VALÈNCIA. La Dana que inundó decenas de municipios valencianos y provocó la muerte de 229 personas en la Comunitat hace poco más de un año puso el foco en las responsabilidades políticas en la gestión de la tragedia, especialmente en las del gobierno de la Generalitat Valenciana, cuyo presidente, Carlos Mazón, acabó anunciando su dimisión a comienzos de este mismo mes. Desde entonces, se mantiene en el cargo como jefe del Consell en funciones hasta la investidura de otro dirigente que le releve en el cargo.

Tanto los grupos de izquierda con representación en Les Corts -PSPV y Compromís- como el Gobierno que preside el socialista Pedro Sánchez, han venido intensificando estos meses una estrategia de cargar contra la gestión del Consell con la Dana con el objetivo de lograr la renuncia de Mazón al frente de la Generalitat y que el nombre de su sustituto se decida en las urnas. Desde la izquierda consideran que el panorama político tras la Dana exige unos nuevos comicios, a pesar de que las encuestas recientes publicadas por varios medios de comunicación apuntan a que la derecha podría revalidar la victoria, aunque con un PP más dependiente de Vox. 

"Ya está bien de las decisiones de sobremesa de PP y Vox, queremos votar", reclamó la secretaria general del PSPV, Diana Morant este martes en Les Corts tras la comparecencia de Mazón en la comisión de investigación sobre la Dana. Un Parlamento autonómico en el que el síndic de Compromís, Joan Baldoví, también ha apuntado en esta misma línea durante sus últimas intervenciones: "La Generalitat necesita un nuevo tiempo", consideró tras la dimisión de Mazón.

Este mismo miércoles, el presidente del Gobierno insistió con ello durante la sesión de control en el Congreso y animó al líder de Vox, Santiago Abascal, a no cerrar un acuerdo con el PP y forzar una convocatoria electoral. Sánchez criticó al PP por "llevar siete años exigiéndonos elecciones anticipadas", pero "negarse a convocarlas en la Comunitat Valenciana". Abascal, por su parte, le ofreció propiciar esta situación si convoca unas elecciones generales. "Si no, cállese y déjenos a los demás reconstruir la Valencia arrasada por sus políticas climáticas", espetó el líder de Vox, evidenciando cierta sintonía con los populares para un posible acuerdo de investidura del síndic del PP y secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, como nuevo jefe del Consell.

De hecho, pocas horas después de este cara a cara entre Sánchez y Abascal, el PSPV anunciaba que este fin de semana celebrará un acto en València para tratar de movilizar a la ciudadanía en la exigencia de unas elecciones. Los socialistas, según explicaron en un comunicado, pedirán durante este acto "devolverle la voz al pueblo". "Los valencianos y valencianas merecemos pasar página y decidir sobre nuestro futuro", apuntó el secretario de Organización del PSPV, Vicent Mascarell, quien pidió al PP que "se deje de cálculos políticos, sea valiente y convoque elecciones autonómicas". 

Una reclamación que, a priori, parece factible, pues la Comunitat es una de las autonomías con potestad para convocar elecciones anticipadas. No obstante, se trata de un extremo que quedó diluido con la dimisión en diferido de Mazón. La renuncia del jefe del Consell fue registrada oficialmente en la Cámara autonómica a mediodía del pasado 3 de noviembre. Desde ese momento, todos los miembros del Consell se encuentran en funciones, por lo que el Gobierno valenciano no puede 'apretar el botón' para ir a unos comicios. De hecho, actualmente no existe ninguna posibilidad de convocar de manera inmediata unas elecciones autonómicas anticipadas en la Comunitat Valenciana.

En este sentido, el proceso ahora pasa por que el Parlamento autonómico invista un nuevo jefe del Consell o, por contra, agote el plazo legal de dos meses y se acabe disolviendo la Cámara y se lleve a cabo una convocatoria electoral que retrasaría una nueva investidura hasta superado el primer trimestre de 2026, lo que llevaría a que Mazón siguiera al frente de la Generalitat en funciones durante otro medio año. Con este contexto, las opciones del Gobierno y la izquierda para celebrar elecciones anticipadas en la Comunitat pasan por tres posibles escenarios, ninguno de los cuales permitiría una convocatoria de inmediato:

1. PP y Vox invisten a Pérez Llorca y convoca elecciones

Una vez designado Pérez Llorca como candidato a la investidura, se espera que el grupo popular formalice en el Parlamento autonómico esta propuesta. El plazo para que los grupos parlamentarios presenten candidaturas termina el próximo miércoles y, tras ello, se deberá celebrar un primer pleno de investidura en un plazo de entre 3 y 7 días hábiles, es decir, a lo largo de la última semana de noviembre. 

Si Pérez Llorca consigue el apoyo de los diputados de PP y Vox durante esta sesión, se convertirá en el nuevo president de la Generalitat. Tras ello, el Consell tendrá de nuevo el 'botón' de poder convocar elecciones anticipadas en el momento que considere oportuno. Todo apunta a que el síndic conseguirá el respaldo voxista en esta primera ronda y, tras ello armará una estrategia de Gobierno centrada en afrontar las tareas de reconstrucción hasta el final de legislatura y, con ello, incluso tratar de batallar por ser el aspirante a la reelección. O lo que es lo mismo, el PP esquivó la posibilidad de usar la renuncia de Mazón para convocar elecciones y ha propuesto a Pérez Llorca, precisamente, para intentar evitar proseguir la legislatura, unas elecciones, por lo que no tendría sentido que diera ese paso en cuanto llegara al Palau.

2. El desacuerdo de la derecha podría derivar en unas elecciones en marzo

En el caso de que el PP no logre el respaldo de los diputados voxistas para esta primera sesión de investidura, se abrirá un plazo de dos meses para celebrar una nueva ronda en la que Pérez Llorca podrá volver a intentar ser nombrado president. Si superado este periodo -a finales de enero- Les Corts no han conseguido que ningún candidato logre el respaldo suficiente, se disolverá el Parlamento y se abrirá un proceso electoral -con un plazo de entre 54 y 60 días- para unos comicios que, por tanto, deberían celebrarse uno de los dos últimos domingos de marzo, según la fecha exacta en la que se fije la primera sesión de investidura. 

De producirse este escenario, los grupos de la izquierda y el Gobierno central lograrían su objetivo de ir a unas elecciones anticipadas, aunque implicaría la continuidad de Carlos Mazón como jefe del Consell en funciones hasta abril-mayo del próximo año, cuando la nueva composición de la Cámara autonómica debería llevar a cabo la investidura de un nuevo líder autonómico salido de las urnas. 

3. Candidato "instrumental" o apoyo al PP para ir a elecciones

Existe un tercer escenario -aunque muy improbable con el panorama actual- en el que los grupos de la izquierda podrían tomar un papel más destacado. Por un lado, cabría la posibilidad de que PP y Vox no presentasen formalmente ningún candidato en Les Corts para optar a la investidura. Con ello, si PSPV y Compromís presentan un aspirante, podrían lograr una Presidencia "instrumental" que les diera la posibilidad de convocar elecciones, tal y como deslizó el síndic de Compromís, Joan Baldoví, este mismo lunes. 

Por otro lado, PSPV y Compromís podrían ofrecer al PP sus votos para investir al candidato propuesto con la condición de que éste convoque elecciones de inmediato. Ambas posibilidades se antojan muy lejanas actualmente, pero podrían empezar a ganar enteros si los populares no logran el respaldo de Vox para hacer president a Pérez Llorca y tanto el PP como los grupos de la izquierda coinciden en la preferencia por ir a elecciones antes que un bloqueo institucional de más de medio año.