La Gran Vía Marqués del Turia recorre, separa y vertebra el ensanche burgués Valenciano. Configurada como una espina dorsal que aglutinó el desarrollo urbanístico de la ciudad, escenificaba uno de los anillos que marcaba los límites urbanos del s.xix y que en los albores del s.xx bajo la influencia industrial marcaba el impasse entre la nueva estructura, racionalista e hipodámica que tan bien había funcionado en Barcelona gracias a Cerdá o en París por medio del Barón Haussman y los viejos modelos anárquicos y caóticos. En definitiva, el empleo estratégico de la planificación como modelo de crecimiento.
Si la Gran Vía madrileña lucía sus icónicos neones y los teatros y odeones, y la catalana destaca por ser la más larga de España dejando a sus orillas catedrales, plazas y basílicas, la valenciana se configuró como un espacio de recreo burgués. Una vía ajardinada en su parte central para disfrute de vecinos, flâneurs y jóvenes en edad de festejar, siempre ante las atentas miradas adultas poco permisivas del personal de servicio. Una vía que tomó el nombre de Marqués del Turia, título concedido por Alfonso XIII a Don Tomás Trénor y Palavicino en 1909 debido al éxito de la Exposición Regional Valenciana que él mismo organizó como presidente del Ateneo Mercantil y que salvo el excepcional período republicano que la renombró en honor a Buenaventura Durruti, para siempre irá ligada a los Trénor y al río que marca los límites de la misma.
De carácter modernista, floral y señorial, la Gran Vía ha sufrido diversos cambios en su función y ambientación. Pero siempre es marco, lugar y camino. Eje y brújula. La Gran Vía ha sido escenario de cientos de vaivenes y encuentros que la decadencia y gentrificación han desnaturalizado y desustancializado desde una perspectiva Kantiana hasta casi convertir en una sombra de lo que fue y que poco a poco intenta recuperar un esplendor del que nunca tuvo que desprenderse. Tres proyectos, bajo la atenta mirada de tres hosteleros conscientes del valor de la misma y con ganas de cambiar modelos poco atractivos, se yerguen como paladines de una nueva Gran Vía que aspira a recuperar un espacio y un discurso nuevo para una ciudad en ciernes que pretende ser, sin renunciar a lo que fue.
Pasemos a recorrer una vía de inicio a fin. De mañana a noche.
Beverly Café
Gran Vía del Marqués del Túria, 18
La primera propuesta se ubicará en el antiguo Headquarter de Alfredo Esteve, posiblemente el chaflán más fashion de toda la Gran Vía. Beverly Café es la apuesta healthy que contará con la dirección de Luis Jaime Hervás (asociado de Manolo Bakes Valencia y franquiciado de Foster’s Hollywood), el asesoramiento de José Tomás (Q’tomas) y la dirección de cocina de Carlos Belloch (ex-Sushi Samba Londres) junto a diversos socios inversores entre los que destacan Guillem Querol (promotor musical) y Pablo Remohí (IVI). El espacio ha sido diseñado por Only You, que es el estudio de interiorismo de Nacho Álvarez con una estética instagrameable que en palabras del propio Guillem: “será la primera de una cadena de cafeterías healthy que próximamente se va a expandir a ciudades como Madrid y Sevilla“.
Nos comenta Luis Jaime que la fecha de apertura se prevé para finales de junio o julio, que están buscando la manera de encajar un modelo que sea sorprendente, único y especial. Desde luego la fachada lo será, puesto que, a priori, lucirá un impactante rosa pastel del que colgarán flores al más puro estilo British pero con reminiscencias que nos transportaran a las calles Angelinas de Rodeo Drive. Ya saben donde Richard Gere pretendía gastarse una pasta indecente con Julia Roberts en Pretty Woman. De Mónaco a Dubai, pasando por Capri, Portofino o Saint Tropez, el espacio pretende reflejar el ambiente más celestial y exclusivo, pero eso sí con una carta de precios más que ajustada.
En palabras de Carlos Belloch: “La idea es preparar desayunos, brunch, y late evenings. Muy en línea de espacios como Flax & Kale, EL & N London o 7th Heaven Café, las propuestas que preparamos cuentan con unos proveedores de nivel TOP, gracias al asesoramiento de José Tomás y pretendemos ofrecer desde tostas a diversos tipos de huevos benedict, royal, tokio, shakshuka… pasando por bowls, ensaladas y shirachi bowls, puddings, dulces y alguna especialidad con influencias asiáticas“. En definitiva haciendo honor a su nombre, en Beverly Café disfrutaremos de la sensación de vivir.