VALÈNCIA. Algunos municipios tienen ya sus cuentas de 2026 recién aprobadas, otros siguen en plena negociación y otros ni siquiera han sacado todavía un borrador. Pero lo evidente es que los ayuntamientos afectados por la Dana del pasado 29 de octubre de 2024 han empezado a trabajar en los presupuestos de 2026: serán sus segundas cuentas municipales tras la catástrofe y, a tenor de la situación actual en la ‘zona cero’, volverán a estar marcadas por la reconstrucción de infraestructuras y servicios municipales dañados por las inundaciones.

A fecha de esta publicación, algunos de los municipios afectados que ya han aprobado los presupuestos municipales para el ejercicio de 2026 han sido Paiporta, Chiva o Algemesí. En estos casos, los gobiernos locales han dado "luz verde" a unas cuentas excepcionalmente altas respecto a los ejercicios previos, debido a la necesidad de inversiones derivadas de los daños ocasionados durante el 29-O.

¿Qué ayuntamientos han aprobado sus presupuestos?

En el caso de Paiporta, considerado por muchos como la localidad más afectada por la Dana, los presupuestos de 2026 se cerraron el 30 de octubre en 24 millones de euros, un 11,24% más que en el ejercicio anterior. Como contó Valencia Plaza, uno de los ejes fundamentales del presupuesto es el refuerzo de la plantilla municipal con arquitectos, ingenieros de caminos y personal de apoyo en departamentos como participación, comunicación, gestión tributaria y tesorería. "No podemos afrontar el volumen de trabajo que implica la reconstrucción y los proyectos municipales sin fortalecer la estructura administrativa", aseguraba el alcalde, Vicent Císcar.

Lo “normal” hasta ahora para Paiporta —es decir, antes de la Dana— era un presupuesto municipal cuyos recursos se distribuían entre seguridad, urbanismo, cultura y otros servicios municipales, sin acercarse al volumen actual. Con 2026 se ha alcanzado un nivel histórico —24,24 millones— debido al contexto excepcional de reconstrucción y a la inyección de fondos extraordinarios del Gobierno de España.

En Algemesí, el gobierno municipal también ha aprobado su presupuesto. En este consistorio, la cifra prevista para 2026 asciende a 25 millones de euros, un incremento del 4,96% respecto al año anterior, también marcado por la Dana. El aumento de los ingresos proviene principalmente de la mayor participación en los tributos del Estado, de las subvenciones de la Generalitat y de la reapertura de instalaciones municipales que quedaron devastadas, según explica el Ayuntamiento.

Con estas cuentas, el equipo de gobierno pretende reforzar los servicios públicos sin aumentar la presión fiscal y mejorar ámbitos como la seguridad ciudadana, el espacio público, el mantenimiento de zonas verdes, el apoyo social y comunitario, la promoción cultural y la actividad deportiva y económica. Entre las inversiones, se incluye una partida de 50.000 euros destinada a la instalación de un monumento de agradecimiento a quienes ayudaron durante la Dana, así como la recuperación de las instalaciones culturales afectadas.

En el pleno municipal de este pasado jueves se aprobó el presupuesto de Benetússer por unanimidad de todos los grupos con representación. Se trata de unas cuentas de 12,1 millones de euros en las que se refuerza el capítulo de atención ante futuras emergencias mediante el aumento de la plantilla de Policía Local con dos agentes más.

Chiva también ha conseguido aprobar sus próximas cuentas post-Dana. El presupuesto municipal para 2026 alcanza los 18,7 millones de euros y, por primera vez en años, la corporación lo ha aprobado dentro del calendario previsto, evitando prórrogas que habitualmente dificultaban la ejecución de inversiones. Las cuentas crecen un 7% respecto al ejercicio anterior.

Valencia, 1.250 millones y partidas para las pedanías

En Valencia, el Partido Popular y Vox han logrado aprobar también el presupuesto del próximo ejercicio. El Cap i Casal dispondrá de unas cuentas “récord” de 1.250,9 millones de euros para 2026, de donde saldrán partidas específicas para sufragar los daños provocados por la Dana en las pedanías del sur —La Torre, Forn d'Alcedo y Castellar-Oliveral— y en el cauce del Plan Sud, cuya limpieza ha asumido el Ayuntamiento en ciertos tramos.

¿Qué ayuntamientos no han aprobado presupuestos?

Otros municipios trabajan todavía en el borrador o en la negociación de sus cuentas. En el caso de Sedaví, fuentes municipales aseguran que aún no se han iniciado las reuniones formales entre PSPV y Compromís, pero que lo harán próximamente para encarar la aprobación del presupuesto de 2026.

En otros municipios como Aldaia, Alaquàs, Picanya, Catarroja o Massanassa tampoco se han aprobado aún los presupuestos de 2026. Sin embargo, es previsible que las cifras se mantengan en niveles elevados para atender a la reconstrucción. Catarroja, por ejemplo, manejó en 2025 unas cuentas de 38 millones de euros, mientras que Aldaia aprobó 30 millones. Desde Alfafar —que este año aprobó 22 millones— señalan que los presupuestos de 2026 están en fase de elaboración y se aprobarán en breve.

El caso de Torrent, la quinta ciudad de la Comunitat Valenciana, es especialmente significativo. A día de hoy no se ha presentado el proyecto de presupuestos para 2026, pese a la magnitud del municipio y a los daños que sufrió durante la Dana fuera de su casco urbano.

El Ayuntamiento ha continuado, eso sí, con la tramitación y aprobación de modificaciones de crédito, ampliaciones presupuestarias y ajustes vinculados al ejercicio de 2025, necesarios para atender obras urgentes, contratos y compensaciones derivadas del episodio de inundaciones. La falta de presupuestos para 2026 lo convierte en uno de los grandes consistorios que aún no han iniciado formalmente el ciclo presupuestario del próximo ejercicio.

Muchos ayuntamientos afectados por la Dana se han visto obligados a ampliar partidas incluso después de aprobar los presupuestos de 2025, dada la magnitud de los daños y la aparición de nuevas necesidades conforme avanzaban los trabajos de reconstrucción. En varios casos, las modificaciones de crédito han sido constantes para sufragar reparaciones sobrevenidas, acelerar expedientes o cubrir servicios que no estaban contemplados inicialmente. Todo apunta a que esa dinámica podría repetirse en 2026, con cuentas que nacerán ya tensionadas y que probablemente tendrán que reforzarse a medida que avance el año y se concreten las obras pendientes en la ‘zona cero’.