ALICANTE. "Este premio nos borrado todo el cansancio de un plumazo y nos ha dado energía para otros treinta y cinco años más de 80 Mundos". Así de satisfechos (y aliviados) recibían la noticia del galardón en la librería alicantina, un referente como espacio destinado a la literatura en la ciudad. La Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) les transmitió este lunes que habían sido los ganadores del Premio Librería Cultural que otorga la entidad, con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte. Pero para ellos esto no solo ha sido un reconocimiento al trabajo y esfuerzo de este último año, sino también un claro indicio de que van por el buen camino.
Carmen Juan, Sara J. Trigueros, Ralph Del Valle y Marina Vicente se hicieron cargo de la librería hace tan solo diecisiete meses, cuando su anterior propietario, Fernando Linde, se jubiló. Estos cuatro apasionados de la literatura, y de todo aquello que le rodea, quisieron continuar ese proyecto exitoso que incluso se había convertido en un oasis en medio de la difícil situación económica para el sector. Su objetivo siempre ha sido mantener la esencia del establecimiento, pero aportando de alguna forma su personal visión del mundo literario a través de actividades complementarias. Y es precisamente eso lo que acaba de reconocer la confederación estatal de libreros.
En esa tarea han puesto todo su empeño durante el último año con un programa por el que han pasado diversos autores para presentar sus obras, pero también editores para dar a conocer lo que hay detrás de esos textos. "La gente está acostumbrada a tratar con los libros y con sus autores, pero quizá no conocen todo el trabajo que hay detrás", afirma Carmen Juan, una de las socias, sobre una de las iniciativas que incorporaron a su calendario de eventos, las mesas de editores. Aunque entre sus paredes también se han acogido algunos cinefórums o actividades para el público infantil. "Una librería no tiene que ser solo un lugar donde encontrar libros sino un espacio cultural", explica.
"Nos presentamos a este premio sin ninguna expectativa", confiesa Carmen Juan. Tan solo iniciaron los trámites y ya ni tenían en mente que pudiera recalar en ellos el galardón. Sin embargo, así ha sido, por sorpresa. Una decisión que adoptó el jurado de esta edición, formado por personalidades del mundo del libro como Begoña Cerro, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas del Ministerio de Cultura y Deporte, o la responsable del área de Literatura y Libro de Acción Cultural Española, Ainhoa Sánchez.
El jurado ha valorado tanto su pasado como su futuro, resaltando su trayectoria y su capacidad para mantenerse en el tiempo. "Ochenta mundos representa actualmente la posibilidad real de una continuidad en la vida de una librería", han destacado en un comunicado la confederación. "Su existencia demuestra que una historia puede tener la oportunidad del remplazo por una nueva generación de libreros y seguir siendo un espacio cultural de referencia en Alicante", han destacado en un comunicado. Un premio, por tanto, al esfuerzo por respetar la filosofía de 80 Mundos durante los 34 años anteriores y al mismo tiempo aportar la innovación que se amolde a la actual realidad cultural.
"Con este premio reconocemos las librerías como espacios de prescripción y encuentro cultural a la vez que reivindicamos el papel de la lectura como elemento central en la educación", afirmaba Alberto Sánchez, presidente de CEGAL. "La librería 80 Mundos y todas las librerías que en estos casi veinte años han optado al premio, son espacios imprescindibles y de referencia en este sentido", añadía. Una opinión en la que coincidía con Carmen Juan. "Si miras el listado de librerías que han obtenido este galardón, son establecimientos muy prestigiosos, con mucha solera... y 80 Mundos también es eso", explica.
"Un librero es como un farmacéutico que te cuida y te pone en las manos lo que necesitas", afirma Carmen Juan. Así lo ven ellos y eso es además lo que les enamora de su profesión. Un oficio que, a pesar de lo que pueda parecer, está resistiendo. "No sé si lo que se dice del papel es verdad, pero lo que yo veo a diario es que sigue funcionando y además de forma rotunda", sentencia. "Los que nos dedicamos al mundo de la literatura somos parte de la trinchera; somo la resistencia y a pesar de todo ahí seguiremos".