de mantenimiento del alumbrado urbano, sí da cobertura a la subrogación si la licitación en cuestión la impone a la empresa adjudicataria, que sería el caso de este concurso público. Pero el Tribunal de Recursos Contractuales replicó a esto que el convenio no fija la obligación de subrogarse en el personal, sino que "se remite al supuesto de que lo impongan los pliegos de licitación". Y legalmente, los pliegos "no pueden establecerlo de forma unilateral y autónoma". De manera que esta posibilidad está muy restringida.
Huelga decir que la declaración del estado de alarma con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus ha obligado a la paralización temporal de todos los procedimientos administrativos, también las licitaciones. Pero ahora, además, el segundo concurso del alumbrado público de València permanecerá paralizado por este nuevo recurso de los sindicatos. El Tribunal Administrativo deberá decidir si finalmente estima los planteamientos de los sindicatos en su totalidad, parcialmente, o los desestima.