VALÈNCIA. El president en funciones de la Generalitat, Carlos Mazón, pasó por la comisión de investigación de la Dana en Les Corts Valencianes sin arrojar la luz que todavía falta sobre su actuación el fatídico 29 de octubre, cuando la riada arrasó decenas de municipios y se cobró la vida de 229 personas en la provincia de Valencia. El dimitido jefe del Consell no sorprendió a nadie y siguió el mismo guion del último año poniendo en el disparadero a las agencias estatales y el Gobierno central. Todo en una comparecencia en la que consiguió invertir los papeles: por momentos dejó de ser el interrogado -muchas de las preguntas de la comisión quedaron sin responder- para ser él quien lanzó una ristra de preguntas al aire.
Tras una primera ronda de preguntas de los cuatro grupos parlamentarios, el todavía jefe del Consell se limitó a leer un discurso que traía escrito de antemano durante 22 minutos y según él cual, iba a intentar "contestar a todas las preguntas" a lo largo de sus dos intervenciones. El interrogatorio, especialmente incisivo y descreído por parte de PSPV y Compromís, sin embargo, no sirvió para que Mazón aterrizara las explicaciones que ha ido dando a lo largo de los últimos meses en algunos aspectos, sobre los que todavía hay algunas lagunas. Sobre su agenda aquella jornada y especialmente sobre la comida con la periodista Maribel Vilaplana, que se alargó durante casi cuatro horas pese a estar informado desde el Cecopi que presidía la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas.
La agenda
Una de las cuestiones que se le plantearon al president fue precisamente el mantenimiento de su agenda aquel día, que Mazón asumió como un "error" al anunciar su renuncia. Así, el jefe del Consell expuso "el contexto en el que se produjo la comida que tantas horas de debate estéril ha ocupado y que desde luego no se habría producido si hubiéramos sabido entonces lo que sabemos ahora". Por una parte, señaló a la Aemet por haber amanecido aquel día con un aviso amarillo, aunque obvió que el primer aviso naranja se fijó a las 6.42h y el primer aviso rojo, a las 7.31h. También señaló a la CHJ por rebajar la "gravedad" de la alerta hidrológica decretada a las 12h en el Magro "al afirmar que el Júcar era capaz de absorber todo el caudal". Y en cuanto al barranco del Poyo, cuya alerta hidrológica decretó la Generalitat a las 12.20 y nunca desactivó, Mazón explicó que tras una primera subida del caudal, este "comenzó a decaer hasta quedar prácticamente seco".
Este era, dijo, el "contexto" con el que se fue a la comida mientras que la Aemet "aún mantenía que el temporal se desplazaba hacia la serranía de Cuenca". Así, achacó su decisión de mantener el encuentro con Vilaplana en El Ventorro al desconocimiento sobre lo que vendría después, aunque para entonces, varios municipios de la Ribera Alta, en la cuenca del Magro, ya estaban inundados. "He reconocido errores y si hubiera sabido entonces lo que sé ahora y la dimensión y la magnitud de la tragedia, mi agenda para ese día hubiera sido distinta", declaró en la comisión, donde aprovechó para señalar que también altos cargos del Gobierno y expertos hidrológicos continuaron con su agenda: "Sabiendo lo que ahora sabemos, ¿de verdad solo yo debí cambiar mi agenda?", llegó a preguntar.

- Foto: KIKE TABERNER
Las llamadas en El Ventorro
Las preguntas más incisivas giraron en torno a la larga comida en el restaurante El Ventorro, que según Vilaplana mantuvieron desde las 15h hasta las 18.45h. Mazón afeó que en el último año se le hubiera criticado por haber estado "incomunicado" cuando no era así. "Estuve atento, haciendo llamadas para conocer la evolución de la situación", aseguró en la comisión de investigación, lo cual coincidiría con el relato de la periodista, según el cual el president estuvo utilizando el teléfono móvil, mandando mensajes y Whatsapps durante el encuentro, si bien el registro de llamadas presentado por Presidencia solo incluye una primera llamada a las 17.37h, a la consellera Salomé Pradas.
"Hasta bien entrada la tarde creía que estaba focalizada [la emergencia] en Utiel y en cómo podía afectar a la Ribera, y en una posible rotura de la presa de Forata a 13 horas vista", relató Mazón, pero no respondió a los diputados sobre el momento en el que obtuvo esta información. Según ha confirmado Pradas a varios medios de comunicación, fue en la mencionada llamada en la que le comunicó precisamente los problemas que estaba habiendo en Utiel, donde la UME, que se había activado a las 15.30h, no podía ni siquiera acceder. El síndic de Compromís, Joan Baldoví, preguntó a Mazón por qué continuó comiendo si era conocedor de este panorama, pero no encontró respuesta.
A las 17.46h, poco después de la llamada con la entonces consellera, Mazón habló con el presidente de la Diputación, Vicente Mompó, también presente en el Cecopi, que a continuación le pasó el contacto del alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón. Mazón ha asegurado en entrevistas que habló con el primer edil del municipio pero en el registro de llamadas no figura ningún contacto en este sentido. Pese a ser interrogado sobre esto tanto por Baldoví como por el portavoz socialista, José Muñoz, el titular del Consell tampoco concretó nada al respecto.
El jefe del Consell en funciones mantuvo esta línea también en cuanto al resto de llamadas. El portavoz socialista incidió en el siguiente contacto telefónico registrado, a las 18.16h, con Pradas, y le preguntó si entonces ya se planteaba mandar una alerta a la población por el riesgo de Forata. Mazón, sin embargo, no hizo ninguna referencia a este momento en concreto. Y lo mismo con otras llamadas en momentos clave de la gestión de la emergencia con su entonces consellera de Interior.
Asimismo, fue interrogado por los 37 minutos en los que estuvo "ilocalizable" durante aquella tarde entre las siete y pasadas las siete y media. Un lapso de tiempo en el que no atendió llamadas y que coincide precisamente con los momentos posteriores a haber despedido a la periodista Maribel Vilaplana en el parking, según el relato de la comunicadora en sede judicial. Al respecto, Mazón no explicó ese agujero negro en su teléfono móvil, pero en cuanto al itinerario posterior, instó a consultar las entrevistas donde lo había expuesto. Entrevistas donde, por cierto, nunca habló de haber pasado por el aparcamiento del Parterre, antes de ir supuestamente al Palau de la Generalitat, lo cual se ha descubierto recientemente. El president tampoco aportó, como le pidió por la oposición, los itinerarios de su coche oficial, chófer y sus escoltas.

- Foto: KIKE TABERNER
En ese período sin llamadas de Mazón, la consellera Pradas intentó contactar con él en dos ocasiones, una a las 19.10h y otra, a las 19.36h. Pero fue sin éxito porque Mazón no la atendió hasta las 19.43h. El todavía jefe del Gobierno valenciano, pese a ser preguntado insistentemente sobre estos contactos y por qué tardó tanto en responder a Pradas, no dio ninguna explicación. Aunque sí dijo que "no escuchar una llamada después de haber realizado 14 ó 15, no significa estar incomunicado".
Con todo, fue contundente al señalar que "nadie" le pidió "permiso para refrendar o para refutar ninguna decisión del Cecopi ni sobre ningún aviso como ES Alert, ni sobre la forma de gestionar los rescates o cómo comunicarlo". "¿Quién en su sano juicio podría estar en contra de alertar a la población?", se preguntó, para añadir que "si el mensaje no llegó a tiempo para l'Horta Sud no fue porque alguien lo parara o bloqueara, mucho menos Salomé Pradas, esperando una autorización que ni pidió ni necesitaba" sino porque "el Cecopi ignoraba que hubiera un problema en la zona hasta que fue demasiado tarde".
La "foto"
El portavoz socialista también trajo a colación en el interrogatorio una de las partes de la declaración testifical de Vilaplana en sede judicial. Al exponer el trascurso de la comida y tras negar que ella escuchara el contenido de las llamadas atendidas por el president en aquella sobremesa, declaró que la única alusión que recordaba de Mazón era "es por la foto". Vilaplana lo dijo una segunda vez: "Hay un momento en que él se sienta [después de un contacto telefónico] y dice: 'Es lo de siempre, es lo de la foto'".
Vilaplana interpretó esta referencia de Mazón entonces como que le estaban reclamando para ir a hacerse alguna foto pero que el titular del Consell no quería. En ese sentido, pese a la pregunta formulada por Muñoz, pidiéndole que explicara si se refería con ello a que le requerían en el Cecopi para aparecer en alguna foto, Mazón hizo como con el resto de preguntas demasiado concretas: obviarla y pasarla por alto.
El audio manipulado de Aemet
Otra de las cuestiones que puso sobre la mesa el portavoz del PSPV en Les Corts fue la llamada entre el 112 y la Aemet el día de la Dana cuya versión recortada y manipulada se filtró a varios medios de comunicación y que emplearon figuras importantes del PP valenciano, entre ellas el president de la Generalitat, para atacar directamente el papel de la Aemet. Estos hechos están siendo investigados por presunto delito de revelación de secretos en el juzgado de Instrucción 6 de Llíria a partir de una denuncia de la Fiscalía.
Cabe recordar que es la administración valenciana la encargada de custodiar dichas conversaciones, según la denuncia de la Fiscalía: "Las grabaciones de las comunicaciones realizadas durante la gestión de una emergencia son conservadas por el Centro de Coordinación de Emergencias de la Comunidad Valenciana". Por lo que Muñoz preguntó a Mazón quién había filtrado esa llamada. Y el president en funciones tampoco contestó.