VALÈNCIA. Catarroja es uno de los municipios más afectados por la Dana del pasado 29 de octubre. Sus vecinos recordarán durante años las consecuencias de aquella barrancada que ya ha sido catalogada como la mayor catástrofe natural vivida en la Comunitat Valenciana. Actualmente en las calles de Catarroja se aprecia cierta normalidad. Los vecinos, con sus hábitos adaptados a la situación que dejó la Dana, intentan en su mayoría llevar a cabo sus rutinas previas al 29 de octubre.
107 días después de la tragedia, el municipio continúa trabajando en las labores de reconstrucción de todo aquello que la fuerza del agua devastó. Según el concejal de Urbanismo, Martí Raga, el Ayuntamiento evalúa los daños en 150 millones de euros.
Dadas las necesidades de los municipios, el Gobierno central aprobó el pasado mes de enero un paquete de ayudas destinadas a los ayuntamientos afectados por la Dana. En ese sentido, a Catarroja se le adjudicaron 128 millones de euros para la reconstrucción de los espacios públicos de la localidad, pero todavía no han llegado. Según Raga, la mayoría de ese dinero será destinado a las áreas de Urbanismo y Patrimonio.
Sin embargo, Raga asegura que el municipio continuará necesitando “recursos económicos, técnicos y de gestión” para poder llevar a cabo la reconstrucción de Catarroja. “Necesitamos más medios (económicos)", pero también personal técnico y especializado que se encargue de evaluar los daños y ejecutar los trabajos.
Como muchos ayuntamientos de las zonas afectadas, el de Catarroja tuvo que aprobar una modificación de crédito extraordinario para abordar la situación. Raga asegura que por parte del ayuntamiento se invirtieron 6 millones de euros en materia de reconstrucción, “que seguro resultará una deuda” para la propia administración municipal.
Durante los últimos años, Catarroja invirtió muchos recursos en materia de urbanismo para adaptar sus calles a los peatones y crear más zonas verdes. Es el caso de la calle Chapa, que concluyó las obras de reurbanización el día antes de la Dana. “Llevábamos meses con la calle llena de polvo por las obras y ahora nos viene la Dana” comenta una vecina de esta calle, “esto es territorio comanche”. La riada arrasó con los árboles en esta calle y dejó una "imagen diabólica" un día después de acabar con las obras.
Desde urbanismo se está trabajando actualmente en la recuperación de parques y jardines mediante unas ayudas impulsadas por la Fundación Hortensia Herrero. “Firmamos un convenio de 750.000 euros para la recuperación de espacios públicos”. El Parc del Fumeral es en el que se está actuando ahora, y los trabajos “podrían estar acabados en tres semanas”, asegura Raga; es necesario trabajar en estos espacios “porque el espacio público sirve como motor de impulso para la recuperación privada”. Desde el consistorio intentan que “pueda estar preparado en primavera”. Con la financiación de la Fudanción Hortensia Herrero pretenden rehabilitar 6 jardines de la localidad.

- Trabajos en el Parque del Fumeral -
“Es una situación bastante dramática; no sabes como vas a recuperar todo esto”, asegura el concejal. En diversas zonas del municipio hay locales y espacios públicos que continúan muy dañados por la fuerza del agua y que están sin trabajos de rehabilitación en marcha por la falta de compensaciones del Consorcio de Seguros, “están conviviendo comercios abiertos con aquellos que aún esperan la compensación”. También está el caso de “aquellos particulares que rehacen como pueden sus negocios” con una compensación parcial o incluso nula del Consorcio.
Garajes y ascensores
En Catarroja hay alrededor de 170 aparcamientos afectados por la Dana y solo unos pocos están funcionando actualmente. Según el concejal de Urbanismo, “por una parte está el daño evidente causado por la barrancada, y por otra el nivel freático es tan alto que los garajes se vuelven a inundar”, por lo que las tareas de adaptación se complican mucho más.
Los ascensores también son una necesidad prioritaria en las comunidades de vecinos de la localidad. Actualmente son muy pocos los que están funcionando en Catarroja porque la demanda de reparaciones es muy alta y las empresas encargadas de esta tarea no tienen capacidad para abordar tal cantidad de ascensores.
El Barranco de Pelayo
El barrio de Barraques también fue gravemente afectado por un plus añadido a su ubicación, el barranco de Pelayo. El cauce de esta rambla separa Catarroja de su localidad vecina, Albal.
Las actuaciones en este barranco son relativamente recientes en comparación con las del Poyo. Bajo el puente que conecta las dos localidades todavía hay una gran cantidad de barro, y según los técnicos que trabajan en la reconstrucción: “no hay todavía una solución”. "En este barranco antes de la DANA había unos árboles históricos que sobrevivieron a la riada del 57", comenta Raga, "y ahora se han perdido, pero los vecinos han conseguido que se plante uno de ellos" por si pudiera rebrotar.

- Barranco de Pelayo
Por el momento la actuación en el barranco de Pelayo se centrará en vaciarlo de fango y limpiarlo. Desde el área de urbanismo ahora tratan de buscar una solución para acabar con la reconstrucción de este barranco, que también “tiene problemas de canalización” previos a la Dana.