VALÈNCIA. El Espai d’Art Contemporani El Castell (E CA) de Riba-roja de Túria inauguró el pasado miércoles la exposición El mundo geométrico de Enric Mestre. La muestra incluye más de sesenta piezas del autor de Alboraya y comprende casi treinta años de actividad artística. Así, se pueden observar obras firmadas en la década de los 90 del siglo pasado y, también, sus últimas creaciones. La exhibición se podrá visitar hasta el próximo 4 de noviembre.
Tal y como apunta el catedrático de Estética de la Universitat de València Román de la Calle, autor del texto que acompaña al catálogo de la exposición, "es imposible" aproximarse a la obra de Enric Mestre sin tener en cuenta dos disciplinas artísticas: la pintura y la escultura cerámica. Justamente, ese es el recorrido que sigue el montaje de la exposición ubicada en el E CA de Riba-roja de Túria. De esta manera, como señala el profesor De la Calle, en los muros del centro de arte dialogan ambos registros y acaban por desvelar las arquitecturas, formas y colores que conforman la visión del creador.
La muestra se configura en torno a siete espacios diferenciados. En primer lugar, 'Arquitecturas para la mirada' comprende obras elaboradas entre 1990 y 2012. En ellas habitan formas que reclamaron la atención del artista a partir de la observación del entorno. En algunas se perciben estructuras propias de la huerta valenciana, mientras que otras son fruto de la abstracción. Predomina el gres y el engobe, con colores oscuros y, en algunos casos, esmaltados.
Por otra parte, las formas rectangulares se recomponen sobre el lienzo en la sección 'Estructuras minimalistas'. Estos acrílicos firmados en 2012, con preponderancia de los colores neutros, retoman los trazos simples características del autor. Enric Mestre se reafirmaba así en una de sus máximas vitales: "menos es más". Aunque, como él mismo recuerda, no hay dos telas iguales y todo depende de la forma en que se miran. Además, esos espacios cromáticos también se trasladan a algunas de sus creaciones más recientes, unos paneles de gres con engobe y esmalte. La 'Arquitectura pintada' incluye piezas de la primera década de este siglo. En ellas, el artista alza estructuras de ángulos rectos mediante planchas. Además, introduce pastas coloreadas y uniformes que hacen visible el armazón escultórico de las obras.
Durante 2013, el artista experimentó con materiales sintéticos sobre lienzo con degradaciones sobre negros, grises y rojos. El resultado fueron cuadros de tamaño medio y grande -entre 90 centímetros y más de un metro de altura- que han sido reunidos en 'Tierras de fuego'. Esa misma filosofía impregna los óleos y acrílicos sobre cartulina de “Silencios, nocturnos y espacios en gris”. Elaboradas durante los últimos seis años, el contraste con las obras anteriores se encuentra en los colores, que aquí son más claros.
Por último, la diversidad del universo cromático de Enric Mestre encuentra su expresión en 'Alicatados', con una serie de pinturas de 2008, y 'Espacios ambiguos', elaborados entre 2009 y 2010. En el primer caso, las geometrías marcadas sobre líneas irregulares han sido rellenadas con óleos de colores llamativos y pastel. Por otra parte, el artista recreó planos tridimensionales sobre madera y usó los acrílicos rojos, marrones, negros, verdes y azules con sombras y degradados para jugar con la percepción y la imaginación.
En 1964, cursó estudios sobre vidriados artísticos de alta temperatura en el Lycée Technique Henry Brisson de Vierzon (Francia) gracias a una beca de la Universitat de València. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos galardones nacionales (Primer premio en el Concurso Nacional de Cerámica de Manises, 1972; Premio Nacional en el Concurso de Diseño Industrial de la Feria de Cerámica de Valencia, 1972; Primer Premio en el Concurso Nacional de Cerámica de Calvià en Mallorca, 1982; Premio Alfons Roig de la Diputación de València, 1999; Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana, 2009) e internacionales (Medalla de Oro del Estado de Baviera en Múnich, 1976; Bayerischer Staatspreis, Alemania, 2010; Preis de Lotte Reimers – Stiftung Zur Förderung Der Keramischen Kunst, Alemania, 2010).
Sus obras han formado parte de exposiciones individuales y colectivas en todo el mundo, especialmente en España, Dinamarca, Alemania, Suiza, Reino Unido, Holanda, Francia y Japón. Además, las piezas de Enric Mestre forman parte de los fondos de los centros de arte más importantes de la Comunitat Valenciana (Museo de Cerámica de Manises; Museo de Elche; Museo de Vilafamés; Museo de Bellas Artes de València; Museo Nacional de Cerámica González Martí); de España (Museo de Arte Contemporáneo de Madrid; Museu de Ceràmica de Barcelona); y del extranjero (Museo Arlana de Ginebra; Museo de Bechyne de la República Checa; Museo de las Artes Decorativas de Praga; Tennessee State Museum; o The Museum of Modern Ceramic Art de Gifu, Japón). Además, sus creaciones también se encuentran en numerosas colecciones particulares y ha realizado decenas de murales en cerámica para empresas y entidades.
Es miembro de la Academia Internacional de la Cerámica desde 1979 y, en 1983, fue nombrado académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de València. Ha asistido a Congresos de Cerámica y ha desarrollado su actividad creativa en ciudades de todo el mundo.