VALÈNCIA. El problema de la vivienda, la gestión del turismo o la preparación ante emergencias coparon el debate del estado de la ciudad de València 2025. Unos problemas que citaron tanto gobierno como oposición pero sobre los que difieren en las soluciones y, sobre todo, en los causantes. María José Catalá afrontó este jueves su segundo debate del estado de la ciudad desde que es alcaldesa de València.
Un pleno que sirve como termómetro de la gestión municipal y en el que la alcaldesa en primera persona se pudo explayar -durante casi dos horas- para ‘vender’ los logros del último año y anticipar las más de cincuenta nuevas medidas que pretende implementar su gobierno. Algunas de estas medidas con un horizonte temporal que trasciende la legislatura, con las que Catalá se presentó como una alcaldesa a largo plazo. Una especie de declaración de intenciones también para aquellos que la sitúan como candidata a la Generalitat en 2027.
Catalá comenzó su intervención, como también hicieron los portavoces de los otros grupos, con unas palabras de recuerdo para las víctimas de la Dana. La alcaldesa quiso mostrar su agradecimiento a todas las entidades que colaboraron tras la riada, en especial, al personal municipal. A todos ellos, anunció, les otorgarán la Medalla de la Gratitud.
"Es el mometo de poner luces largas"
Pero el anuncio estrella de Catalá fue la inversión de 120 millones de euros en un plan de infraestructuras críticas con horizonte 2026-2031 que persigue el objetivo de que la ciudad pueda autoabastecerse de agua potable en casos de emergencia extrema. “Estoy convencida de que este plan no da votos, pero hay que hacer un ejercicio de responsabilidad y gestionar mirando al futuro”, dijo. “Es el momento de poner luces largas”. De hecho, la alcaldesa también apeló en su intervención final a esa mirada a largo plazo al dirigirse a la oposición. "Espero que esta ciudad cuente con ustedes, no para los próximos dos años sino para los próximos 20, 30 y 50. Construir València ahora es construir la de los próximos 50 años. La responsabilidad que tenemos como corporación es histórica y creo que ustedes pueden estar a la altura".

- María José Catalá durante su intervención. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA
Catalá remarcó en varias ocasiones que “la Dana, el apagón y los incendios”, habían marcado el año y que “seguridad” era la palabra de este curso político. Catalá se afanó en detallar una batería de medidas sobre prevención en emergencias, englobadas bajo el paraguas ‘València + segura’. Formación a la ciudadanía, inversiones en infraestructuras o nuevos sistemas de alerta fueron algunas de las medidas que prometió.
En este sentido, la oposición no desaprovechó la ocasión para reprochar a Catalá su gestión de la Dana. “No estuvo a la altura de lo que se esperaba”, sostuvo la portavoz de Compromís, Papi Robles. "Ahora anuncian que van a instalar un sistema de avisos, cuando ya existe el Es-Alert, el problema es que volverán a llegar tarde”, afeó el portavoz socialista, Borja Sanjuan. Tanto Compromís como PSPV acusaron a Catalá de ser “cómplice” de Carlos Mazón por no pedir su dimisión por las 228 víctimas de la riada.
La crisis de vivienda, protagonista del debate
La vivienda se convirtió, de nuevo, en uno de los temas centrales del debate. No en vano, centró muchas de las intervenciones de las 45 entidades vecinales que intervinieron en el pleno. La alcaldesa reiteró que para su gobierno: “la vivienda es una prioridad”. En este sentido, la primera edil aludió a su Plan +Vivienda con el que prometió más de 1.000 viviendas públicas este mandato. "Estamos construyendo ahora lo que no se ha construido en los últimos ocho años”, reprochó a la oposición. En esta materia, Catalá hizo otro de sus anuncios estrella, la creación de una agencia pública de alquiler para “dar seguridad jurídica a los propietarios” y favorecer que saquen al mercado viviendas para jóvenes a precios más reducidos.
Respecto a la gestión de su ejecutivo en esta materia, reconoció que "los resultados globales se notarán a medio y largo plazo cuando todas las viviendas que está construyendo este equipo de gobierno estén finalizadas y cuando el sector privado construya todas" las previstas "gracias a las licencias que ahora sí estamos dando”, dijo como dardo a los grupos de izquierda. La alcaldesa también celebró el desbloqueo de los PAI del Grao y Benimaclet.

- El grupo municipal socialista durante el debate. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA
Además de estos anuncios, Catalá pidió un Pacto de Estado por la vivienda. ”Es un problema de Estado que se debe abordar desde el Gobierno de la nación con seriedad, rigurosidad y con hechos”. Pese a esta petición, los grupos de la oposición y el gobierno local no consiguieron llegar a un pacto en esta materia a pesar de que hubo varios ofrecimientos en ambas direcciones. Unos ofrecimientos que no dejaron de ir acompañados de reproches con el habitual “y tu más” -‘y tú menos’ en este caso-.
Una ciudad "vendida a los especuladores"
Tanto Compromís como PSPV fueron especialmente críticos tanto en materia de vivienda como en turismo, acusando a Catalá de haber vendido la ciudad a “intereses de especuladores”. Robles calificó la situación de la vivienda en la ciudad de "insostenible y sin precedentes” y acusó al gobierno local de ser “inútil para los vecinos y útil para los especuladores” por su “inacción” ante la emergencia habitacional. Compromís propuso a Catalá, topar los precios del alquiler, aplicar un canon a las viviendas vacías para incentivar que se pongan en el mercado, prohibir los apartamentos turísticos y aumentar la inversión en vivienda pública.

- Papi Robles entregando propuestas de los vecinos a Catalá. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA
Del mismo modo, Sanjuan también acusó al gobierno de Catalá de regalar la ciudad “a los especuladores y grandes propietarios”. El portavoz socialista sostuvo que "brotan los apartamentos turísticos y los edificios casi idénticos con piscina que nadie puede pagar". "Si Valencia se vende, Valencia está en crisis”. Los socialistas propusieron un gran pacto por la vivienda y reclamaron también aplicar la Ley Estatal de Vivienda para regular los precios y un plan para prohibir los apartamentos turísticos, “también los legales” con el objetivo de que se recuperen como viviendas.
Estas propuestas les valieron las críticas del portavoz popular, Juan Carlos Caballero, que les acusó de “no tener legitimidad” para hablar de vivienda y turismo. “Los jóvenes tuvieron que irse de la ciudad porque Compromís y PSPV no hicieron nada por ellos. Hoy empezamos a revertir ese abandono”. La alcaldesa también rechazó la fórmula de la oposición para reducir el precio de la vivienda. “No es una buena medida porque provoca la huida de la oferta residencial. En Barcelona no ha funcionado”, sentenció.
"La València de Catalá no existe"

- El portavoz socialista, Borja Sanjuan, en declaraciones previas al pleno. -
- Foto: PSPV
Frente a una Catalá que se presentó buscando proyectar una imagen de ‘estadista’ y destacando que huye de medidas cortoplacistas, la oposición le censuró la “falta de proyecto”. “La València de Catalá no existe, es la primera alcaldesa que no tiene una idea de València en la cabeza”, señaló Sanjuan. “No saben hacia dónde ir, la ciudad está paralizada y sin rumbo por una alcaldesa inútil”, apostilló Robles. Un diagnóstico del que, como era esperable, difirió el portavoz popular: “Valencia es hoy una ciudad dinámica, viva y reconocida, que crea oportunidades, lidera proyectos y demuestra cada día la fuerza de su gente”.
Catalá concede un guiño a sus socios: "El trabajo da resultados"
En su intervención, el portavoz de Vox, José Gosálbez, se afanó en vender los logros de las concejalías que gestiona Vox. Gosálbez enumeró un listado de medidas ejecutadas en las áreas de Emprendimiento, Empleo, Parques y Jardines, Devesa-Albufera o Fiestas y Tradiciones y sacó pecho por ejemplo, del cierre de València Activa. Una fundación “que la izquierda prostituyó”, dijo provocando las reacciones de la bancada de la oposición. “Un chiringuito que Vox ha liquidado”, añadió. El portavoz del partido de ultraderecha destacó la “coherencia” con la que gobierna Vox y aprovechó para reiterar su negativa a acoger menores migrantes no acompañados, “decimos no a los centros de inmigrantes ilegales y al Pacto Verde”.

- los cuatro miembros del grupo municipal Vox -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA
En la réplica de Catalá, la alcaldesa quiso reconocer públicamente la labor de su socio y les concedió un guiño bidireccional: “Efectivamente, el empleo va mejor, ha habido un descenso en el paro considerable. Algo habrán hecho bien, quienes habéis gestionado Empleo”, afirmó dirigiéndose a la bancada de Vox en lo que pareció una referencia tanto a Gosálbez como al anterior responsable del área, Juan Manuel Badenas. La alcaldesa también citó otras actuaciones de las áreas de su socio: “Quiero poner en valor la respuesta rapidísima en la adecuación de caminos rurales, la limpieza inédita de la Albufera. Estoy muy orgullosa de poder trabajar en que la Devesa esté más segura. He de decirles sinceramente que agradezco sus palabras y confirmo que el trabajo da resultados”, apostilló.