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Director general de Sisteplant

Alfonso Ganzabal: "La industria 4.0 es una asignatura pendiente en las empresas valencianas"

21/05/2019 - 

VALÈNCIA. La digitalización y la transformación hacía modelos avanzados de fabricación y producción, dos cuestiones claves para entender las empresas del futuro. Así lo asegura el director general de Sisteplant, Alfonso Ganzabal, quien incide en que el concepto de industria 4.0 "no es una moda" pasajera, sino "una oportunidad" para afrontar los nuevos retos que se van planteando, en un contexto de permanente cambio. 

Una teoría que no todas las empresas llevan a la práctica, especialmente entre el tejido valenciano que se encuentran lejos de la media en inversión en innovación y activos intangibles como las TIC. Y es que, según apunta, en un reciente estudio elaborado por la compañía, "solo el 5% de las empresas en España contaba con estrategias estructuradas, fabricación avanzada e industria 4.0, mientras que el 65% está en un escalón medio y el 30% restante todavía iniciales". Con el fin de revertir esta situación, la compañía, especializada en mejorar la actividad de empresas relacionadas con los sectores de industria y servicios, organizó en València unas jornadas encaminadas a enseñar a hacer realidad la industria 4.0 en el tejido industrial valenciano, una asignatura que todavía "tienen pendiente".

Según explica Ganzabal, la clave de la industria 4.0 está en la digitalización de las herramientas para modelizar matemáticamente "cómo son los procesos actuales para entender profundamente cómo ocurren las cosas y anticiparnos". En el ámbito organizativo tiene que ver con la capacidad de las personas para dotarse de herramientas y conseguir el dominio de los procesos.

Un cambio, resalta que "no debe asustar". "Lo importante en esto no es dónde está uno, sino cuánto mejoro. Lo primero que hay que hacer es sacar un foto de cuál es la realidad de cada empresa en varios ejes de acción: flexibilidad, digitalización y personas y, a partir de ahí, clasificarse e identificar claramente las necesidades. En industria hay que definir los retos de mejora y abordarlos. Esa es la clave", subraya.

Empresas del futuro: transversales y colaborativas

Explica que las empresas del futuro son aquellas que en su modelo organizativo huyen de la jerarquización, y tienen un "recuestionamiento profundo de sus tecnologías de información y fabricación con procesos apoyados en una plataforma digital muy importante ". "En una empresa convencional puede que el conocimiento esté en ciertas personas. En cambio, en una moderna, el conocimiento y las ideas se comparten y los modelos de gestión son transversales. Es una empresa colaborativa, un ecosistema de personas, organización, sistemas de fabricación y sistemas digitales", explica.

Asimismo, destaca que las empresas con modelos avanzados se anticipan a los retos que se puedan presentar, se adaptan a lo que pueda suceder en el futuro. "Son aquellas que no solo piensan en lo que hacen hoy, sino también en el mañana", afirma Ganzabal. "Tienen un presente y un futuro", enfatiza.

En un mundo en el que el mercado cambia de forma continua y permanente, la adaptación resulta imprescindible. En caso contrario, las empresas pueden llegar a tener serios problemas. "Si nuestros competidores entienden ese cambio y lo aprovechan y nosotros no, estamos fuera", advierte. "Las empresas que sean capaces de balancear el corto y el largo plazo subsistirán y las otras no", incide. 

Pese a que existe conciencia de las implicaciones que la industria 4.0 tiene en la vida futura de las mercantiles, señala que muchas no afrontan la realidad. "En un estudio que hicimos se preguntaba a directivos sobre su concienciación respecto a si la transformación hacia un modelo avanzado era necesaria y un 70% dijo que sí, pero solo el veintitantos por ciento reconocía estar haciendo algo. Esa contradicción existe y en Valencia muchísimo. Muchos son conscientes de que hay que hacer cosas, pero no se mueven", afirma.

 

Factor humano, fundamental

Para conseguir resultados y que haya una verdadera implicación, destaca la importancia de ofrecer a las empresas "referentes" de otras firmas que ya han implementado los nuevos sistemas para demostrar que "funcionan" y, por otro lado, enseñar metodologías muy orientadas al resultado. "El camino no se construye implantando herramientas y luego viendo qué saco de ellas, sino descubriendo qué debo mejorar y poner en marcha herramientas", afirma y señala que el éxito se garantiza con procedimientos "bien estructurados" y trabajando las áreas de valor en las que se puede conseguir que "una empresa pequeña en ciertos aspectos pueda competir con otras mucho más grandes". "Hay que darle la vuelta la tortilla y romper paradigmas. Esto no es una amenaza sino una oportunidad y es lo que hay que hacer ver a las empresas. Hay que mirar más allá de la caja", subraya.

Respecto al papel que jugará el factor humano, remarca: "Las persona han sido, son y serán parte importantísima de las fabricas. Van a aparecer otras tareas que den más valor como supervisar e innovar procesos". Por tanto, considera que las personas seguirán siendo una pieza fundamental de las empresas, pero con nuevos conocimientos y perfiles profesionales. Y es que la figura del operario actual, no intervendrá de igual forma en el proceso de fabricación, sino que "será una persona que domine los procesos de fabricación y las herramientas digitales y estará entrenado en otras formas de hacer las cosas".

Tejido industrial valenciano

En este contexto, Ganzabal considera que la mayor parte de las empresas valencianas se encuentran en una fase intermedia-baja en fabricación hacía modelos avanzados con sistemas "todavía muy poco organizados y un deficiente grado de digitalización". No obstante, apunta que hay verdaderos ejemplos de mercantiles avanzadas. 

Por tanto, considera que la transición hacía una industria 4.0 es una asignatura pendiente en las empresas valencianas debido, principalmente, al ecosistema y a su estructura formada por pymes y empresas familiares que "están muy acostumbrada a invertir en tangibles". "El avance hacia un modelo de fabricación avanzada en Valencia es inferior al de otras regiones de España con similar potencial industrial y el porcentaje que destina a la innovación no es el adecuado", apunta.

Para invertir en nuevos modelos organizativos y en TIC considera que "hace falta alma" porque al principio es "una cuestión de fe en los resultados". "Eso es lo que hay que ir cambiando con ejemplos referentes y con proyectos que den resultados a corto plazo para ir convenciendo a la organización", afirma Ganzabal.

Como retos de cara al futuro, el director general de Sisteplant cree que debe existir un mayor apoyo por parte del Gobierno y los clústeres industriales con "más ayudas para que las empresas sean capaces de empezar a hacer esa transformación". También ve imprescindible la formación de los nuevos perfiles profesionales.  A su juicio, los retos del futuro pasan por conseguir que el 20% del PIB de cada CCAA sea industrial y recuperar la vocación por las profesiones industriales.

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