VALÈNCIA. Hay quienes piensan que ser alcalde garantiza un sueldo cómodo, un despacho con buenas vistas y poco más que inaugurar nuevos espacios públicos o salir en la foto. Pero, ¿y si el tópico se desmonta solo? En la provincia de Valencia, existe un buen puñado de primeros ediles que, lejos de llevarse un salario a final de mes, desempeñan su cargo sin cobrar ni un solo euro. Solo trabajo y dedicación por el municipio.

Así lo constatan los datos publicados en el Informe de Información Salarial de Puestos de la Administración (ISPA) 2025, elaborado por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública y que recoge los sueldos percibidos por los regidores municipales durante el ejercicio de 2024 .

La información se complementa con cifras del Sistema de Información Local, lo que permite trazar un mapa exhaustivo sobre qué cobra cada alcalde de los 266 municipios de la provincia. Y la sorpresa, un año más, es que 28 primeros ediles no perciben ninguna retribución por haber asumido la vara de mando. 

El fenómeno es plural en todos los sentidos. Aparece en comarcas muy distintas y afecta a ayuntamientos gobernados por formaciones de diferente color político, desde el Partido Popular (PP) hasta el PSPV-PSOE, Compromís y formaciones independientes como UCIN o Ens Uneix. 

La lista incluye nombres como el del alcalde popular de Aielo de Rugat, Jaime Soler, quien, por cierto, gobierna este municipio de la Vall d'Albaida desde 1987, siendo uno de los ediles más longevos de la provincia, solo por detrás del de Picanya, Josep Almenar.

Tampoco cobran el alcalde de Alcublas, José Luis Arce (PP); el de Aras de los Olmos, Rafael Giménez (PSPV); el de Benagéber, Rafael Darijo (PSPV); el de Benavites, Carlos Gil (PP); el de Beniatjar, Jaime Ferrer (Ens Uneix) o la alcaldesa de Benissanó, Amparo Navarro (PSPV).

Otros ediles que no tienen nómina son el de Camporrobles, Faustino Pozuelo (PP); el de Carrícola, Pedro Altabert (Compromís); la de Favara, María Pilar Sala (PP); el de Casinos, Miguel Navarré (Compromís) o la alcaldesa de Fuenterrobles, Carolina Viana (EUPV), entre otros. Quien tampoco percibió sueldo, según el ISPA, fue el ex alcalde de Andilla, Miguel Sebastián, quien ha gobernado el municipio desde 2023 bajo la marca local Juntos por Andilla hasta que dimitió de su cargo el pasado mes de febrero, provocando la entrada a la alcaldía del popular, Federico Burgos. 

A ellos, se suman alcaldes de municipios como Llanera de Ranes, Macastre, Pinet, La Pobla Llarga, Salem o Titaguas, que tampoco perciben remuneración. El Rincón de Ademuz llama especialmente la atención, con varios regidores que comparten esta misma situación.

De este modo, la alcaldesa de Puebla de San Miguel, Eva María Azcutia (PSPV); el alcalde de Torrebaja, José Antonio Monterde (PP); la alcaldesa de Vallanca, Ruth Sánchez (PP) y el propio alcalde de Ademuz, Ángel Andrés (PP) completan el listado de los 28. 

En definitiva, un mosaico que demuestra que la ausencia de sueldo siendo primer edil no es un caso aislado, sino una realidad que comparten numerosos ayuntamientos donde la alcaldía se ejerce más como un servicio público que como una profesión remunerada.

Alcaldes y alcaldesas con dedicación parcial o sin ella

Más allá de quienes renuncian por completo al sueldo, existe un segundo grupo de alcaldes cuyo bolsillo tampoco nota grandes alegrías al final de mes. Son los que no tienen dedicación exclusiva —y, por tanto, solo perciben indemnizaciones modestas— o quienes cuentan con una dedicación parcial que les permite compatibilizar el cargo con otros trabajos. 

En estos casos, las retribuciones anuales rara vez alcanzan cifras que permitan considerar la alcaldía como un empleo en sí mismo. Por ejemplo, en La Font d'En Carrós, el alcalde, Pablo Puig (PSPV), percibe 3.672 euros brutos al año, una cantidad que difícilmente cubriría un mes de salario en muchos sectores.

El resto de municipios incluidos en este apartado pertenecen a la categoría de sin dedicación y sus cifras anuales —todas por debajo de los 3.500 euros— ofrecen una idea clara del limitado alcance económico del cargo en buena parte del territorio valenciano.

Entre los alcaldes que menos ingresan, aparecen los de localidades como Castellonet de la Conquesta, donde las retribuciones ascienden a 150 euros anuales, o Quatretonda y Estubeny, que se sitúan en apenas 200 euros al año. A ellos, se suman los ediles de municipios como Higueruelas (250 euros), Petrés (330 euros) o Llocnou de la Corona (350 euros). 

Se trata de cantidades que, más que un sueldo, funcionan como pequeñas compensaciones por asistencia a plenos o juntas de gobierno. En el "tramo alto" de esta categoría, destacan los alcaldes de Ayora, con 3.332 euros; de L'Alcúdia de Crespins, con 3.244 euros o El Palomar, con 2.950 euros. Incluso en estos casos, las cifras quedan aún muy lejos de las retribuciones de otras localidades de tamaño medio o grande. 

Entre ellos, también aparecen municipios que, pese a sus dimensiones, optan por no asignar una dedicación a su alcalde, como Puçol, cuya primera edil, Paz Carceller (PP) percibe 2.476 euros al año. Lo mismo ocurre en otros pueblos de casi todas las comarcas: Rugat, Llutxent, Bugarra, Gavarda, Vallés, Novetlé, Ador, Marines, Chera, Llaurí o Vallada, donde sus alcaldes perciben cantidades anuales inferiores a los 2.000 euros.

No todos los ediles remitieron información sobre sus sueldos

En el reverso de esta fotografía, figuran los alcaldes y alcaldesas que no han remitido la información correspondiente al año 2024. Según los datos del ISPA, aparece la primera edil de Buñol, Virginia Sanz (PP); el de Picanya, Josep Almenar (PSPV); la de Sinarcas, María José Clemente (PSPV) o el de Utiel, Ricardo Gabaldón (PP). 

En la mayoría de los casos, se trata de localidades gravemente afectadas por la Dana del 29 de octubre de 2024, cuya gestión posterior ha entorpecido las obligaciones administrativas de los ayuntamientos.

No obstante, comunicar estas retribuciones al Gobierno central no es algo opcional, pues la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera establece que los ayuntamientos deben remitir esta información. A nivel estatal, el ISPA contabiliza 1.274 municipios que tampoco han enviado sus nóminas durante ese ejercicio, lo que supone el 16% del total.