VALÈNCIA. El futuro del hotel Sidi Saler sigue sin tener un horizonte claro. Del derribo que defienden las asociaciones ecologistas o grupos políticos como Compromís, a la rehabilitación como ‘’hotel sostenible’’ por la que apuesta el Ayuntamiento de Maria José Catalá. El que fuera un símbolo del turismo de lujo en los años 80 lleva ya más de 13 años cerrado y en estado de abandono. Su privilegiada ubicación en las propias dunas de la playa de El Saler supone al mismo tiempo su gran problema y también, su atractivo. Lo que está claro es que el futuro del Sidi Saler, pasa irremediablemente por Madrid, en concreto por el Ministerio de Transición Ecológica.
Para empezar, el edificio del Sidi Saler es -desde 2007- de dominio público marítimo-terrestre, lo que implica que la propiedad es del Estado y los ‘dueños’ del hotel, las mercantiles Divarian y Coral Homes, solo disponen de una concesión. Además, el edificio se encuentra fuera de ordenación desde que en 1988 se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana de València.
Este escenario fue el que llevó a la anterior corporación municipal a caducar en primer lugar la licencia ambiental de actividad del hotel y posteriormente también a denegar una licencia de obras para rehabilitarlo. Ambas decisiones fueron llevadas a los tribunales por parte de los propietarios del Sidi Saler y la justicia ha ido dando en primera instancia la razón al Ayuntamiento del Rialto tanto en la negativa a conceder licencia de obras como en la decisión de caducar la licencia ambiental.
Tanto es así que en la última sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9 de Valencia, el magistrado dejaba claro que el hotel, por su ubicación en las dunas, "atenta contra el espacio natural protegido del Parque Natural de la Albufera”. Y además, el juez añadía en la sentencia que este ''atentado'' al Parque Natural también se produce por el hecho de que el Sidi Saler tiene seis plantas frente a las dos permitidas por PGOU de València.
Caducar la concesión
La sentencia apuntaba también a que "ni el edificio ni la parcela pertenecen ya a las demandantes, quienes en realidad son tan solo titulares de una concesión que incluso podría estar, por no haberse ejercido la actividad para la cual se otorgó, en condiciones de ser revocada”. Precisamente este argumento es el que emplea Compromís para pedir al Ministerio de Transición Ecológica que caduque la concesión del Sidi Saler para que pueda derribarse. Las representantes de Compromís, Águeda Micó, Paula Espinosa y Papi Robles, han comparado este viernes la situación de este inmueble con la del hotel situado en El Algarrobico, en el parque natural del Cabo de Gata-Níjar de Almería, y respecto al que el Gobierno ha anunciado la expropiación de los terrenos y su demolición.
Distinta es la posición de la actual ejecutivo municipal, que ha expresado en numerosas ocasiones su voluntad de poder reabrir el Sidi Saler como un hotel “con un componente medioambiental más respetuoso”. En este sentido, Catalá ha expresado en varias ocasiones que se opone a la demolición porqué considera que “medioambientalmente es un verdadero error” y señala como ejemplo el antiguo polideportivo de la zona de El Saler, “en ese entorno hoy no hay dunas, no hay nada mejorado”.

- -
- Foto: Kike Taberner
Es por ello que la alcaldesa ha solicitado al Ministerio "entablar una conversación serena sobre el futuro de la instalación". "Sigo esperando una reunión de la mano de la presidenta de la Asociación de Vecinos de El Saler con la ministra porque quiero que la ministra me cuente qué planes tiene", ha dicho. Catalá también ha señalado que espera que "el Ministerio haya tomado las opciones oportunas para velar por la seguridad" del edificio y por que no hayan okupas.
Actualmente, la normativa no permitiría las obras de rehabilitación del edificio al encontrarse en situación de fuera de ordenación. No obstante, desde el consistorio se han dado algunos pasos en la modificación de la normativa urbanística que podrían ayudar a allanar el camino para una futura rehabilitación. Y es que la nueva normativa permitiría obras “de conservación” en edificaciones fuera de ordenación en supuestos en los que sean necesarias para, de manera excepcional, "garantizar la seguridad, salubridad y ornato del espacio público”. Un supuesto en el que podría encajar el Sidi Saler. También preocupa en Compromís el decreto de Reconstrucción Urbanística tras la dana del Consell (Decreto Ley 20/2024 de 30 de diciembre), actualmente en tramitación, ya que en su artículo sexto permite la reconstrucción de edificaciones fuera de ordenación, aunque hace referencia aquellas que hayan sido afectadas por la Dana.
Con todo, aun hay que esperar a que el TSJCV se pronuncie y las sentencias sean firmes, y en segundo lugar, a que Transición Ecológica mueva ficha y se pronuncie. Por el momento, Compromís ha presentado una batería de preguntas al Ministerio que dirige Sara Aagesen sobre si "tiene previsto tomar alguna medida concreta" para el Sidi Saler y en favor de "la protección del medio ambiente" y si "contempla la caducidad de la concesión hotelera" del edificio. También ha requerido una reunión con la ministra Aagesen para abordar el futuro del Sidi Saler, la alcaldesa de València. Lo que parece claro es que la pelota del futuro del Sidi Saler, está en el tejado del Ministerio de Transición Ecológica.