Flote es un restaurante atípico. Un faro luminoso que guía a los navegantes que buscan emoción en la gastronomía dentro de una plaza complicada como es la ciudad de Castellón. Ya lo comentamos en su día, la provincia de Castellón es a nivel gastronómico la tapada de la Comunidad, pero tiene cada vez más que decir. Una de esas voces es la de Adrián Merenciano, un joven autodidacta que desde hace algo más de tres años y medio ofrece una cocina que descansa en el producto y la tradición, pero a la que eleva a otro nivel gracias a su sensibilidad e intuición.
Desde niño había cocinado a casa. A los 21 años entró en el sector de la hostelería de manera profesional, primero con un pub, luego con un restaurante que abrió en Sueras, un pequeño pueblo de Castellón. "Lo abrí a lo loco, sin tener ni idea, pero allí me di cuenta de que me gustaba cocinar y que quería dedicarme a ello", afirma. Como no tenía formación en gastronomía, decidió que lo aprendería todo a base de dejarse los cuernos. Trabajó en un bar de polígono cocinando de sol a sol, "allí es donde me hice cocinero, cocinaba desde las siete de la mañana hasta las siete de la tarde, me fui quemado, pero al año volví a darle una abrazo al dueño y a agradecerle que me hubiera hecho cocinero", cuenta Merenciano. Una experiencia que cree que debería ser obligatoria para todos los estudiantes de hostelería. "Hay que sentir el estrés y aprender disciplina para luego saber desenvolverte y en este tipo de establecimientos es donde mejor lo aprendes, explica con una sonrisa. Pasó por una bar de pinchos y por una pizzería. Quería probar todos los palos y de todos los sitios por donde pasó se fue con algo valioso. Hasta que con su socio y amigo, Fran Bonachela, decidió abrir Flote en 2016.
Flote abrió sus puertas en 2016, en una bonita casa blanca en pleno centro de Castellón, una ciudad cada vez más abierta, pero que, en lo gastronómico (con algunas honrosas excepciones) todavía está anclada en las tapas y los arroces. Y eso que son una de las despensas más potentes que existe en España. ¿Le costó al público castellonense entender el trabajo de Adrián? "Hoy en día ya hay mucha gente que está abierta a la gastronomía, pero sigue habiendo un fondo muy cerrado, no se valora el trabajo, el esfuerzo, mucha gente solo ve el precio del menú y sin embargo, muchos de los clientes que vienen de fuera me dicen que es de risa, 45 euros por 12 platos en los que hay gamba roja, foie... También hay mucha gente que sí que lo valora, que está esperando a que saques el menú nuevo para venir. Tenemos claro que no trabajamos para todos los públicos", apunta el cocinero.