Cocinar para cientos de personas no es cosa fácil. Cumplir las expectativas de una pareja de novios o de una empresa multinacional, mucho menos. Cuanto más dinero se mete en la ecuación, menor es la tolerancia al fallo. Y todos sabemos que son muchas cosas las que pueden torcerse en el desarrollo de un convite o una cena de gala: una elección de platos errónea para un día de calor tórrido; una mala planificación de tiempos que echa a perder el producto; un personal de sala poco instruido… la lista es larga.
Las dificultades intrínsecas de un catering convencional se multiplican si se añade el plus de innovación en procesos y técnicas que define a la alta gastronomía. En esa estrecha cúspide de caterings de máximo nivel trabaja desde hace más de una década el cocinero y empresario Miguel Martí, propietario de espacios como La Ópera, Mas dels Frares, La Masía les Casotes -todos ellos en Castellón- y el impresionante Telar de Miguel Martí, ubicado en la Real Acequia de Moncada. Él es a su vez el responsable del restaurante El Ceramista, integrado dentro del estadio del Villareal CF.
Curtido en las plazas más complicadas -entre sus clientes se encuentran Caixabank, UBE Corporation, EY o Porcelanosa-, Miguel nos parece la persona más indicada para desvelar a nuestros lectores cuáles son las reglas de oro -los Do’s and Dont's que diría un inglés-, para lograr un catering superlativo. “No creo que hayamos revolucionado nada en realidad -nos explica, con humildad-; quizás lo que nos diferencia es que somos una empresa de cocineros que gestiona espacios de eventos. Y que buscamos la perfección tanto en la gastronomía como en los espacios como en el equipo humano”.