A DISCRECIÓN 

Bienvenidos al nuevo Palau Alameda

15/09/2018 - 

VALÈNCIA. El pasado jueves se inauguró el complejo Palau Alameda que cuenta con el restaurante panorámico Àtic (que abrió sus puertas el pasado abril), una sala de eventos gestionada por La Sucursal by Vilaplana y el club de música Azza. En total, 2700 metros cuadrados, un canon anual de 160.000 euros al Ayuntamiento y una concesión vigente hasta el 2035. Sí, estos datos solo sirven para asombrar paletos. Y aquí está una servidora.

La inauguración de Palau Alameda era la fiesta a la-que-había-que-ir-para-estar-en-la-pomada, como también hay que engancharse a la serie La casa de las Flores (“me saludas al Cacas”), ver las pelis de Los Javis y acudir a una sesión de constelaciones familiares (de esto ya hablaré otro día). Así que por allí pasaron 800 personas, que ya son. El todo València. Lo que refuerza la teoría de que la sociedad valenciana comparte pensamiento homogéneo y unanimidad de criterios.

En la entrada se formó tumulto y una escandalera normanda, como era de esperar. Pero la zona cero de la fiesta fue el nuevo salón que irrumpe para dar cabida a eventos y bodas. La gente oye hablar de amor y se apunta rápido. Del histórico salón Alameda Palace que marcó una época con las fiestas de Nochevieja, el protocolo de etiqueta, los banquetes de boda y sus camareros vestidos con chalecos amarillos queda el suelo de mármol verde. “Somos conscientes de lo que ha sido como punto de referencia y, desde el respeto, creemos que debe volver a serlo con un proyecto del siglo XXI", apunta el director de Palau Alameda, Pepe Fernández. Respect. La palabra clave. Como cantaba la gran Aretha.

El nuevo espacio, a cargo de La Sucursal by Vilaplana (la nueva marca nacida de la alianza del grupo de restauración valenciano La Sucursal y Vilaplana Catering), cuenta con un amplio escenario, cristaleras con vistas a la ciudad y capacidad para albergar 500 invitados en lo que suele llamarse ‘un bodorrio’. Como el que celebró este año Harry, el hermanísimo del príncipe Guillermo, con la ex actriz Meghan Markle, que vista desde aquí parece una virgen de ébano. Menuda matraca nos dieron con la boda.

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, y la concejal Gloria Tello respaldaron el estreno. También el ex Secretario Autonómico Rafa Ripoll, el secretario de política provincial del PP, Vicente Betoret, y el diputado Luis Santamaría. Entre la riada de invitados fiché a Vicente Morte y Amparo Lacomba, Blanca Fitera, Maite Montagud, Alfonso Manglano y Eva Marcellán, el registrador de la propiedad Manolo Montánchez y su mujer Gema Reig, Mariola Dolz, Patricia Cerveró, Greta Borrás, José Samper, los gemelos Pablo y Antonio Jordán, los estilistas Álex Jordán, Quique Camps y Goyo Bonillo, además de los los televisivos Julio Tormo y Laura Sánchez. En el capítulo diseñadores saludé a Francis Montesinos, Valentín Herráiz, Adrián Salvador de Siemprevivas, Alejandro Resta y Rafa Sánchez.

Mientras el salón se ponía hasta la bola, derramando gentes por las esquinas, los camareros desfilaban con bandejas de canapés. Pillé unos mejillones escabechados, los tiraditos de corvina y, por supuesto, los baos de pollo. No hay restaurante en la ciudad que no se haya rendido a la moda del bao, esa especie de bollo dulce chino que sustituye al pan.

A mi lado una periodista estaba dictando por teléfono el menú del cóctel: "De postre están sirviendo macarons". Con tanto jaleo, su interlocutor no le entiende. "¡Macarrones no, hombre, macarons!", aúlla, "se escribe ma-ca-rons". Mientras tanto, Vicen Fernández me confesaba ser auténtica fan de los baos. El joyero Guillermo Martorell y su mujer Mamen Puchades son más de las brochetas de langostino que sirvieron. La pandilla de Loles López y Javier Alberni escogieron el vitello tonato como su favorito. Y el grupo de Javier Monedero y su hermana Inma Monedero el tartar de salmón.

Tras la cena conseguí subir hasta la terraza del restaurante Átic caminando kilómetros por una escalera a medio iluminar. Por un instante pensé que me encontraría a Jack Kerouac en un recodo. Eso sí, el esfuerzo vale la pena. La terraza tiene unas vistas tan impresionantes sobre el paseo de la Alameda que entran ganas de saltar de edificio a edificio, como Tom Cruise en su última Mision Imposible: Fallout. De hecho, el pobre saltó tanto entre los edificios de Londres que se rompió un tobillo y tuvieron que parar seis meses el rodaje. En la terraza hice pandilla con los periodistas de moda Vicente Gallart y Maite Sebastiá y con el (súper) relaciones públicas Jota, que está de visita por Valencia. En otra mesa compartían charla y cerveza el abogado José Pérez-Maglano y Carmen Ferrando, Cristina de Salazar y el peluquero Pascual. Muy cerca, saludé a Miguel de Vicente, Silvia Kelle y Manolo Navarro.

Pero no se vayan que aún hay más. A partir de medianoche la fiesta se trasladó al club Azza al ritmo de Cascales DJ (famoso por pinchar en las fiestas de Vogue y organizador de las noches BLING!). Empieza a sonar un tema y yo siento que, desde que voy a dormir tan temprano, me estoy perdiendo un mundo.

"¡Macarons, con una sola erre! Macaroooooooons", se oye a lo lejos.

Belinda Duart celebra su cumpleaños

Fotos: Castarnado

Antes los cumpleaños se dejaban de celebrar más o menos a partir de los cuarenta años. Ahora los cincuenta se vuelven a celebrar (y a lo grande). Los cincuentañeros están de moda. Y voy al grano con el cumpleaños de la interiorista Belinda Duart que no fue una fiesta sorpresa de ésas en las que hay que encerrarse en una habitación a oscuras, aguardar la llegada del homenajeado y abalanzarse al grito de ¡feliz cumpleaños!. Fue una fiesta organizada y programada en la Masía Aldamar, decorada para la ocasión por la protagonista con una ecléctica mezcla de mobiliario, iluminación tenue con velas y muchas plantas.

Entre los asistentes, estuvieron Eva Alapont Roig, el empresario Pepe Basterra que anuncia reinauguración de Bowie Discoteque en breve, Luis Fernández de Córdova, el abogado Javier Edo, Aitana Viguer Duart y Juan Soucase Gómez, José Ignacio Martínez Duart, los hermanos Fernando y Nacho Aliño, Mónica Cruz y el chef Juan Torres, María Marco del Palau de les Arts y Juan Carlos Luján, el actor Ricardo Jordán, Pablo Torres, Jesús Villar, Jose Barrero, Javier Castarnado y Miriam Lloren.

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