VALÈNCIA. La costa es, sin duda, el mayor atractivo turístico de la Comunitat Valenciana. Sus aguas, amplias playas de arena y calas entre rocas atraen cada verano a miles de valencianos y turistas que buscan disfrutar de un entorno privilegiado. Sin embargo, este año ese escenario idílico se ha visto alterado por un problema recurrente que, en las últimas semanas, ha cobrado especial protagonismo: la contaminación fecal.
Un total de doce playas valencianas han tenido que cerrar al baño e izar la bandera roja debido a la presencia de contaminación fecal en el agua. Desde que comenzó julio, numerosas zonas emblemáticas del litoral han registrado niveles elevados de bacterias en los análisis microbiológicos, lo que ha obligado a las autoridades a restringir el acceso para garantizar la seguridad de los bañistas.
Entre las afectadas se encuentran algunas tan populares como La Goleta, Xeraco y Daimús, en la comarca de la Safor, que a principios de mes cerraron al público tras detectarse valores anormalmente altos. También se vieron obligadas a izar la bandera roja la playa del Dossel, en Cullera, y dos tramos del Arenal-Bol, en Calpe, ambas zonas de gran afluencia turística.
A estos cierres se han sumado recientemente las playas de El Perelló, Palmeretes y Motilla, en el término municipal de Sueca, todas clausuradas por superar los límites legales de contaminación microbiológica. Asimismo, se han registrado episodios similares en La Solsida (Altea), Les Fonts de l’Algar (Callosa d’en Sarrià) y Las Fuentes (Alcossebre). En total, doce playas han sido cerradas por contaminación fecal confirmada en lo que va de verano, a las que se añade Miramar, clausurada de forma preventiva por un posible caso aún no especificado.

- Playa de Cullera cerrada -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE CULLERA
Hasta este pasado viernes, a las puertas de un fin de semana en plena mes de julio, permanecían cerradas La Solsida, Les Fonts de l’Algar, El Perelló, Motilla, Palmeretes y Miramar.
La causa: enterococos y Escherichia coli
El cierre de playas se activa cuando los controles de calidad detectan niveles elevados de bacterias fecales, en especial Escherichia coli y enterococos intestinales. Estos microorganismos son indicadores claros de la presencia de materia orgánica de origen humano o animal, lo que supone un riesgo sanitario para los usuarios del mar.
La Conselleria de Medio Ambiente, en coordinación con los ayuntamientos costeros, realiza analíticas periódicas durante el verano para asegurar que los niveles bacterianos se mantengan dentro de los límites que marca la normativa europea. Cuando los resultados son anómalos, se prohíbe el baño de forma inmediata hasta que los datos mejoren.
Según explican desde la propia Conselleria, las causas más habituales son vertidos por fugas en la red de alcantarillado municipal o arrastres de acequias y ríos que desembocan cerca de las zonas de baño, especialmente tras episodios de lluvia intensa.

- Playa de Calp tras la reapertura -
- Foto: AYUNTAMIENTO DEL CALP
Una situación que se repetirá este verano
Desde Medio Ambiente advierten que este tipo de situaciones volverán a producirse a lo largo del verano. A través de la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental se gestiona el Programa de Control y Vigilancia de las Zonas de Baño, vigente desde 1987 y renovado cada temporada para actualizar zonas y métodos de control.
En 2025, el programa abarca 265 zonas de baño censadas en la Comunitat Valenciana (250 marítimas y 15 continentales), que se vigilan mediante 293 puntos de muestreo. La campaña de este año cuenta con un presupuesto de más de 200.000 euros solo para los análisis microbiológicos, a los que se suman medios propios de la Generalitat y los ayuntamientos implicados. En total, se estiman cerca de 5.000 análisis durante la temporada estival.
Las playas siguen siendo seguras en su mayoría
A pesar de los cierres puntuales, más del 91 % de las zonas de baño de la Comunitat Valenciana mantienen una calificación excelente, según los últimos datos de Medio Ambiente. En semanas punta pueden registrarse entre 5 y 6 cierres simultáneos, pero representan una pequeña proporción sobre los casi 300 puntos controlados, lo que evidencia el carácter puntual del problema.
En verano de 2023 se contabilizaron hasta 18 cierres temporales en playas valencianas por contaminación microbiológica, especialmente por Escherichia coli y enterococos. La mayor parte ocurrieron en la provincia de Alicante (14), junto con 3 en Valencia y 1 en Castellón.