VALÈNCIA. La juez ha acordado este viernes la absolución de los dueños del perro que atacó a la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, el 16 de diciembre de 2018 cuando paseaba a su can por la playa de la Malvarrosa. Debido a las lesiones sufridas por la mordedura de un American Staffordshire, raza considerada potencialmente peligrosa, tuvo que permanecer unos días hospitalizada para someterse a una operación.
El juicio ha tenido lugar dos años después de los hechos y se ha celebrado únicamente por el delito de lesiones por imprudencia, pero no por el de socorro como pidió la defensa de la también concejal del PSPV. Ésta solicitaba seis meses de prisión para el hombre que paseaba al perro y otros seis para la dueña -que se encontraba en casa en el momento en el que sucedió todo-. La Fiscalía, por su parte, no acusaba.
Tras la primera sesión del juicio el pasado octubre, este viernes la juez ha comunicado la absolución de los acusados tras la renuncia a la acción penal por parte de Gómez debido a que ambos reconocieron, entre otros hechos, que el can no llevaba puesto el preceptivo bozal. También ha acordado el pago de las costas de oficio para ellos, algo sobre lo que su abogada ha protestado porque "llevan un año y medio de pena de banquillo".
La defensa de la vicealcaldesa de València, que ejerce Juan Carlos Navarro, dirigió un escrito al Juzgado de lo Penal número 12 en el que explicaba que renunciaba a la prueba testifical pendiente para evitar nuevos señalamientos y que, tras la admisión de los hechos por parte de los acusados -aunque éstos en su declaración evitaron afirmar que su perro mordiera a Gómez- retiraba la acusación particular.
"Mi representada perdona cualquier tipo de responsabilidad penal", indica, de manera que el debate se centraría en si los dueños del perro "cometieron una imprudencia grave, menos grave o leve, y el camino de la imprudencia ya lo concreta la Audiencia Provincial". Aun así, Gómez se reserva el derecho de las acciones civiles con la reclamación económica correspondiente.
La portavoz socialista ha emitido un comunicado para informar de que, "tras reconocer los acusados (parte) de los hechos y mostrar arrepentimiento", ha decidido no solicitar pena de cárcel. "Quería un perdón, no ver a nadie en la cárcel. Eso sí, pagarán las sanciones y multas. Y, además, no quiero que a los perros les ocurra nada malo. Nos han enseñado que han ido a un curso de educación y quiero creer que después de este susto nunca más irán sueltos y sin bozal. Al final se me ha quedado un dedo tonto y un poco de miedo en el cuerpo, pero nada con lo que podría haber pasado, así que ojalá que todo sirva al menos de ejemplo de que si tenemos un perro calificado como peligroso tenemos que ser personas responsables y seguir y cumplir las normas", ha expresado.