VALENCIA (VP/EP). El Monasterio de San Miguel de los Reyes y sede de la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu ha programado visitas guiadas y gratuitas en Semana Santa. En concreto, permanecerá abierto los días 24, 25, 26 y 27 de marzo. El lunes 28 de marzo estará cerrado.
Las visitas culturales por el monasterio y a la exposición permanente de la Biblioteca Valenciana no necesitan reserva previa, tienen una duración de 50 minutos en dos turnos y comienzan a las 12.00 y a las 13.00 horas, detalla la Conselleria de Cultura en un comunicado.
En el recorrido se visita del claustro sur del monasterio, la iglesia de San Miguel, la cripta donde se guardan los restos de Fernando de Aragón y Germana de Foix, la escalera claustral y la zona arqueológica del lado norte del monasterio.
También permanece abierta al público la exposición permanente, que actualmente está destinada a la contribución de la democratización de la cultura que desarrollaron las dos intelectuales Guillermina Medrano y María Moliner.
La exhibición muestra la producción literaria, de investigación e incluso documentos personales de estas dos mujeres, que sufrieron el exilio intelectual tras la guerra civil y que lucharon con la palabra contra la situación social y política que vivió España.
Los orígenes del monasterio se remontan a 1381, cuando sobre la antigua alquería musulmana de Rascaña los abades de Santa María de la Valldigna fundaron un pequeño monasterio cisterciense llamado San Bernat de Rascanya, que actualmente es la zona norte del monumento.
El año 1546 es la fecha en la que se inició el diseño del monasterio con la estructura que ha llegado hasta nuestros días. Los virreyes de Valencia, Germana de Foix y el duque de Calabria, Fernando de Aragón, encargaron al arquitecto Alonso de Covarrubias esta obra, que se sitúa entre las más importantes del Renacimiento valenciano, aunque algunas piezas como la iglesia se construyeron en periodo barroco.
Desde la desamortización eclesiástica del siglo XIX y hasta 1966 el monasterio pasó a tener diferentes usos como almacén y fábrica de abonos, y a partir de 1869 se convirtió en un presidio para delincuentes y presos políticos.
En 1999 finalizó la rehabilitación, que recuperó elementos históricos y habilitó los espacios para uso como biblioteca, depósitos de material bibliográfico y diversas salas de consulta y de exposiciones.
El objetivo es colaborar en la protección de construcciones tradiciones con valor histórico como neveras, refugios de pastor, muros, escaleras o aljibes, entre otros, que estén realizadas mediante la técnica de la piedra en seco
