VALÈNCIA. En un contexto en el que uno de cada cuatro jóvenes en España no encuentra empleo, la startup valenciana Kämpe propone un modelo de acceso al empleo técnico basado en suscripciones mensuales, formación práctica y conexión directa con empresas. Su enfoque se dirige a jóvenes que buscan incorporarse rápidamente a sectores como la electricidad, la fontanería o la climatización con una promesa clara: si no logran un empleo en 100 días, se les devuelve el dinero.

La compañía, impulsada desde el venture builder Zubi Labs, ha nombrado recientemente como CEO a Fernando Marzal, quien ha liderado la iniciativa desde su puesta en marcha. "Kämpe nace cuando llego a liderar el venture builder de Zubi. Un proyecto en el que vimos dos cosas claras. Uno, la necesidad del mundo de los oficios, que viene marcado por el auge de la electrificación y por trabajos verdes, en los que hará falta mucha mano de obra para desarrollarlos. Y por otro lado, que el sistema tradicional de formación no está funcionando”, explica.

Kämpe se presenta como una alternativa a la Formación Profesional tradicional, que, según su CEO, tiene limitaciones importantes: "La FP tradicional es un desastre. Es lenta, está desactualizada, profesorado desmotivado y la FP pública está muy saturada". La propuesta de Kämpe pasa por una formación modular, práctica, que se desarrolla trabajando y adaptada a las necesidades de las empresas. "Nosotros creamos el plan de carrera adaptado a las necesidades de la empresa. En una compañía que hace instalación de electricidad, por ejemplo, el joven que irá va a sacarse en seis meses el carné de instalador de baja tensión y luego hará el carné de especialidad de fotovoltaica".

El modelo de Kämpe se estructura como una plataforma de suscripción mensual de 49 euros. Incluye acceso a formación, acompañamiento individual, contenidos digitales encaminados a entrar en oportunidades laborales. "Al final, Kämpe ha terminado en una plataforma que ayuda a los jóvenes a entrar en el oficio. Un todo en uno. Incluye empleabilidad, formación y acompañamiento", resume Marzal. 

Electricidad, climatización, fontanería,...

Entre las áreas ya activas en la plataforma están electricidad, climatización y fontanería, y se están incorporando otras como carpintería, electromecánica y soldadura. Kämpe utiliza herramientas digitales para ofrecer los contenidos, sesiones con mentores y contacto con una comunidad de usuarios a través de Discord. "La gran ventaja es que la formación la podemos crear de manera más rápida, porque también metemos IA para confeccionar el contenido. Nuestra visión final es que, las lecciones formativas, se creen básicamente en tiempo real", explica.

Actualmente, la empresa afirma haber recibido más de 28.000 solicitudes y tener acuerdos con un centenar de compañías. Su tasa de inserción laboral, según señala, se sitúa en el 90%. "Hay un departamento llamando a empresas y a todas las que contactamos necesitan mano de obra. El ratio de respuesta es muy alto", apunta Marzal. "Las empresas son de toda España. También muchas nos llegan por acciones de marketing, y al ganar visibilidad, también de forma orgánica. Pero hay mucha recurrencia".

Inversión de Zubi Capital y Portobelo Ventures

El modelo de negocio se apoya en el pago mensual de los usuarios, pero no cobran nada a las empresas que contratan. "Queremos que las compañías nos contraten cuanto más mejor", dice Marzal. "Somos muy conscientes de que hay mucha necesidad y de que alguien motivado va a encontrar trabajo". La compañía opera con un equipo de 15 personas, aunque prevé cerrar 2025 con una plantilla de entre 25 y 30. Planea también una nueva ronda de financiación de entre 2 y 3 millones de euros, que se sumarían a los 900.000 euros ya captados entre Zubi, el IVF y Portobelo Ventures, family office liderado por Omar Ynzenga Fierro.

Con un crecimiento mensual superior al 30%, Kämpe aspira a terminar el año con unos 2.000 usuarios activos y una base de datos con potencial para alcanzar los 30.000 a medio plazo. !Desde que estoy en Kämpe veo mucha gente levantando la mano, porque vamos a tener un problema en la construcción o en la electrificación, por ejemplo, porque no hay gente haciendo los trabajos manuales”, señala Marzal. También observa una tendencia creciente entre la generación más joven por entrar en estas profesiones. “En EEUU la llaman la generación del cinturón de herramientas, porque muchos están saltando a oficios. Se preocupan más por la salud mental, que quieren aportar valor y estar tranquilos”.

Más allá del plano laboral, Kämpe también quiere incidir en colectivos infrarrepresentados. “Estamos impactando en sectores históricamente masculinizados, donde ni siquiera la ropa de trabajo está pensada para mujeres. Es momento de cambiar el chip y transformar también la cultura de las empresas”, apunta Irina Mani, cofundadora y responsable de operaciones. El equipo de cofundadores incluye a Pablo Penadés (CMO) y Alex Rodríguez (CTO).

Marzal, que ya fundó Mobincube en 2008, asume este nuevo rol como una continuidad natural. "Di el salto porque al final soy emprendedor y me lo estaba pensando tan bien, que el salto es lógico. En Zubi hay muchos proyectos, pero no estaba centrado en uno y estar aquí me motiva por el impacto que tiene. Estamos ayudando a muchos jóvenes a tener un empleo digno", recalca.