VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, protagonizó este martes la intervención más larga de la historia de Les Corts. Casi cinco horas de discurso inicial en el Debate de Política General, donde cabe recordar el jefe del Consell tiene derecho a tomar la palabra sin límite de tiempo. Así, el también líder del PPCV, inició su parlamento a las 10.40 horas y la concluyó en torno a las 15.44 -hubo un pequeño receso de unos minutos a petición suya-, lo que provocó que la sesión se alargara hasta más allá de las diez de la noche, 12 horas después del inicio.

De esta manera, Mazón superaba la extensa perorata pronunciada en este mismo escenario y debate del año anterior, cuando protagonizó un discurso de tres horas que ya causó cierta exasperación en la bancada de la oposición ante la situación inédita de una intervención tan prolongada. Pero, ¿por qué se apostó el presidente por un discurso tan extenso?

El propio jefe del Consell insistió durante su intervención, ante los murmullos de PSPV y Compromís, en la necesidad de explicar los 44 anuncios que mencionó en la primera hora de comparecencia. Más aún, aprovechó esta circunstancia para confrontar con los denominados "ximoanuncios" del anterior presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, a quien criticó desde la trona precisamente por no concretar los mismos e incumplir muchos de ellos (así lo denunció enumerando los que no había ejecutado en cada ejercicio).

En resumen, Mazón pretendió ofrecer una imagen de estar manejando una amplia y transversal gestión, en lo referente al balance de lo realizado, pero también una hoja de ruta concreta y profunda para el nuevo curso político, contraponiéndolo a la política del titular que, a su juicio, practicaba su predecesor. 

Ahora bien, analizando los posibles beneficios de una extensísima intervención de cinco horas, aparecen algunos más relacionados con las estrategias de comunicación institucional que con el decoroso deseo de exponer con detalle ante la ciudadanía todos los flecos de la gestión o de un nuevo anuncio; algo que, por otro lado, puede ir desgranándose tras el debate en mayor detalle.

Para empezar, un discurso inicial de ese tamaño contribuye a neutralizar y condicionar en buena medida el papel de la oposición que, a diferencia del presidente, sólo dispone de 30 minutos de réplica y una posterior contrarréplica de 10 minutos; a la que el jefe del Consell puede contestar con tiempo ilimitado en la primera interpelación y 10 minutos en la segunda. Ante la batería de anuncios, avalancha de datos y voluminoso compendio de acciones de gestión, algo que fuentes socialistas calificaron de "mera recopilación de notas de prensa del año", la capacidad de responder de forma efectiva se reducía, por lo que ambos partidos de la oposición, PSPV y Compromís, eludieron el debate y se centraron principalmente en el papel de Mazón el día de la Dana.

Esto sirvió para que el presidente de la Generalitat les afeara no entrar en el debate de gestión ni dedicar "un minuto" a abordar todas las propuestas y anuncios realizados ni tampoco el balance de lo acometido hasta la fecha, acusándoles de "no trabajar" y "no tener ni idea" de gestionar. Ahora bien, para ese momento, Mazón había conseguido otro de los probables objetivos con una intervención tan extensa: tanto el portavoz del PSPV, José Muñoz, como el de Compromís, Joan Baldoví, se vieron obligados a intervenir ya mediada la tarde (más allá de las cinco), por lo que sus comparecencias quedaron fuera de los telediarios y, en general, de los programas informativos televisados.

Pero no sólo eso. El hecho de que la oposición no interviniera hasta casi ocho horas después de que lo hiciera Mazón, permitió que todos los anuncios, propuestas y mensajes del presidente de la Generalitat lideraran de forma muy visible las cabeceras de las principales ediciones digitales de los medios valencianos durante gran parte del día y, además en los momentos donde generalmente se acumula más tráfico de visitas en el ámbito digital de carácter informativo.

De esta manera, el esfuerzo del jefe del Consell con su dilatado discurso se vio probablemente recompensado por una visibilidad mayor o al menos más prolongada en las ediciones online de los periódicos frente a una oposición inexistente o minimizada durante horas. Más discutible resulta que la alta duración de su intervención le permitiera cumplir con su aparente objetivo de diluir en cierta medida el debate sobre la Dana, precisamente por ser incuestionablemente el asunto más relevante y en el que las fuerzas de su oposición, centraron sus intervenciones, que se vieron en cierto modo respaldadas por el abandono previo de las asociaciones de víctimas presentes en el hemiciclo cuando Mazón aseguró seguir manteniendo "las puertas abiertas" para ellas.