VALÈNCIA. "Ha de señalarse que hay un hecho indiscutible, la voluntad de la sra. Salomé Pradas de mantener contacto con el Presidente de la Generalitat". Así de contundente se muestra la jueza de la Dana al hablar de las llamadas durante la tarde del 29 de octubre entre la exconsellera de Interior, investigada en la causa, y el jefe del Consell, Carlos Mazón. La magistrada ha acordado la citación como testigos a los escoltas y a los chóferes del president aquel día por si escucharon alguna de las conversaciones que mantuvo Mazón en las horas clave de la catástrofe.
Para justificar estas declaraciones, la magistrada mantiene el camino emprendido y que va dirigido a investigar directamente la actuación de Mazón aquella aciaga tarde. Y es aquí donde constata que era "indiscutible" la voluntad de la entonces consellera, presente en el Cecopi, de contactar con Mazón, algo que "refrenda el acta notarial aportada por la defensa" de Pradas, donde figuran todas las llamadas que hizo la máxima responsable de las emergencias aquel día.
La jueza mantiene un choque frontal con el relato de Mazón, quien declaró en la comisión de investigación del Congreso, acerca de la llamada que aparece como "cancelada" a las 19.10h en el listado de Pradas, que a lo mejor no la oyó porque iba andando y tenía el móvil "en la mochila". Pero la jueza dio a entender que esto no era así porque la llamada no aparece como "perdida"."No es lo mismo", aseveró la jueza, que explicó que en las llamadas canceladas, "el receptor no las admite". Como esa, aparecen canceladas las de las 16.29h y las 19.36h.
Sin embargo, fuentes cercanas al president defienden tajantemente que Mazón no colgó esas llamadas y se mantienen en que el president simplemente no cogió las llamadas. Cabe destacar, en este sentido, que cuando un usuario realiza una llamada desde un terminal iPhone, como el de Pradas, y es el propio emisor el que la cuelga -por ejemplo, por no recibir respuesta-, esta aparece en el registro como cancelada y no como perdida. Circunstancia que ha servido al entorno de Mazón para lamentar las consideraciones apresuradas de la jueza.

- Carlos Mazón, en la comisión de la Dana del Congreso -
- Foto: EP/EDUARDO PARRA
Pero la jueza, en el auto de este viernes, vuelve sobre la polémica para defender su tesis y recuerda que el acta notarial de Pradas "establece cuatro categorías en las llamadas". El acta dice literalmente que que figura cada llamada "si es entrante o saliente, duración, si es cancelada (no se pudo realizar la conexión) o perdida (no se respondió)". Por lo que, dice la magistrada, el acta diferencia expresamente una llamada perdida, que no fue respondida, de una llamada cancelada, en la que Pradas "no pudo realizar la conexión, le fue imposible".
"El hecho de que fuera la propia Salomé Pradas quien optara voluntariamente por cancelar las llamadas, no se desprende en modo alguno del acta", dice la jueza, que apunta además que aquella llamada de las 19.10h "se produjo precisamente en un intervalo temporal de 37 minutos sin ningún tipo de comunicación del President con ninguna persona". Así pues, la "posibilidad" de que Pradas cancelara su llamada y esta apareciera así reflejada "no se corresponde con la clasificación expresada de las llamdas que se efectúa en el acta notarial".
Todo ello contra el criterio del equipo del president, que -consultado por este diario- insiste en que la apreciación de la jueza es falsa porque las llamadas "perdidas" solo son las que Pradas recibió pero no contestó, "no las que ella no pudo hacer porque no le cogieron el teléfono". Así, el entorno de Mazón recalca que las llamadas perdidas solo hacen referencia a las que el dueño del teléfono, en este caso la exconsellera, recibió pero no respondió, y no a las que emitió sin obtener contestación.
Sea como fuere, lo cierto es que a las 19.10h y a las 19.36h, Pradas intentó contactar con el president sin hacerse con él. Al respecto, la magistrada insiste en que "a medida que avanzaban las horas, la necesidad de actuación se habría convertido en más imperiosa para" la entonces consellera, "dado el largo tiempo en la toma de decisión de la alerta". Y lo mismo sucedía "respecto de la voluntad de contactar con el presidente, lo que efectivamente no pudo realizarse hasta en tres ocasiones". Cuenta también aquí la llamada "cancelada" de las 16.29h.