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LA OPINIÓN PUBLICADA

El jarrón Ximo y el amiguito del alma

Publicado: 06/09/2025 ·06:00
Actualizado: 06/09/2025 · 06:00
  • El expresidente de la Generalitat, Ximo Puig.
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Vuelvo del mes de agosto y me encuentro un runrún que me deja verdaderamente atónito: al parecer, existe cierta insatisfacción entre la ciudadanía valenciana con los liderazgos políticos actuales. Se comenta que, por algún motivo, la desaparición del president de la Generalitat, Carlos Mazón, en el Ventorro en las horas críticas de la Dana y la inoperancia de la Generalitat Valenciana en la prevención y gestión de la catástrofe que causó 228 fallecidos son factores que no contribuyen a cimentar su popularidad.

Igualmente, existe la sensación de que la teórica líder de la oposición, la ministra de Ciencia y secretaria general del PSPV, Diana Morant, no acaba de ejercer una labor de oposición contundente a la par que constructiva. Es casi como si pareciera que Morant está allí como virreina sanchista sin mando en plaza ni discurso propio, para desperdigar -con poco éxito- la propaganda que le van dictando desde La Moncloa.

Tanta desidia e inoperancia transmiten Mazón y Morant, tanta ausencia de liderazgo, que surgen alternativas en su partido, de toda índole: en el PP, el sueño de Alberto Núñez Feijóo de librarse de Mazón y sustituirle por María José Catalá (o por quien sea, mientras no sea Mazón); en el PSPV, la bala en la recámara de poner en lugar de Morant a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. Pero, además de estas alternativas digamos "lógicas", que buscan sustituir al cabeza de cartel por alguien que también tiene visibilidad y mando en plaza (la alcaldesa de Valencia, la delegada del Gobierno en Valencia), también están surgiendo alternativas en el campo digamos vintage, de antiguos líderes que ya gobernaron en el pasado (más o menos remoto) y ahora buscan reeditar viejos éxitos. Y su postulación, como cabe imaginar, es un síntoma claro de la falta de credibilidad, a ojos del público, de los que actualmente mandan, cuyo carisma es inexistente.

Por una parte, tenemos al expresident de la Generalitat, Francisco Camps, que lleva meses postulándose abiertamente (con su peculiar estilo, eso sí), y que ha ganado velocidad de crucero desde que Mazón nos dio la medida (ínfima) de su liderazgo en la Dana. Camps se postula en el campo interno, en la militancia del PP, como el último líder con el que ganaron elecciones por mayoría absoluta. También como el último líder que provino de la provincia de Valencia, que es un factor particularmente importante por contraste con el marcado alicantinismo de Mazón. Más evidente que nunca en los últimos meses, en los que parece que se haya ido a vivir a Alicante, donde concentra sus principales apoyos en el PP. Mazón se hincha a "Grillos" en El Merengue de Alicante para no afrontar reuniones ni con la militancia del PP de Valencia ni -por supuesto- con las víctimas de la Dana. ç

  • El expresidente de la Generalitat, Francisco Camps. -

La apuesta de Camps es arriesgada en un partido tan jerarquizado como el PP, pero por una parte no tiene nada que perder, y por otra es evidente que el PP necesita un cambio de liderazgo. Así que será arriesgada, pero en modo alguno es irreal. Camps finalizó su carrera política con su dimisión en 2011 para afrontar sin tanto desgaste para su partido su abultada agenda judicial y en particular la vinculada con la trama Gürtel y su "amiguito del alma", Álvaro Pérez, "El Bigotes". Quince años después, desde su punto de vista, una vez absuelto de sus múltiples procesos judiciales, nada le impide volver, y su partido, además, se lo debería (aunque por ahora no parece muy por la labor de saldar deudas).

En el PSPV, por su parte, la postulación es mucho más subrepticia, y tampoco está claro si se da por parte del interesado o proviene de otras fuentes, más o menos afines: ¿volvería Ximo Puig a disputar la presidencia de la Generalitat, vista la incapacidad de Diana Morant para encarnar las aspiraciones de una mayoría de la población que quiere deshacerse de los principales responsables del desastre de la Dana? 

Esta hipótesis se puso en primer plano merced a un artículo del periodista Ignasi Muñoz, "Ximo Puig 2027". En su acertado análisis, Muñoz desplegaba varias evidencias: la popularidad de Puig es mayor que la de Morant y la de otros eventuales aspirantes (todos ellos lastrados por la figura de Pedro Sánchez, además de por otras consideraciones); Puig habría gestionado mucho mejor que Mazón las inundaciones del 29 de octubre; y Puig cuenta con un bagaje en sus ochos años de liderazgo del Botànic, que finalizó abruptamente hace dos años, pero no porque estuviera ya desgastado ante la ciudadanía. Así que, si de lo que se trata es de tratar de recuperar la Generalitat, ¿por qué no intentarlo con quien tiene más posibilidades de lograrlo?

La cuestión, antes de nada, sería: ¿se plantea Puig este escenario? A juzgar por lo que dice el propio Puig en una entrevista concedida recientemente que alumbró el afortunado concepto de "jarrón Ximo", la respuesta a esta pregunta sería, remedando la clásica sitcom política británica de los 80 "¡Sí, Ministro!", un ejercicio de ambigüedad. En dicha sitcom, cada vez que el ministro hacía una pregunta concreta a los funcionarios que le asesoraban, estos le regalaban un ejercicio de funambulismo que comenzaba con la frase "Sí y no, Ministro", y que solía finalizar con la conclusión de que, en realidad, era más No que Sí. Ahora la respuesta de Puig y lo que desliza su entorno sobre el excepcional presidente -por contraste- que fue, sería "No y Sí". Es decir: No, desde luego que no, menuda locura, ni me lo planteo, pero en realidad... Bueno, si hay que dar un paso adelante por el bien del partido y la ciudadanía... Ni así, no, no, ni hablar, no... Bueno, vale, Sí.

No es nada probable, pero tendría un encanto vintage muy propio de otras latitudes políticas (que se están convirtiendo en gerontocracias a marchas forzadas) que los principales candidatos de PP y PSPV en 2027 fueran sendos expresidentes. Por incompetencia de sus sucesores, entre otros factores. Y si a ellos se une Mónica Oltra, pues ya tendríamos un elenco remember casi completo.

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