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Pérez Llorca escoge el barranco del Poyo en Picanya para escenificar su giro en la gestión de la Dana

La primera visita institucional del nuevo president de la Generalitat Valenciana tiene lugar en una de las zonas más afectadas por la riada del 29 de octubre de 2024

  • El alcalde de Picanya, Josep Almenar y el president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca.
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VALÈNCIA. La primera visita institucional de Juanfran Pérez Llorca a Picanya, cuatro días después de su toma de posesión como president de la Generalitat Valenciana, no es un gesto protocolario, sino una declaración de intenciones. El nuevo Jefe del Consell ha elegido para su debut fuera del Palau el lugar más simbólico de la terrible Dana del 29 de octubre de 2024: el barranco del Poyo

Mientras Carlos Mazón articuló la respuesta institucional a la tragedia desde una posición más distante, pues los alcaldes eran quienes acudían al Palau, Pérez Llorca inaugura su mandato sobre la 'zona cero'. El nuevo president acude al epicentro de la catástrofe para conversar con el primer edil, Josep Almenar, en su ayuntamiento. Con todo, el gesto supone una ruptura con el anterior gobierno autonómico.

Pérez Llorca podía haber empezado su ruta por otros municipios de l'Horta Sud gobernados por el Partido Popular (PP), como Alfafar o Massanassa, que también padecieron las consecuencias de la riada. Sin embargo, escoge Picanya, donde el PSPV concentra mayorías absolutas desde hace cuatro décadas. La lectura que se extrae de este encuentro es clara: el Consell quiere empezar su nueva etapa en la 'zona cero' de la riada, y hacerlo además tendiendo la mano al resto del espectro político, tal y como ha venido explicando el propio Pérez Llorca en sus recientes comparecencias.

  • Visita institucional del president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, al municipio de Picanya. -

Un cambio en las formas, pero, sobre todo, en los tiempos

También llama la atención la rapidez con la que se ha organizado la visita. Cabe recordar que tuvo lugar este viernes y que se produce tras el nombramiento del nuevo Consell, coincidiendo con las primeras llamadas por parte de Pérez Llorca a las asociaciones de víctimas de la Dana, que habían sido muy críticas con Mazón durante el último año. La secuencia marca un giro claro. 

Primero, se reconoce el daño en Les Corts y se pide perdón de forma pública. Después, se activa el contacto directo con los afectados y se confecciona una nueva estructura con guiños a la reconstrucción. El propio president ha creado la figura del comisionado para la recuperación de la Dana, un cargo que solo era "exclusivo" del Gobierno central. 

El nombramiento ha recaído en Raúl Mérida, que, hasta el momento, era secretario autonómico de medio ambiente. Así, Mérida se convierte en una de las principales figuras del departamento que encabeza el vicepresidente tercero y conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus. Entre sus principales retos, el comisionado asumirá la tarea de reclamar una comisión mixta entre el Consell y el Gobierno central.

Además, el segundo pleno del nuevo Consell, que también se ha celebrado este viernes, ha aprobado la creación de una Dirección General de Atención a las Víctimas y Afectados de la Dana, que encabezará Amparo Clemente, hasta ahora jefa de servicio de Salud Mental en la Conselleria de Sanidad. La medida, según explicó el nuevo portavoz del Ejecutivo valenciano, Miguel Barrachina, atiende a una de las principales exigencias de las asociaciones de víctimas, que venían reivindicando que se priorizase la atención a la salud mental en la 'zona cero'.

  • Reunión entre el president de la Generalitat y el alcalde de Picanya. -

Punto de inflexión entre el Consell y la Dana

Todo ello proyecta un cambio de ciclo respecto al periodo de Mazón. No solo en las formas, sino en los gestos y, sobre todo, los tiempos. Si el anterior president afrontó su relación con los afectados desde la distancia y en un contexto de crispación, Pérez Llorca se apresura en pedir perdón en Les Corts y enmarca su estrategia de reconciliación en pisar el lugar del desastre. 

Prueba de ello ha sido la ausencia de incidentes durante su visita al barranco del Poyo en Picanya, ya que se ha desarrollado en un clima tranquilo que difícilmente hubiera sido imaginable con Mazón al frente del Consell. La tensión ha remitido, en parte por el cambio de tono y de expectativas respecto al nuevo president

La Dana fue un shock de escala nacional, pero su gestión posterior derivó en una narrativa de desencuentros constantes entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno central, las asociaciones de víctimas y los alcaldes de los municipios afectados. En cambio, Pérez Llorca parece querer corregir ese relato desde el primer día.

  • Visita institucional del president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, al municipio de Picanya. -

La visita del president a Picanya es algo más que una agenda de viernes: escenifica un punto de inflexión en la relación entre el Consell y la Dana. Pérez Llorca ha querido que se capture la imagen fundacional de su mandato allí donde la tragedia fue mayor, y lo ha hecho conjugando tres elementos que marcan distancia con su antecesor: rapidez, presencia y escucha. Solo falta comprobar si esa gestualidad se traduce en resultados. 

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