VALENCIA. Cataluña recibió la semana pasada otro duro varapalo de las agencias de rating a su ya de por sí maltrecha calificación, que sigue profundizando en el temido 'bono basura'. Concretamente fueron los analistas de Moody's los que recortaron el rating de la deuda a largo plazo -la que verdaderamente se tiene en cuenta en los mercados- hasta 'Ba3'. O lo que es lo mismo: a la altura que otras 'potencias' como Bangladés, Bolivia y El Salvador. Y, como dato también a tener muy en cuenta, nunca antes una CC AA española había tenido una calificación tan baja en su historia.
Dos meses -en la víspera de San José- antes los analistas de S&P ya habían hundido la nota a largo plazo de Cataluña ('B+') hasta el nivel de países como Albania, Fiyi, Honduras, Papúa Nueva Guinea, Ruanda y Sri Lanka, entre otros, por su debilidad financiera, profundizando todavía más en el 'bono basura'. Lo hacían augurando que que en los próximos 12 meses "las tensiones políticas" entre el Gobierno central y la Generalitat pueden aumentar y afectar negativamente a las relaciones financieras intergubernamentales.
Así se explica que el bono catalán -la referencia emitida en febrero de 2010 y con vencimiento en el mismo mes de 2020- se pague en el mercado interbancario al 4% frente al 0,90% de su homólogo valenciano y del 0,25% de su equivalente del Tesoro Público español.
De este modo, la prima de riesgos entre Cataluña y Valencia es superior a los 300 puntos básicos (3%) y casi de 400 pb respecto al bono soberano de vencimiento el 30 de abril de 2010, tal y como se aprecia en el siguiente gráfico.
Cierto es como se observa que el bono catalán ha mejorado respecto a máximos pero el valenciano es el que ha seguido relajándose durante todo el año. No hay que olvidar que la Comunitat Valenciana tiene mejor rating que Cataluña. De hecho Fitch la tiene por encima del 'bono basura', mientras que Standard & Poor's y Moody's sí que la tienen calificada dentro del temido grado especulativo pero en mejor situación que aquella.
Ambas comunidades están acogidas al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y al Fondo de Facilidad Financiera, dos mecanismos diseñados por el Estado para 'auxiliar' a las CC AA más necesitadas. Conviene recordar que las comunidades acogidas a estos 'planes de socorro' son Cataluña, Comunitat Valenciana, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Islas Baleares, Aragón, Extremadura y Cantabria.
"La declaración independentista del Gobierno catalán bajo la presidencia de Artur Mas tiene mucho que ver en la situación en la que se encuentra el bono catalán", apuntan desde una gestora de fondos de inversión consultada por este diario, que tienen claro que mucho tiene que cambiar la situación para que puedan volver a salir a financiarse a los mercados mayoristas en estos tiempos donde los tipos están en mínimos históricos.
"Como también que las agencias de rating no duden en seguir bajando la calificación a la comunidad presidida ahora por Carles Puigdemont que ha tomado el testigo de Mas. Lo único que les salva de no entrar en 'default' es estar amparadas por el propio Estado porque de lo contrario hace tiempo que tanto Cataluña como la Comunitat Valenciana se hubieran declarado en suspensión de pagos", añaden no sin razón. Todo ello mientras otras, como por ejemplo Castilla León, colocaba la semana pasada 400 millones de euros en bonos pagando el 0,70%.
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