VALÈNCIA. La gestión de Juanma Moreno al frente de la Junta de Andalucía tiene, de un tiempo a esta parte, unas réplicas bastante sonoras en la Comunitat Valenciana que no resultan demasiado cómodas para el PPCV. La alianza con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, o la confección de los presupuestos de 2022 con ingresos ficticios son dos de los ejemplos más claros que le complican el discurso a Carlos Mazón.
La primera se produjo a finales del pasado septiembre. Puig y Moreno celebraron una cumple en Andalucía para la reivindicación conjunta de un nuevo sistema de financiación autonómica. Una foto de alianza entre líderes de partidos diferentes (PSPV-PSOE y PP) que, además, tuvo su repercusión a nivel nacional y entre el resto de territorios.
Mientras ambos partidos se pasan la patata de las culpas sobre la situación actual y de la responsabilidad de un acuerdo amplio, los líderes autonómicos también manifiestan sus diferencias dependiendo, no ya de la formación a la que pertenecen, sino en función de los intereses de su territorio.
En un contexto diferente sin aquella famosa instantánea, los populares valencianos podrían haber incidido mucho más en la falta de exigencia de los socialistas hacia Madrid –que se dedican a reivindicar sin confrontar con los 'jefes'–, pero sólo pueden hacerlo en parte. Así se vio precisamente en una cita clave de aquel momento, como fue el Debate de Política General. La recién estrenada portavoz parlamentaria del PPCV, María José Catalá, destacó por su discurso, pero el tiro no lo enfocó en casi ningún momento hacia la financiación (de hecho, si la mencionó fue para ofrecerle a Puig un acuerdo). La gestión de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, se llevó la gran parte de las críticas.