VALÈNCIA. Dos meses después de acogerse al preconcurso de acreedores, la patronal autonómica Cierval aprobará este martes su liquidación. Lo hará tras constatarse que las diferencias existentes entre sus tres entidades fundadoras (CEV, CEC y Coepa) impiden desarrollar un plan de viabilidad conjunto y una vez que la patronal de Valencia ha lanzado el proceso para sustituir a Cierval como organización empresarial de la Comunitat.
El presidente de Cierval, José Vicente González, tiene previsto poner sobre la mesa el punto y final a los 36 años de historia de la organización durante la reunión que su comité ejecutivo mantendrá este martes. La medida exige el voto a favor de al menos dos de sus tres socios. La CEV, que la próxima semana celebra su asamblea para ampliar su ámbito territorial, es partidaria de no alargar más la agonía de Cierval, pero existe cierto recelo sobre la postura que puedan adoptar la CEC y Coepa.
Las patronales de Alicante y Castellón pueden bloquear el acuerdo e impedir la liquidación ordenada de la patronal, justo lo contrario de lo que desea su presidente. "Yo voy a exponer la situación y mi punto de vista, pero hay tres socios que tendrán que decidir. Espero que podamos tomar las decisiones que tenemos que tomar sobre el futuro de Cierval", aseguraba este lunes González tras participar en la inauguración de Cevisama.
Sin querer referirse expresamente a la alternativa que planteará, González deslizó que existen pocas dudas sobre las decisiones que hay que tomar. "No hace falta apurar los plazos porque los plazos se apuran cuando hay cosas que decidir, si no, cuanto antes mejor", sentenció.
Desde que se declaró insolvente a finales del pasado año, los socios fundadores de Cierval no han mantenido ni una sola reunión para negociar el plan de viabilidad que reclamó González justo después de la asamblea de la organización, una cita cuyo ambiente ya permitía adivinar el destino que le esperaba a la patronal.
Además, tanto la CEC como Coepa han manifestado públicamente su incapacidad de afrontar antes del 27 de febrero las cantidades que la Generalitat reclama a Cierval por un expediente mal tramitado. Del casi medio millón de euros que le exige, 174.790 euros corresponden a Castellón y 151.869 euros son la patronal de Alicante.
Posteriormente vinieron la invitación lanzada por el presidente de Coepa, Francisco Gómez, para que González renunciase a la presidencia de Cierval o el endurecimiento de las condiciones de la CEV a sus socios para implicarse en el rescate de Cierval. Esas dos circunstancias contribuyeron a aumentar las diferencias entre las organizaciones y convirtieron en imposible la viabilidad de la autonómica.
La confianza, no obstante, ya se había roto desde que Coepa dio marcha atrás en su compromiso de apoyar la reforma estatutaria de Cierval a cambio de que la autonómica le aplicase una quita sobre el 95% de su deuda.
Con ese precedente, en Valencia existe cierta incertidumbre sobre el resultado de la reunión de este martes. Oficialmente, ninguna de las tres entidades fundadoras quiere presentarse frente a las demás como la que dé el último empujón a Cierval, pero la situación actual deja pocas alternativas.
El presidente de la gestora que dirige la CEC, Néstor Pascual, se mostraba este lunes partidario de esperar y ver. El dirigente, que también asistió a la inauguración de Cevisama, aseguró respecto a su posicionamiento de este martes que corresponde a la patronal de Valencia dictar cuál ha de ser el futuro de Cierval, ya que es la única de las tres con capacidad económica para sostenerla.
Sin embargo, en la patronal de Valencia ya no hay dudas al respecto. Una vez lanzado el proceso para convertirse en organización de ámbito autonómico, que se oficializará en la asamblea del próximo 3 de marzo, la postura es la de resolver cuanto antes el capítulo de Cierval.
Si se produce la pinza entre Alicante y Castellón para bloquear el acuerdo de liquidación de la autonómica y agotar los plazos del preconcurso, la CEV se marchará de Cierval. El objetivo es llegar a la asamblea de la próxima semana con la crisis de Cierval cerrada, de una forma o de otra.
De hecho, el presidente de la CEV pretende hacer públicos este martes los principios básicos del modelo que impulsará en la organización que preside. La CEV se convertirá en una organización de ámbito autonómico, con libertad de asociación para asociaciones y federaciones -incluidas las provinciales- y se sostendrá mayoritariamente con las cuotas de sus socios.
Las empresas tendrán un límite de representación en su asamblea del 30% y se dará protagonismo a los consejos territoriales. Mientras tanto, se mantienen contactos con algunas de las federaciones sectoriales más potentes de la Comunitat, como la hotelera Hosbec, y la azulejera Ascer, para incorporarlas al proyecto.