VALÈNCIA. El autoconsumo compartido en España sigue teniendo una penetración residual. Se trata de un modelo por el cual un grupo de consumidores se alimenta de energía eléctrica que proviene de una única fuente que abastece a varios suministros. Cierto es que en los últimos años muchos hogares españoles han dado el salto a la instalación de placas solares para abaratar su factura de la luz, pero lo hacen con instalaciones individuales. La propia idiosincracia del parque inmobiliario en España, mayoritariamente compuesto por edificios residenciales, ha dificultado la instauración de este modelo, pero poco a poco va siendo una opción para muchas familias. Y, en este contexto, València toma posiciones y se sitúa como la quinta provincia con mayor número de suministros de autoconsumo colectivo.
En concreto, a nivel nacional existen unos 28,8 millones de suministros eléctricos de los cuales 433.000 corresponden a autoconsumo. Sin embargo, el modelo predominante en España es el individual, es decir, los paneles solares que lucen muchas cubiertas en unifamiliares o empresas, mientras que el colectivo registra unos 17.150 puntos, lo que supone un 0,05% del total en España, según un informe de Aldea Energy, empresa valenciana dedicada a la generación de comunidades solares.
"En la actualidad, el concepto de autoconsumo colectivo representa una faceta crucial y emergente en el panorama de la sostenibilidad energética, ya que la configuración de las ciudades, donde se concentra un gran número de edificios residenciales, hace imposible el autoconsumo individual”, comenta Roberto Rubio, cofundador y CEO de la firma. La compañía basa su modelo en la instalación de paneles para uso colectivo en cubiertas de naves industriales que estén en un radio de dos kilómetros de las viviendas para generar energía renovable a empresas y particulares. Y es que, hasta ahora, la mayoría de instalaciones de autoconsumo se montan en viviendas o empresas con grandes cubiertas. De ahí, que todavía la penetración de este modelo compartido sea mínimo.
De acuerdo con el informe de la valenciana sobre autoconsumo colectivo en España, a cierre de diciembre de 2023, Asturias era la región con mayor penetración de esta alternativa energética, superando los 3.200 suministros. Le siguen Barcelona con más de 2.200 suministros, Navarra (1.748), Madrid (1.556); Alicante (1.074) y València (953). Castellón, por su parte, se sitúa en mitad de la tabla con 291 suministros, según los datos de la firma.
En cambio, en el lado opuesto, hay tres provincias que no cuentan con ninguna instalación de este tipo como son Lugo, Ourense y Segovia. Además, otras cinco que no superan los 10 puntos: Toledo (10), Soria (9), Zamora (5), Guadalajara y Ciudad Real (3) y La Coruña (1).
A nivel municipal, aunque las principales ciudades españolas tienen un número más elevado de suministros activos en comparación con las más pequeñas, localidades como Oviedo, Cáceres o Crevillent destacan como las zonas con más penetración de autoconsumo colectivo.
Por ratios de penetración, se posicionan en el 'top 3' Orexa (Gipuzkoa), impulsada por una cooperativa energética; Cedillo (Cáceres), promovida por una empresa privada de energía; y Abaurrea Alta (Navarra), donde más del 24% de los suministros locales están vinculados a una o más instalaciones de autoconsumo colectivo. En el caso valenciano están en el ranking las localidades castellonenses de Todolella y Portell de Morella y la valenciana Bicorp.
Con estos datos, según explican desde Aldea Energy "se constata una gran proporción de las adhesiones al autoconsumo colectivo proviene de poblaciones de menor tamaño". ¿Las razones? "En los municipios de menor tamaño resulta relativamente más sencillo alcanzar un alto porcentaje de cobertura de autoconsumo en comparación con municipios de mayor envergadura debido, principalmente, al número de cubiertas disponibles para instalar paneles solares y a la potencia óptima necesaria para satisfacer las necesidades energéticas de toda la comunidad", expone el informe.
Además, los datos de Aldea Energy sugieren que no existe una correlación directa entre la cantidad de horas solares y la instalación de sistemas de autoconsumo compartido. "Este fenómeno indica que la decisión de implementar este modelo se ve influenciada por múltiples factores como el desconocimiento, la complicada toma de decisiones de la comunidad, los trámites burocráticos, más que el tiempo de amortización", apunta la compañía.
Ante esta situación y la escasa cuota que esta alternativa tiene en España, Rubio asegura que el crecimiento de los próximos años será exponencial, aunque admite que aún tiene desafíos que abordar, que van desde la gestión de intereses diversos hasta obstáculos financieros y regulatorios. "Por eso, se pide tanto a administraciones como a distribuidoras agilizar los procesos de puesta en marcha de las instalaciones para poder prestar un servicio de calidad a los ciudadanos", subraya la compañía.